A todos los que no me conocen... y me detestan
Los Rodriguez
Palabras más, palabras menos
palabras más o menos ayer me decías
palabras más o menos que no me quieres
Palabras más o menos me estás dejando en cueros
palabras más, palabras menos
Palabras más palabras más palabras menos
Es lo que menos te puedo dar, es lo de siempre
Palabras nuevas, palabras llenas remordimiento
palabras que se lleva el viento
palabras menos, palabras más
Palabras más palabras más palabras menos
Es lo que menos te puedo dar, es lo de siempre
Palabras viejas palabras sólo como pasatiempo
palabras que soplan en el viento
palabras fáciles de olvidar
palabras más o menos las que hoy me duelen
palabras más o menos sentimientos ajenos
palabras más o menos palabras que pueden lastimar
palabras menos menos menos palabras más
palabras más, palabras menos
Palabras más palabras más palabras menos
Es lo que menos te puedo dar, es lo de siempre
Palabras nuevas, palabras llenas remordimiento
palabras que se lleva el viento
palabras menos, palabras más
Palabras más palabras más palabras menos
Es lo que menos te puedo dar, es lo de siempre
Palabras viejas palabras sólo como pasatiempo
palabras que se lleva el viento
palabras menos, palabras más
Por: Newton
Había una vibración en las voces de todas las cantantes pop que me hacia pensar en todas ellas como una nueva rama de la “mala” pornografía…
Por: Newton
¿Qué vaina es esa de que todos tenemos que convertirnos en “los ojos del mundo”? ¿Quién nos vera a nosotros?
En este planeta lo único que existe son “los prejuicios de todo el mundo”, menos los de “nosotros”…
Nosotros como ciegos…
Por: Newton
Día tertulia… respiro un aire ionizado… nadie entendió que era solo un poco de miedo… una irrealidad. Nunca fui el mismo, sin pasado, sin esperanza, enamorado del vinil, exhausto ante la materia… recorrí un camino inerte…
Entre sombras como coyote, vi… el aroma de la desesperanza como un Madrid, como libélula, como un cactus… era New pero no improve… ladrón de estrellas, vericueto del devenir… culto y anónimo, sin ademanes siendo perseguido… solitario, abandonado, vacío…
Tú tienes el pin de ese teléfono…
Un sugestivo y personal recorrido por las experiencias y las cualidades que se agrupan bajo la expresión "libro objeto".
Por:Guillermo Daghero(*)
"El arte es, ustedes lo recuerdan, un ser marionetiesco, yámbico-pentápodo, y -esta propiedad está refrendada también mitológicamente por la alusión a Pigmalión y su creatura- falto de hijos." Paul Celan [1]
UNO Varias son las vías de acceso al imaginario del librobjeto. Algunas consideraciones sobre el lugar que el objeto libro ocupa en el espectador, en el lector, nos enfrentan a un capítulo distinto del libro, donde se hace perceptible un lenguaje otro. Más universal, más ligado a la forma. Lugar de lo posible manipulable, de lo apenas verbal -en algunos casos- y extraño -en la mayoría. Puede pensarse en una categoría que tiene que ver con el ojo, con las lecturas y con la materialidad de la cosa.
Indicios de indicios. Los manuscritos impresos en papiros, rollos y pergaminos. Luego códices, hasta convertirse en libros de gran formato, poco manejables, adornados e ilustrados: "incunables" que no estaban destinados a la circulación del saber sino considerados objetos sagrados, cuidados, respetados como tales y sin difusión (casi).
Con la aparición del papel y el desarrollo de la industria papelera, el libro -tradicionalmente hablando- es concebido como instrumento de transmisión (¿?).
Desde la literatura infantil aparecen las ediciones de libros para ver, algunos táctiles, otros, verdaderas piezas de orfebrería donde se mixtura el color de las imágenes, con una voz lectora y la posibilidad del armado de un mundo en cualquier sitio (libro-maqueta) (("colección Walter Benjamin" [2] de libros antiguos para niños)).
La mirada hace del libro un objeto, una cosa: cuerpo ejemplar volumen libro.
Aventurando algunos pareceres, cuántos libros posan y reposan acumulando partículas del ambiente convirtiéndose en librescas alimañas: libros no-leídos; libros pesados (libro-plomo); libro objeto de mudanzas (libros heredados). Cuántos otros en la mesa de luz, años enteros, vidas enteras: libro sagrado (?bibl-?), libro-ritual (misal), libro-santuario (Mallarmé).
Libro leído = objeto abandonado: libro de culto.
Libros y más libros parados, acostados (libro cerrado). Más y más letras muertas (libro de los muertos: escrito en papiro que acompañaba al muerto en la tumba).
Cuántas veces nos encontramos en una librería y tentados por tantos, tenemos que decidir por adquirir un libro, un ejemplar de esa edición. Es ahí cuando la tapa (el container, el envase del contenido) juega en esa decisión con un entrar por los ojos. Este pararse frente al objeto libro nos remite a un acto primario e instintivo donde el ojo y la mirada pelean-se. Encuéntrase in situ lo pequeño con lo grande. Los mundos. El ojo hace de órgano mapamundi (libro de la sabiduría) y ligero chequea el pasado del sujeto. La mirada es para adelante: la que ayuda a caminar, a ver lo que tenemos en frente.
Hablar d e s p a c i o: el libro es aún inédito, el libro está agotado.
Libro robado, desaparecido. El libro se ha prestado.
El ojo es el encargado del rutinario ejercicio de la mirada. Este acostumbramiento produce cierta madurez (más-duro) del objeto arrastrándolo a un campo visual. Podría decirse que un libro es objeto de sí mismo: un librobjeto = un objeto-libro (lugar ocupado en el espacio para pensar el lenguaje).
