Acabo de llegar del entierro y no sé. No sé si hablar del tema, o si ponerme a escribir las tonterias a las que les he acostumbrado y a las que, para que nos vamos a engañar, están enganchados.
Ha sido todo un poco raro. De tanta gente que había, con eso de que el marido es alcalde y tal, me he tenido que quedar fuera de la iglesia hasta que ha acabado la misa, y le han bailado el aurrezku. Y luego, no sé a santo de que, me ha entrado la pelotera. A ver si me entienden ustedes, que un funeral es el sitio más normal para cogerse una pelotera, pero no sé, a mi nunca me había pasado.
Después de muchos abrazos y muchos besos, nos hemos ido al cementerio donde se ha puesto de manifiesto que, a nuestro lado, la familia adams es como la familia de "una casa en la pradera", que fuerte. Pero mira, es lo que hay, yo ya les he cogido cariño y no es plan de andar cambiando de familia...a estas altura de la vida, que pereza, no?
En el camino de vuelta, he descubierto que mi tía E ( a partir de ahora TIA E) es un personaje muy a explorar en este, mi diario.
Dicho queda.
Escrito por Ines Presiva a las Octubre 5, 2004 12:09 AM