Simplezas

Se acaban las vacaciones. Me imagino que para que sean vacaciones tiene que existir la otra parte, el trabajo; en caso contrario no podría hablar de vacaciones.

Ha sido un tiempo estupendo; para pensar, para volver a centrarme, para desintoxicarme un poco. Uno no se da cuenta pero en el trabajo, el día a día acaba metiéndote en una dinámica mala, que te contamina sin quererlo.

Hay dos cosas que me dan una pereza tremenda y sería por las que no regresaría a trabajar: una es el de vestirme (¡!), no es que en vacaciones vaya desnuda, pero es cierto que ando como para que me den una limosna, me encanta no tener que preocuparme por la ropa. Cuando voy a trabajar tengo que pensar un poco más que me pongo (soy torpe en esto de las combinaciones) porque si me dejo llevar …… y una, que no es un genio (ni física ni mentalmente) no puede permitirse ciertas libertades que se permiten las personas que son genios y que vayan como vayan se les disculpa todo. Tampoco penséis que es una cosa de llamar la atención, es simplemente para no llamar la atención que cuido un poco más la vestimenta. Cierto el "aparentar" pues es verdad. Las reglas del juego (laborales en particular) no las he escrito yo y tengo dos opciones: o juego o no juego y como quiero comer y ser independiente no me queda más remedio que cumplir las reglas del juego es decir "aparentar".

Y la segunda razón por la que me da pereza ir a trabajar es por el “runruneo”, los dimes y diretes, aguantar historias que ni me interesan, ni me importan. Me he dado cuenta en este periodo de desconexión que en este trabajo que tengo ahora en la actualidad hay ambiente que se me hace durillo, del que no quiero participar y en ese no querer participar se pierde mucha energía. Por el trabajo en sí, no me molesta.

Bueno, pues nada dejo de escribir simplezas.

Estado del arte(*)

- Estoy de vacaciones, he decidido tomarme dos semanas. [ Nota: En la historia de la que suscribe no se recuerda tantas vacaciones seguidas.]
Necesitaba desconectar del trabajo y no porque el trabajo me canse, es por el ambiente: dimes, diretes, cotilleos, hablar por hablar, que si mengano, que si citrano, envidias y egos de todo los colores y tamaños.

Reconozco que me cansa, me aburre este tipo de historias. Para mí requiere mucha energía tratar de mantenerse al margen. Un día me da la vena y escribo un post dedicado a este tema, porque tiene mucha miga sobre todo para los que no hacen más que hablar de productividad.

- No, no me voy a ningún lugar de vacaciones (exceptuando el próximo fin que me acerco a casa de mis padres). Una persona puede coger vacaciones sin la necesidad de viajar o hacer algo increíblemente alucinante. Vale, soy aburrida; etiquétame como quieras.

Reconozco que he tenido cierta presión en esta última semana con el tema de ¿a dónde te vas de vacaciones?. Entendería que en otra ciudad en la que la oferta de ocio fuese más escasa hubiese una necesidad de salir, pero ¡en Madrid!, una ciudad que tiene tantas cosas que ver, hacer, tantas posibilidades.

- La semana pasada conté una mentira, una mentira (bola) muy gorda. Después de haber contado la trola, cuando recapacité me sentí mal, no me gusto este comportamiento [sí yo siempre observándome, criticándome, flagelándome; he llegado a la conclusión que disfruto; para mí la frase de Montaigne me va total: "En todo y en cualquier lugar bástame mis ojos para mantenerme en el deber; no hay otros que me vigilen tan de cerca ni a los que respete yo más."]

Después me reí. ¿Por qué lo hice? Porque hay personas con las que no puedo, me pueden. Por cierto, esta mal que lo diga pero creo que mi interpretación estuvo a la altura de las grandes actrices. Sé que es una apreciación personal, pero estoy convencida que me quedo bien. Además como sé que es una mentira, ahora no quiero hablar del tema y a quién se la conté tiene más curiosidad, es decir que la mentira se auto alimenta ella sola. Vale, es cierto parece que tengo 3 o 5 años en vez de los 35.

Pero también digo, que no fue para alucinar sino porque estaba aburrida, quiero decir que fue para quedarme un poco con la persona en cuestión; y creo que eso es la diferencia, tengo claro que es una mentira, que ni me atrae lo que conté. Por cierto si hay algún lector/a mal pensada queda dicho que la mentira no es morbosa, es una estupidez pero que hay personas que se pirran por las estupideces. De verdad es que me sorprende cómo la gente le puede dar tanta importancia a tanta superficialidad. Cierto debería regresar al parvulario.

- Nunca dejaré de sorprenderme cuando algún amable lector/a me escribe un comentario y me cuenta que hay cosas que escribo que se identifica o que le pasa como a mí. Reconozco que el blog me ha permitido darme cuenta que no soy tan rara, que hay personas que tienen las mismas dudas, preguntas, paranoias que yo, me hace sentir que no soy un bicho raro.

- Me gustaría no ser tan estrecha de miras, me cuesta mucho pensar más allá.

- Me encanta el olor a vainilla de las velas, me encanta oír música, me encanta correr por las mañanas y si puede ser ver amanecer mucho mejor. Ahora al ser los días más largos es una maravilla, ya que amanece antes.

- No me gusta que se me formen gases en mis intestinos, es un verdadero rollo. A este paso no voy a poder comer nada.

- Me gustaría tener más capacidad de lectura, de retención, de comprensión.

- Tengo que formatear el ordenador, que pereza; no queda otra. Tiene tanta "mierda". Pero antes tengo que hacer un inventario de la “mierda”.

- Tengo que ordenar mi bloglines soy incapaz de reducirlo. Tengo clasificados: top, top menos importante, top menos menos importante, y un montón de categorías. No consigo centrar mis intereses en un par de cosas.

- No me puedo quejar de nada, y sólo puedo dar gracias a Dios por todo lo que tengo e incluso por lo que no tengo.

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(*) Término que se emplea mucho para especificar el nivel de desarrollo de una tecnología, dispositivo. Vamos que queda más smart el documento cuando el epígrafe se titula Estado del arte que decir situación actual, y así podemos cobrar más por el documento.