DOS ... "el arte -pareciera decirnos, con Cornell- lee siempre un libro interior que habla de la ciudad del alma", escribe María Negroni [3] en El arte del ladrón.
Cecilia Vicuña, poeta y performer chilena, radicada en USA, trabaja desde los años '60 indistintamente con manuscritos, objetos, ediciones únicas, limitadas, seriadas y no seriadas sin perder sutilezas en cualquiera de sus resultados (en "Book No Book", en the Woodland Pattern Book Center, en Milwaukee, USA, sept. 2001, reunía una selección de los libros realizados entre 1965 y 2001).
Dejar marcas sobre los renglones de una lámina de cebolla entonces...
En los distinto haceres, suele utilizarse el libro como soporte: libros que se reconocen como objetos en forma de libro. Libro como recipiente. Libro de trabajo (Mark Lammert); libro-común-contenedor (de la traducción de 34 hojas escritas en reversos de facturas, hojas de almanaques y volantes, la editorial Gallimard publica dos libros -de los 526 manuscritos en letra gótica microscópica- de Robert Walser); libro-de-llevar (de bolsillo, fetiche, compañero: género de arte de viajeros) [4]. Libro como formato ideal para mostrar: libro de escritores (edición de autor, libro original, libro único; edición diamante [príncipe: la primera de una obra]); libros de poesía ("5 metros de poesía", libro acordeón de Carlos Oquendo de Amat, 1927); de poesía concreta ("Caixa Preta", Augusto de Campos, 1974); de poesía visual y sonora ("2 ou + corpos no mesmo espaço", Arnaldo Antunes, 1997). Libros conceptuales; libros de intervención; libros de imágenes (Christian Boltanski); libros performáticos; libro-catálogo (libro de libros).
Otro es el costado sutil y sensible del libro como objeto: libro que es por sí mismo una obra y no un medio de difusión de una obra. Libro de artista: categoría de las artes visuales que dentro de sus particularidades reconoce al poema-objeto (Joan Brossa) y al librobjeto; libros táctiles (Marie Orensanz); Librobjeto: libro autónomo, pieza única, distinta y distante. A veces manipulable, otras, inmóvil (libro-bola de Gérard Duchême, colección Galerie Caroline Corre, París).
Dicha taxonomía permite transparencias e inflexiones que remiten a obras algunas aunque el librobjeto esconda el ojo en su valor objetual.
Un libro como objeto guarda su condición de auténtico. Al decir de Baudrillard: "autenticidad: (ser-fundado-en-sí-mismo)"... "habla del origen de la obra, de su fecha, de su autor, de su signo" [5]. La condición de ser del librobjeto es-ser-obra (librobra). Objeto único, original; objeto de pasión, por ende objeto coleccionable (in útil). Lo visible en un librobjeto es la idea hecha a base de despojo y síntesis. El guiño reside en los elementos que lo componen, y de las muchas lecturas que puedan hacerse de sus materiales. Ahí la pupila del zahorí; las aproximaciones al blanco. Un librobjeto habla -sin decir palabra = mudo- de una obra cualquiera que tiene como objeto ser visto, manipulado y pensado.
TRES Libro raro: una rareza ("Pomelo" [6]; La Poesía Chilena [7]; Mar Paraguayo [8]"; "Instan" [9]; ) o pequeñas perlas editadas. Ediciones banales. Multiformes. Interdisciplinarias. Libros híbridos. "Ceci n´est pas un livre" [10].
Más de uno se impacientó ante un librobjeto presagiando el destino del libro.
"El libro no es una imagen del mundo, aún menos un significante (...). No nos hallamos frente a la muerte del libro, sino frente a otra manera de leer. En un libro no hay nada que entender, pero hay mucho por utilizar. No hay nada que interpretar ni significar, sino mucho por experimentar. El libro debe formar máquina con alguna cosa, debe ser un pequeño útil sobre un exterior" [11].
Muchos experimentan este hacer-libro como un saberlo-hacer-todo; como verdaderos "momentos de epifanía (... momentos particulares en que todo parece condensarse en su máxima energía y plenitud ... momento de deslumbramiento en la vida común, algo que quisiera retener las horas, que quisiera existir plenamente en un mundo cerrado, circular y feliz)" [12] de autor. Las más de las veces este hacer libro está emparentado a un pedido de ocasión, a una etapa experimental de autor paralela a su búsqueda o alguna tentativa de venta más accesible. El librobjeto entendido como recinto = mental (libro-condenado) es un don de pocos autores. Un género sin crítica, sin ojos (casi)((descuidado)).
Sin más calificativos, un librobjeto contiene lo que cualquier obra: fugacidad.
Bajo este aire vale inventar un lenguaje moderno a través del lenguaje común.
(*) Guillermo Daghero nace en la localidad de Oliva (Provincia de Córdoba), en el año 1967. Trabaja en la rehabilitación de la enfermedad mental a través de quehaceres artísticos. Ha publicado los siguientes libros: "La construcción", (1996), edición de autor; "Buenos días a todos menos a uno" (1998), Ingenio Editorial; "la eme" (2000), Ingenio Editorial, y "h de hombre, de silla" (2002), junto a Natalia Blanch, edición limitada.
Notas:
[1] Paul Celan: El meridiano, traducción y notas de Pablo Oyarzun Robles, Intemperie Ediciones, Santiago, 1997.
[2] Walter Benjamin: Escritos, La literatura infantil, los niños y los jóvenes, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1989.
