Uno mas

Mañana (dentro de una horas para ser exacto) cumplo años. Para mi es una fecha más, vamos que no le doy ninguna importancia, ni me quita el sueño. Creo que cumplir años es buena señal. Tengo los años que tengo y he vivido lo que he vivido, no hay que darle más vueltas al tema.

He llevado unos bollitos variados para mis compañeros de trabajo y tengo que reconocerlo que se han puesto las botas, vamos que éxito. No como de estas cosas y no lo valoro tanto.

No me puedo quejar de nada, creo que mientras se tenga salud lo demás se puede ir resolviendo. Para mi es lo más importante.

En el trabajo pues muy bien (el cambio de trabajo en febrero fue un acierto) le he cogido el punto y reconozco que puedo mantener un equilibrio entre mi vida laboral y personal. Para mi es fundamental que el trabajo no absorba mi tiempo porque sino al final pierdo el norte, y no quiero. Hay personas que no les ocurre esto, que están supercentradas en lo laboral y no pierden el norte; yo no, es como que tengo que hacer otras cosas.

A veces me da vértigo, ver el menú derecho de este blog en el que se muestra los meses desde que empece a escribir, y si leo algún post de los antiguos algunos me parecen que ahora mismo no tienen sentido, que sería difícil que volviese a pensar de aquella manera o a enfocar las cosas como las enfocaba.

Probablemente una con el tiempo una va aprendiendo, madurando.

Cierto que este blog no tiene actividad y la pregunta es ¿Por qué seguir teniendo un blog? No sé, saber que tengo un espacio para escribir me gusta. Quizá sea como el tener en mente muchas cosas aunque al final no las haga, no me importa.

En una entrevista que le hacen a Eduardo Punset dice “.. Hoy grandes Neurólogos y psicólogos están descubriendo justamente que en este sentimiento de poder, de que de alguna manera controlas tu vida, de que cuando dan las doce campanadas de fin de año estas donde tú has querido estar y no donde los demás han querido que estés, esta la base del sosiego y de una cierta felicidad.”

Así es como en la actualidad me siento con muchísimo sosiego y tranquilidad interior.

Que diferencia con el pasado (30 mayo 2004), que barbaridad. Por eso se que soy una persona afortunada.