Enero 26, 2004

¡Heil, Hynkel!

Hace pocos días conseguí otra de mis joyas cinematográficas:
una edición de lujo de El gran dictador, de Charles
Chaplin
, en edición de lujo (dos DVD y una buena caja, esencialmente).





Vi por primera vez El gran dictador hace unos tres años, en clase de
Historia. Recuerdo en especial escenas memorables como el baile de Hynkel
con el globo terráqueo, o el encuentro de los dos dictadores, momento
desternillante donde los haya. También son de destacar las luchas del
barbero con la guardia de asalto, o el momento en el que éste afeita
a un hombre a perfecto ritmo de música clásica.


El gran dictador, escrita y dirigida por Chaplin en plena apoteósis
del Tercer Reich, es una parodia hiriente e hilarante, aunque en ningún
momento se burla de las víctimas del Reich; al contrario, recrea fielmente
la angustia de los judíos del ghetto, y su absurda, y a veces irónica,
situación, que cambiaba en función de lo que Hynkel necesitase
conseguir de ellos.


El propio Chaplin interpreta a dos personajes: el dictador de Tomania,
Hynkel, y un barbero judío ex-combatiente de la 1ª Guerra Mundial.
Ambas interpretaciones son fabulosas, pero la del dictador es memorable, por
la genial imitación del discurso de Hitler, por el aire
afeminado que otorga al personaje (¿haciendo alusión quizá
a esa teoría marginal que propugna la homosexualidad del famoso dictador?),
por representarlo como un personajillo insignificante que intenta hacerse destacar.


Al dictador Hynkel le acompaña el Reichminister, Garbitsch
(parodiando a Josef Goebbels) y el mariscal Herring
(Herman Goering).
También veremos una relación amor-odio
muy satirizada con el dictador de Bacteria, Napaloni (Benito Mussolini),
interpretado de forma desternillante por Jack Oakie, quien
obtuvo una nominación al Oscar por el papel


Escrito por Narux a las 12:15 AM | Comentarios (0)

Enero 09, 2004

¡Qué impresora tan moderna!

Imaginaos la situación: 25 de Diciembre, día de Navidad. Mi padre
en el nuevo ordenador de mis primos, uno de 20 años y otro de 16, instalándoles
la nueva multifunción que les había sido regalada recientemente...
Me llaman y voy a ayudarles a instalarla, se copian los archivos y se instalan
los controladores. Perfecto. Mi padre abre el panel de control de la impresora,
con el objetivo de imprimir una página de prueba.

Pero, fijaos qué cosas, le da por error a "Imprimir imagen" y,
como el Windows es XP, aparece un menú con miniaturas
de la carpeta Mis imágenes... aproximadamente unas quince fotos
de chicas desnudas.

- ¡Mira qué impresora tan moderna, las imágenes que trae!
-ríe mi padre, que está cegato perdido.


Mi primo menor y yo empezamos a reírnos. El mayor se queda mirando la
pantalla, tieso.


- Ay... ¡pero si esta carpeta es Mis Imágenes! Y yo que
creía que las había instalado la impresora, y resulta que son
vuestras...

- Yo no tenía constancia de la existencia de esa carpeta -replica mi
primo de manera poco convicente.


Mientras, yo estoy tirada por los suelos de la risa.


- ¿Llamamos a tu padre, a ver si ha sido él quien ha metido las
fotos? -pregunta mi padre en tono de guasa.

- No -intervengo yo- déjalo ya, anda. (No me parecía oportuno,
teniendo en cuenta que a mi primo ya le metieron un dialer por bajar
pornografía)


A nosotros, maestros de ocultar archivos y camuflar carpetas, nos parece increíble
que alguien pueda guardar sus fotos porno en la carpeta "Mis Documentos"
de un ordenador familiar sin contraseña. Pero por lo visto aún
quedan unos cuantos ingenuos informáticos pululando por aquí.


Escrito por Narux a las 12:10 AM | Comentarios (0)