[3] Charles Simic: Totemismo y otros poemas (sobre el arte de Joseph Cornell), Alción Editora, Córdoba, 2000.
[4] Enrique Vila-Matas: Historia Abreviada de la literatura Portátil, Anagrama, Barcelona, 1996.
[5] Jean Baudrillard: El Sistema de los Objetos, Siglo Veintiuno Editores, México,1997.
[6] Yoko Ono: Pomelo, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1970.
[7] Juan Luis Martínez: La Poesía Chilena, Ed. Archivo, Santiago, 1978 (dicha edición consiste en una caja negra [500 ejemplares. 399 numerados] que en su interior contiene una bolsita con tierra, le sigue un escrito breve y varias partidas de defunción acompañadas al dorso de la bandera de Chile).
[8] Wilson Bueno: Mar Paraguayo, Intemperie Ediciones, Santiago, 2001. A modo de prólogo de esta edición Néstor Perlongher dice que "Mar Paraguayo no es un poema para contarse por teléfono". M.P. es una excelente obra escrita de otra forma. Al nombrarlo como libro raro, es sólo para hacer hincapié en la invención de un lenguaje (que puede entenderse como lenguaje otro) y desmitificar algunas prioridades de juicio de valor estético para encasillar los libros.
[9] Cecília Vicuña: Instan, Kelsey St. Press, 2002.
[10] "Esto no es un libro" (tr.) LIVRES D´ARTISTES -Collection Semaphore, Centre Georges Pompidou/BPI et Editions Herscher, París, 1985.
[11] Gilles Deleuze y Félix Guattari: Rizoma, Pretextos, Valencia, 1980.
[12] Carlito Azevedo: Sublunar, prólogo de Heitor Ferraz Mello, colección bikebik, tsé-tsé, Buenos Aires, 2002.
Una incursión por el territorio de una arquitectura débil, por una ciudad incómoda consigo misma.
Imágenes de una masa informe, indiferenciada, sucia, gris. Un déja vu en cada esquina; "le limpio el vidrio, doña?".
Por: Federico Litvin + Diego Bari
El pibe de los astilleros nunca se rendía
Tuvo un palacete por un par de días
Rapiñaba montado a los containers
El maldito amor que tanto miedo da [1]
La imagen de ciudad ya no es más la gran manzana, ahora es "la gran limosna"; ya no es un sinnúmero de oportunidades: es una última chance. La ciudad contenedora que nace con el día se vacía de noche, dejando sólo su epidermis impermeabilizada como única opción de uso. La noche disfruta de un manto más homogéneo; la ciudad pierde altura y gana profundidad. La noche en la ciudad no transcurre sólo en polos comerciales concentradores de actividades compatibles. Hay "otra noche" y tiene infinitos matices, acontece en toda la ciudad. Sólo que esta noche no tiene respuesta arquitectónica o urbanística que le permita alcanzar el grado de lo políticamente correcto. Esta arquitectura de noche está obligada a ser nómada: lleva su subsistencia a cuestas y sólo toca a la ciudad en aquella piel, dejando apenas sólo rastros de su paso…
Arquitectura Nómada
Nómada es aquella arquitectura, y los fragmentos de ciudad en que se inscribe, que no acaba de cuajar en la estructura urbana, ya que posee un componente de movilidad y una capacidad de desplazamiento importantes, y que, por diversas causas, (re)presenta unas condiciones y rasgos al margen o directamente ajenos a la lógica imperante.
Estas causas serán inherentes al carácter o a la cultura nómada de sus habitantes-usuarios-constructores: gitanos en Europa del Este, tribus ganaderas africanas, etc., o tendrán sus orígenes en otro tipo de procesos, producto de economías y políticas harto conocidas. Así encontramos también nuestras propias tribus urbanas: noctámbulos, homeless, chicos de la calle…, junto con otros grupos de desplazamiento forzado: nuevos pobres, inmigrantes internos y/o externos, desocupados temporales o "temporales de desocupados", y un largo etcétera. Son estas tribus con itinerarios propios, lugares, tiempos: gente que aparece en la ciudad por la noche y construye un paisaje totalmente distinto al de día; con ritmos y ley propia -la ley de la calle-, códigos de lenguaje particulares, otras formas de hacer y, sobre todo, otro concepto de ciudad muy distinto al del "común de la gente", inclusive -y principalmente- al de los arquitectos…
No meros habitantes, usuarios o constructores, sino todo ello a un tiempo; esta arquitectura es definida a menudo sólo por la simple presencia de un grupo que hace un uso alternativo de espacios convencionales; que llevan su arquitectura a cuestas. Sin embargo, estos grupos son en sí mismos arquitectura nómada; la transportan en sí mismos, como los beduinos sus tiendas. Nómada sería entonces la necesidad antes que la condición de nuestras (no tan) nuevas tribus urbanas…
Esta no-arquitectura, y esta ciudad no ciudadana, es una contraciudad, sin la cual la ciudad no nos parece posible. Es tal vez la expresión colectiva de la apropiación de los no-lugares, de los "espacios basura" [2]. Existe (y consiste?) en los lugares de los no-lugares, aquellos que resultan residuales a las lógicas de desterritorialización.
Características
Arquitectura nómada son las tribus urbanas, los asentamientos irregulares, las villas, favelas, los squatters, okupas: son los "excluidos necesarios" o los excluidos de siempre…
Algunos rasgos de esta arquitectura más bien indefinible (por lo débil) son su provisionalidad -que no es su efimeralidad-; una aparente autonomía y espontaneidad, una no-planificación, pero una permanencia. No se proyecta, pasa. No tiene un lugar; tiene lugar. No es "sólida", ni eventual; es más bien cíclica, recurrente. A diferencia de otras manifestaciones urbanas, ésta tiene una gran memoria de lo propio como bagaje y de lo adquirido como potencial de futura renovación.
