Marzo 18, 2004

¡Somos un país de maricas!

Si la reacción ante la victoria de el PSOE en los foros de Internet por parte de los derechosos ha sido bramar que es el fin de España, que sólo se nos avecinan una serie de desastres sociales, políticos y económicos, en un foro estadounidense nos ponen a caldo. Ahora resulta que somos un país de maricones y acobardados. "España se ha rendido" decía un capullo de California: "Tanto izquierdista lo ha vuelto un país afeminado".

No te das cuenta de tus prejuicios homófobos y machistas soterrados hasta que alguien te llama "afeminado" o "maricón" y te pica el orgullo. No te das cuenta de tu oculto orgullo patrio hasta que insultan tu país. He dedicado un montón de tiempo a contestar. Me he tomado la molestia de coger datos de las elecciones y de los sociobarómetros del C.I.S. para cerrarle el pico a esos idiotas. (No estaría mal poner mi conclusiones aquí en otro momento).

Llevo semanas colgado de Internet con cosas como esa. Estoy bloqueado. No he escrito ni una línea de la tesina y de los trabajos que tengo que hacer para clase. Supongo que es escapismo, una forma de no enfrentarse a la realidad y esconder la cabeza bajo la almohada. Desde el jueves no ha parado de mirar noticias, dar y recibir manporros en forso en la red y tratar de discernir a dónde iremos a parar con el nuevo gobierno.
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Internet se convierte a veces en una realidad virtual que si uno tomara en serio llegaría a creer que vivo en un país al borde la guerra civil. Leo a Manuel J. Hurtado escribir en LibeloDigital que "el golpe de Estado mediático-callejero que el PSOE, Rubalcaba y los medios de PRISA perpetraron entre el viernes y el sábado de la semana pasada, probablemente pasará a la historia de las democracias occidentales como la mayor infamia política perpetrada desde que cayó el muro de Berlín. No hay nada peor que alguien que se cree sus propias mentiras.

A veces no sé si reir o echarme a llorar. Esta noche en el piso hemos tenido la enésima discusión sobre política. Tendría su gracia, si no fuera porque allí estaba F., uno de los italianos que escuchaba atento como, según L., en la primera mitad de los años '90 España era un país totalmente hundido económicamente, una ruina total. Teníamos un gobierno socialista que no hacía más que robar y gastar, hasta dejar las finanzas públicas en bancarrota total. Menos mal, añadió A. (que paradójicamente para ser facha se alegró con la derrota del Madrid), llegó Aznar para salvarnos y convertirnos en un país donde ya no hay pobres y el paro es un problema secundario. Y mientras discutíamos (es decir, nos gritábamos), en medio de la refriega, reparé en A., la alemana, que miraba con disgusto tanta chorrada. Mira por dónde, teníamos algo en común.

Escrito por Lobo a las Marzo 18, 2004 04:08 AM