Una arquitectura expulsada y obligada a forzar permanentemente nuevos límites extramuros dentro de la propia ciudad, en nombre de extraños umbrales urbanísticos; aquella a la cual no se le reconoce urbanidad. Está referida casi directamente a la "contraciudad", a la otra cara de la ciudad habitualmente conocida y aprehendida. Lo curioso es que gran parte de la población mundial habita en estas arquitecturas nómadas en ciudades limítrofes de sí mismas…
Ecología urbana, el viaje de la ciudad (in)migrante.
La proliferación y difusión aparentemente indiscriminadas, sin lógica visible, de estos grupos y estas arquitecturas conforma una suerte de arquitectura y urbanismo nómadas, migratorios, que al igual que los extranjeros y los no-ciudadanos no consiguen integrarse, ni a duras penas, a la dinámica de la ciudad.
Esta desintegración, la imposibilidad de coexistencia y aceptación social, una mutua intolerancia e incomprensión, contribuyen en mucho a la fricción y a la "contaminación" urbana, a la degradación material y mental del paisaje urbano y de las condiciones de vida, desde higiénicas y sociales hasta estéticas. Sobra decir que los que resultan principalmente afectados son los propios no-ciudadanos, los excluidos o los no incluidos, doblemente víctimas de dos formas de un mismo perverso mecanismo…
La falta de carácter de esta arquitectura, pero también su prepotencia, su falta de urbanidad, su descuido, son claros síntomas de que mucho no anda bien. Y, a un tiempo, esa agresividad y esa potencia son buena parte de la energía de la ciudad; en estos ámbitos parece latir la ciudad. Muertos o adormecidos muchos de sus centros tradicionales u oficiales, estos espacios informales alternativos son reductos de vida urbana. Encuentros, negocios, juegos, contactos, ocurren de maneras más o menos espontáneas y muchas veces más efectivas, menos artificiales y artificiosas. Lugares donde no todo es consumo, sino más bien subsistencia; no entretenimiento, sino juego; no tanto formato, sino forma; no tanto contenedor, sino algo, al fin, de contenido… Lugares más que espacios, (un picado más que pokémon, en suma).
En un esquema urbano que reproduce bastante fielmente el estado de cosas de nuestras sociedades y economías neoliberales, la arquitectura nómada resulta al desarrollo urbano lo que los inmigrantes a la actividad económica: mano de obra barata, disponibilidad, las variables más variables de toda la estructura urbana: ocupan como pueden sus resquicios. Es la representación espacial de las válvulas de escape a través de las cuales se liberan las presiones y tensiones económicas y sociales (de allí el cuento de "villas de emergencia", y la brutal política de "ante la duda, eche -o golpee, o explote- a un extranjero", tan de moda por el primer mundo… y por los otros, de paso).
La arquitectura informal y nómada representa un eslabón importante en el ecosistema urbano -o peor, en la jungla de cemento. Cumple o puede cumplir funciones fundamentales en la renovación y el reciclaje de los espacios y las prácticas cotidianas. Por ejemplo, los "squatters", como factores no sólo de regeneración urbana y social sino como proceso arquitectónico y hasta filosófico, con ejemplos tanto en sentido positivo como negativo…
"(...) la ocupación representa más que una metodología arquitectónica, más que sólo una forma de vida, resistencia sociopolítica o vía de regeneración urbana (…) el squat es un lugar que tiene lugar en lo que la arquitectura fue y en lo que podría ser; es arquitectura constantemente al borde de la extinción, … es una promesa de lugar") [3]
"Absolutamente Moderno"
Mientras tanto, sería ésta una real "arquitectura flexible", la más aggiornada, hipermoderna, intercambiable, híbrida… y con todas las demás bondades que la vanguardia artística/arquitectónica/urbanística de hoy no puede, no sabe o no quiere encontrar, o que distorsiona para su conveniencia; en la que los conceptos/atributos de movilidad, flexibilidad y demás son un argumento, un (falso) discurso, o un pretexto; en resumen, el paradigma de nuestros tiempos…
"Es posible que en un futuro el mundo se avenga a reconocer los okupas de hoy como aquellos con una visión más ilustrada acerca de la frontera urbana" [4].
Quizás es ésta la movilidad real, la otra cara de la movilidad; cuando el término se asocia no al club de millaje y al jet-lag o a la tecnocracia de los intercambiadores, intermodales, celulares y portátiles de a bordo, sino al desarraigo, a la inestabilidad, a la incertidumbre permanente, a la imposibilidad de prever nada en absoluto, ni siquiera -y sobre todo-, nuestra existencia/subsistencia cotidiana…
Inquietudes Sueltas
Si la arquitectura y el urbanismo no pueden, ni con los viejos métodos ni con las nuevas fórmulas, ¿no será tiempo de empezar a (re)formularse las preguntas? ¿No estaremos desenfocando o equivocando el objeto? ¿Por qué seguir intentando sobre lo mismo, pero -y aquí reside la gran diferencia- sin esperanza?
¿Qué estamos buscando? Nos gobierna el descontento, nos domina esa vaga idea no de impotencia sino como de que "el problema" fuera inconmensurable, inabarcable desde el principio y por principio… Y al mismo tiempo, un irrefrenable deseo de acometer contra los molinos de viento; y, a diferencia del convencimiento y fe de Don Quijote, la incertidumbre y el desasosiego de no estar seguros de creer siquiera que no sean molinos…
¿Cómo resolver la intrínseca contradicción entre la condición efímera y volátil de nuestros tiempos con la propia condición perdurable de la arquitectura, si no su pretensión de eternidad, sin caer en banales y estériles analogías? ¿Cómo retomar, para un sistema cultural basado en la inercia y la pesadez, aquellas primitivas arquitecturas nómadas, temporales y flexibles…?
¿Cómo responder con diseño a esta condición, que tan particularmente elude conceptos tradicionales, que es tan difícil de aprehender? Más aún, ¿son sus espacios, sus formas -construidas o "institucionalizadas"- susceptibles de diseño? ¿Puede el diseño aportar algo en este campo? ¿O es que debe restringirse a un segmento más tipificable, más confiable, menos escurridizo…?
Mientras tanto, esta no-ciudad, la contraciudad es un fenómeno que en su esencia es la propia condición de transformación de la ciudad…
Notas:
[1] Estrofa de la canción "El pibe de los astilleros", del grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, de su disco "La Mosca y la Sopa", Del Cielito Records, Bs. As., 1991.
[2] Cfr. Rem Koolhaas, en Arquitectura Viva N° 74. Sept./Oct. 2000.
[3] Gil Doron, "Rethinking the squat", en Archis, N° 5, Dic. 2000.
[4] Nile Smith, "The New Urban Frontier", en Archis, N° 5, Dic. 2000.
Por: Newton
¿Es un problema territorial partidista?, ¿acaso es por su distribución municipal?… Lo cierto es que la calidad de vida en esta ciudad se ha ido reflejando en unos servicios públicos satánicamente colapsados, con una movilidad diabólicamente estática y para colmo una inseguridad que mantiene en estado de pánico al resto de los ciudadanos. En resumen… estamos todos siendo victimas de una guerra sistemática por el descontrol de nuestro contexto y todo por un capricho de tipo social indeterminado.
Conociendo la situación de CCS y sabiendo a este nivel sus virtudes mas notablemente conocidas como lo son el clima, vegetación, implantación territorial (que no minimizan el riesgo ante eventos de carácter natural) debemos entender que su condición de “infierno en la tierra” se debe a una especie de incapacidad para renovarse a través de sus habitantes. Sin embargo esta deficiencia no es autónoma ni individual, ni siquiera es propia de una CCS abstracta; sobretodo se debe a una intolerancia genética arraigada en la psiquis gubernamental, transmitida por una burocracia que funciona como un estandarte masificado de individuos-autómatas sumamente conformistas, y además literalmente chapuceros. No en vano somos los reyes de la improvisación; del cartón, el anime y el tirro plomo… somos aquellos que siempre decimos: “chamo de vaina lo hice…”
En esta ciudad todo se diluye en una violencia hacia lo que pretende ser eficiente… como si la única salida a esta espiral negativa sea la reafirmación de un individuo indiferente (figura de poder) ante una masa mediaticamente hipnotizada: proliferan los I pods, aumentan los arrebatotes; se venden mas carros, pasamos mas tiempo atascados; hay un coñazo de moto taxis, hay menos espacio en la aceras… y así infinitamente con una lógica aterradora que nos impide disfrutar de momentos “racionalmente” estéticos a través de una caminata vespertina, sobre las ruedas de un transporte publico matutino o simplemente la contemplación de una “buena” arquitectura…
Definitivamente, los caraqueños y en general todos los venezolanos, no estamos sintiendo que seamos parte de un mundo transformado por la tecnología, ni tampoco sentimos que vamos a la par de los cambios que se están produciendo en el pensamiento de la humanidad producto de los avances científicos. Todo lo contrario, lo único que se esta produciendo en nosotros es que deseamos cada vez mas que este mundo desaparezca, produciendo una hostilidad que se refleja hacia lo único que nos contiene (ciudad) convirtiéndola en el deposito de nuestras frustraciones o expresiones…
Derrumbar una pared o pintarla con un graffiti… da igual; invadir un edificio o expropiarlo… da igual; distribuir este panfleto o un discurso gubernamental… no es igual: el primero es una idea escrita en esta pantalla, el segundo es una ideología mal jalada vociferada sobre una masa de adictos al paternalismo…
La ciudad de CCS no ha dejado de ser un “pueblo con edificios”
Por: Zenda Liendivit
Experimentar una obra es en principio un asunto corporal. Es sabido que cada época habita el mundo a su manera; habitar es inherente al ser humano; el horror al vacío también. Hay creación porque hay formas de vida que buscan otras formas allí donde no hay nada; formas que se desean para, en última instancia, seguir siendo. El arquitecto, como todo artista, entabla con el agua, con el viento, con la tierra, quizás con un "otro", un duelo de voluntades para que su obra se mantenga erguida y sólida. Para que sea. Ocurre en forma frecuente que al transitar por las calles de una ciudad moderna experimentemos algo de este choque de voluntades, como si sus elementos —donde estamos incluidos— formaran parte de una trama invisible, un inquieto entretejido que los contiene y los rebasa y donde cada hilo traza sus propias líneas de acción, sus insondables leyes. Un entretejido que, en última instancia, es silencioso. Algo de esto ocurre con la arquitectura literaria de Kafka, la que tan pronto como nos seduce, nos invita a recorrerla, también nos extraña. Kafka proyectó murallas, castillos, construcciones laberínticas y móviles; proyectó largos corredores, pasillos, escaleras y agobiantes habitaciones; funcionarios, ayudantes, ordenanzas y leyes invisibles; cuerpos mutantes y cruzas. Decimos Kafka y rápidamente desfilan frente a nuestros ojos los lugares comunes. Pero ¿cómo están construidos estos espacios?
Deleuze afirma que "lo esencial en Kafka es que la máquina, el enunciado y el deseo formen parte del mismo y único dispositivo, que dé a la novela su motor y su objeto ilimitados." La justicia, el extrañamiento, la imposibilidad, la derrota, la esperanza, la culpa, el juego imposible, el fracaso, las ambigüedades, las contradicciones, fluyen en los relatos a través de cuerpos movidos por el deseo. Pero los personajes de Kafka no son aquellos seres con los que nosotros, los lectores, nos familiarizamos de inmediato, aquellos que nos hacen padecer su suerte en carne propia. Por el contrario, Kafka nos obliga al merodeo, a mantener con ellos cierta distancia. ¿Por qué? Porque más que personas los personajes son construcciones que relacionan las diferencias, que las comunican, que las desvían; son espacios que tanto pueden hacer entrar en vecindad como distanciar el mundo y su afuera, lo que pertenece y lo que está excluido, las certezas y el abismo, generando enfrentamientos y, a la vez, complicidades. K, el personaje de El Castillo, es consciente de que está fuera del mundo, pero quiere acceder a la meta suprema, quiere llegar al castillo, ese sitio un poco decepcionante que se levanta allá a lo lejos y cuya distancia parece siempre variable. Para lograrlo debe atravesar los intrincados corredores que encarnan en Frieda, Barnabás, pero sobre todo en Olga, la "doblemente recusada"; debe acceder a Klamm, el decadente y escurridizo funcionario que habita el mesón señorial. En igual medida, Joseph K, el personaje de El Proceso quien no sabe que está fuera del mundo, debe recorrer a Leni, al pintor, al abogado, a la mujer del ujier, para aspirar a la vana ilusión de que existe una salvación frente a su condena. Y serán ellos los que, en ambas obras, marcarán las trayectorias de cada uno de sus fracasos. Pero esta relación de cuerpos con lugares construidos —corredores, pasillos, castillo, mesón— no es una cuestión metafórica: la carne y la sangre se prolongan en mamposterías, maderas y ruedas asesinas, funcionando como conjuntos espaciales regidos por leyes que siempre se nos escapan. La habitación sin ventilación del pintor Titorelli, en El Proceso, se funde con su cuerpo en las miradas de las niñas y en el salto del juez sobre su cama, la que se halla atravesada frente a la puerta que lo comunica con… las oficinas de la justicia; así ocurre también con las cabezas agachadas y las espaldas encorvadas de los espectadores y el techo de la sala de audiencias. O con el aparato que inscribe en el cuerpo del condenado su propia sentencia, en La Colonia Penitenciaria. Arquitectura que respira indistintamente por los mismos poros: cuerpos orgánicos, flujos, deseos y materia inerte. Por otro lado, las disposiciones constructivas de los cuerpos determinan también los desplazamientos. Así, como si fueran los ladrillos de un edificio, que se colocan de acuerdo a la finalidad de la pared a levantar, los personajes pueden ubicarse en bloque, como cuando Joseph K se encamina a la muerte llevado por dos hombres ("…los tres formaban una especie de bloque, del que no se hubiera podido destruir a uno de ellos sin destruir a los otros. Realizaban una cohesión que casi no se puede obtener en general sino con la materia muerta…"); en línea desplazada, como el padre que se eleva buscando el cielo y se sostiene del techo mientras el hijo se arroja del puente buscando el infierno, en La Condena; en fragmentos, como en La Muralla China; en círculos; encimados, de a dos, de a tres, acurrucados, entrelazados; como reflejos unos de otros, como Artur y Jeremías, los ayudantes de K ("…Tan sólo os distinguís por los nombres, y en lo demás, os parecéis el uno al otro como… una víbora a otra"). Interminables agrupaciones que actúan en múltiples direcciones, en diferentes planos, y que no solamente se relacionan con otras; también lo hacen con ellas mismas a través de oscilaciones, caídas, tanto para aproximarse como para extrañarse. Como le sucede a K, quien al hacer el amor con Frieda se siente en "una tierra extranjera en la cual ni el aire conservaba ya partícula alguna del aire natal…" (El cuerpo excluido de K vuelve a excluirse y tal vez con ese doble movimiento, de alguna forma, retorna momentáneamente al mundo). Una construcción está solicitada por ciertas fuerzas, y a la vez genera otras. Estas mismas formas de relación de espacios, que por lo general tienden a la reducción, a la asfixia, al agobio, provocan el efecto contrario. Reaccionan con la fuga, y en esos desvíos también se transforman. Ejemplos hay muchos; Gregorio Samsa, en La metamorfosis, es el usual. O Joseph K, quien se va embelleciendo por el reflejo de la muerte que avanza como una luz verdadera sobre su rostro. Arquitectura entonces nómada, de espacios abiertos y cerrados, estancos, contiguos, comunicantes, desplazados, transformados, en fuga, arquitectura de construcciones mixtas que debido precisamente a esta imposibilidad de aquietar y aquietarse no puede jamás echar fundaciones sólidas, el único suelo que conoce es el vacío. Y así como una ciudad o un edificio acontecen en un determinado tiempo histórico -esto es, las luchas que llevan a cabo los arquitectos para erigir sus obras se mueven dentro de un contexto dado por la historia, las leyes conocidas, las costumbres etc.-, el tiempo de la obra en Kafka es siempre un tiempo incesante. El presente fluye, sin agotamiento posible, "nunca hay que acabar con lo indefinido; nunca aprehender como inmediata, como ya presente, la profundidad de la ausencia inextinguible" dice Blanchot refiriéndose al error en que incurre K con su impaciencia por llegar a la meta. En cada gesto se abre un abanico de posibilidades múltiples en un tiempo que los acompaña y que se supedita a ellos —"¡Qué días breves, qué días breves!" exclama K; había salido por la mañana en dirección al castillo, se había topado con obstáculos, había tardado un par de horas y había vuelto al mesón… de noche—. Hubo un pasado, del que poco se sabe, salvo algunas leyendas que se erigen con la fuerza de la ley. Si existe alguna trascendencia, algún absoluto, está siempre fuera de alcance. O está muerta y sólo quedan sus rumores, sus ruinas, como está muerto, siempre muerto el emperador de la China.
Tal vez, y sin pretensiones de oscurecer ni aclarar nada, la iluminación de esta arquitectura nómada y que acontece en un tiempo sin reposo hable en forma elocuente. El claro oscuro. Rara vez hay demasiada luz, rara vez oscuridad total. Los espacios viven en penumbras: algo siempre vamos a comprender de lo que dicen (de allí la multiplicidad de comentarios que ha generado la obra de Kafka); algo siempre se nos va a escapar. Va a fugar hacia el infinito, seguramente sobrevendrá el silencio.
por: Hernán Guerrero Figueroa
Introducción
El diseño arquitectónico para construcciones nómadas pone de manifiesto que su solución va más allá de sola solución de necesidades del hombre. Esta condición nómada del hombre, es ante todo una posición de vida; en donde la respuesta arquitectónica debe considerar otros campos de conocimiento como el de las humanidades para encontrar alternativas de diseño que respondan a la realidad de ese hombre.
"Los caracoles construyen una casa que llevan consigo. Así el caracol está siempre en casa, viaje donde viaje"
Gaston Bachelard
A un poco tiempo ya de entrar en un nuevo milenio, no es muy frecuente considerar a las tiendas u otras construcciones provisionales como arquitectura, a pesar de que millones de personas vivieron, viven y vivirán en ellas temporal o permanentemente. "Constatamos también que con pocas excepciones ninguna dirección artística ha sido vinculada exclusivamente con la construcción de tiendas. Los motivos son diversos. La historia de la construcción y la arquitectura se ha ocupado comprensiblemente solo de la búsqueda y mantenimiento de obras o ciudades completas o parcialmente conservadas y no en cambio de las tiendas u otras construcciones provisionales. La historia del arte considera la tienda en sus representaciones gráficas como un elemento decorativo o como un elemento que da un significado a una acción" 1
Parto de concebir que las viviendas nómadas también son arquitectura pues implican una posibilidad de cobijo para el hombre, responden a sus necesidades físicas y también espirituales. En ellas esta claramente manifiesto que su hábitat implica mucho más que la satisfacción física de cubrirse de las inclemencias del clima, es ante todo manifestaciones de la actitud nómada ante la vida, que poseen muchas personas. El ser nómada no es una actitud de los últimos tiempo, el hombre desde que aparece en la tierra ha optado por vivir en un solo sitio o el estar viajando de un lugar a otro teniendo así diversidad de asentamientos.
Esa condición de nómada ha determinado un tipo especial de techo, cuyo diseño como es obvio determina ciertas condiciones que le son inherente a este tipo de arquitectura. "La casa proyecta una enorme sombra, si no como abrigo, como metáfora, viva, muerta y mezclada. Es el receptáculo de nuestros sueños y anhelos, recuerdos e ilusiones. Es, o al menos creo que debería ser, el instrumento de la transición del estar al bienestar". Por lo tanto como arquitecto es mucho lo que se puede hacer, no creo que se debe seguir pensando que estos asuntos no son de nuestra competencia profesional porque la arquitectura tiene que ver de una u otra forma con todos los que la habitamos, "ninguna arquitectura que trabaje a favor del hombre en lugar de contra él está superada". 2
Hipotesis
"Los marginales han vuelto a descubrir lo que hace tiempo fue olvidado por las sociedades más sofisticadas, que su cobijo puede encarnar su filosofía" 3
Bill Voyd
Las comunidades nómadas latinas se asientan en un lugar determinado bajo condiciones de arraigo favorables a su condición humana, contando con un diseño arquitectónico propio de cada comunidad que le permita al interior un rápido, eficaz y fácil asentamiento y al exterior un modelo inserto que guarda cierta relación con el entorno urbano y rural.
El ejercicio arquitectónico toma como herramienta de diseño el trabajo del arquitecto con la comunidad donde conocer sus condiciones, necesidades, expectativas y forma de vida para luego traducirlas en una respuesta de diseño es fundamental, pues en estos lineamientos encuentra bases que le permiten una solución que salga del mismo hombre que habitará esa arquitectura.
Hombre y Mito
"El que vive en tiendas, disponible y sin equipajes, es el que corre hacia Dios." 4
Cf. Ex 13,20
"Toda sociedad tiene su propia concepción del universo. Sus miembros saben decir qué forma tiene el mundo, quién lo creó, si fue creado, cómo aprendieron los hombres a cultivar la tierra y a fabricar los instrumentos, qué posición tiene la sociedad tribal frente a las demás, quién instituyó sus reglas sociales. Muchos de estos conocimientos están contenidos en los mitos guardados por la tradición tribal". 5
El anterior planteamiento realizado por Melatti nos reafirman que los mitos son ante todo narraciones de acontecimientos cuya veracidad no es puesta en duda por los miembros de una sociedad. Muchas personas piensan aún hoy en día, que los mitos nada más son descripciones deformadas de hechos que realmente ocurrieron. En realidad, según lo afirma el mismo autor y siguiendo con la misma cita "todo indica que los mitos tienen más que ver con el presente que con el pasado de una sociedad. Aunque las narraciones míticas siempre colocan los acontecimientos de que tratan en tiempos pretéritos, remotos, no dejan de reflejar el presente, ya sea en lo que toca a las costumbres o en lo que toca a los elementos tangibles, como los artefactos-" 6
Mito Generador de Cobijo Nómada
Si existe el día, también existe la noche, si existe la tierra es porque contamos también con el cielo. Son muchos las descripciones que nos hablan del hombre de las cavernas que paso luego a tener una vida sedentaria. Sin embargo si contamos con este tipo de hombre también debemos contar con el hombre nómada que tendrá como opción de vida el de trasladarse siempre de un lugar a otro.
Herskovits hablando del hombre prehistórico plantea que nuestra deuda con este hombre es impresionante, "todos los descubrimientos básicos de las técnicas que caracterizan los modos actuales de vida se hicieron en una época en que la economía del hombre se caracterizaba por el uso de herramientas de piedra" 7 y nos da una amplia perspectiva de la primera revolución del hombre, la neolítica donde el hombre vivía con una economía cazadora y recolectora, lo cual hizo posible una serie de sistemas económicos y sociales que solamente podían subsistir a base de una alimentación segura y abundante proporcionada por la domesticación de animales y el cultivo de plantas.
Siguiendo con la idea de ese hombre nómada encontramos también evidencias relacionadas a la existencia de sus tiendas desde periodos antiguos, como es el caso de la pintura sobre la superficie de las cavernas, "en algunos murales aparecen numerosas figuras semejantes a tiendas, llamadas tectiformes, que según se cree son diagramas de construcciones de madera". 8
Ahora bien, la idea del hombre nómada la reafirma Joseph Rykwert cuando menciona que "Wright en su libro The Living City publicado por primera vez en 1945 habla de que la humanidad estaba dividida en moradores de cavernas, agricultores y tribus nómadas de cazadores-guerreros; y podríamos encontrar al nómada saltando de rama en rama en la frondosa enramada del árbol, sujetándose en el enroscado extremo de su cola, mientras el estólido amante del muro buscaba su seguridad escondiéndose en algún agujero del terreno o en una cueva ¿el mono¿ ... El habitante de las cuevas se convirtió en el hombre de las cavernas. Empezó a construir ciudades, su dios era un maligno asesino...
Erigió su dios dentro de un misterioso pacto. Cuando pudo, hizo a su dios de oro, Y aun lo hace. Pero su hermano, más andarín y viajero, ingenió un alojamiento más adaptable y esquivo: la tienda plegable, Era el aventurero y su dios, un espíritu tan devastador o tan benéfico como el mismo". 9 Y continua esta cita afirmando que los buenos y los malos no permanecieron separados: Las conflictivas naturalezas humanas han conquistado, han sido vencidas, se han casado y vuelto a casar; han producido otras naturalezas; fusión en unas cosas, confusión en otros.
"Wright presenta al nómada como prototipo de demócrata, mientras que el agricultor cavernícola es la encarnación de la antidemocracia. Wright pensaba que" en cuestión de cultura la sombra-sobre-la-pared ha parecido hasta ahora predominante. Por eso esta emergiendo un tipo humano capaz de cambiar rápidamente del antiguo gran muro. En la Capacidad de cambiar tenemos el nuevo tipo de ciudadano. Lo llamaremos demócrata". 10 Esta división de la humanidad en malos terrícolas y buenos y espirituales constructores de tiendas no es mas que una variante entre Caín y Abel, entre el bien y el mal, entre el blanco y el negro todo como una lógica de opuestos.
Debido a las anteriores anotaciones reafirmo que este hombre nómada genera entonces un tipo diferente y particular de arquitectura acorde a su condición de desplazamiento, y es allí donde ese peregrinar hace parte de la vida del hombre, va consigo donde quiere y forma parte de su vida, condición que debe tenerse en cuenta en el diseño arquitectónico.
Peregrinaje
Al parecer disponemos de pocas fuentes para investigar las primeras tiendas utilizadas por el hombre en los principios de la historia. Las primeras conclusiones y pruebas convincentes según Frei Otto nos las aportan las excavaciones de campamentos que datan de 30000 años. En las culturas primitivas más elevadas encontramos amplias descripciones y sobre todo muchas representaciones precisas. Las tiendas más conocidas cuyo origen data de 3 milenios atrás es la -tienda de Dios- de los Israelitas que durante sus 40 años de éxodo peregrinaron por el desierto viviendo sin duda en tiendas. En la Biblia se menciona que "desde Ramses se llega a Sukot". 11
Los interpretes de los nombres afirman que entre los hebreos Sukot significa tiendas. La tienda fuera de satisfacer sus necesidades de techo representó para ellos el cambio a la libertad. Ya no estaban cubiertos por palacios de esclavitud sino que estaban cubiertos bajo tiendas de libertad. Era ante todo un peregrinar en busca de Dios.
Por consiguiente y teniendo en cuenta las diferentes descripciones que encontramos en la Biblia podemos concluir que para el pueblo conducido por Moisés el peregrinar era ante todo una nueva actitud de vida. En la tienda de Dios se guardaba el arco con las tablas de la ley. Al pasar los Israelitas a la vida sedentaria, la tienda móvil se transforma en el tabernáculo y finalmente en el templo de piedra.
Hombre y Permanencia
"Quisiera que me trajeras una tienda tan ligera que un solo hombre pudiera transportarla en la palma de la mano y lo suficientemente grande para que cupiera en ella mi corte, me ejercito y el campamento. Petición del sultán de la India a su hijo Ahmed realizada a través del hada Pari Banu en un cuento de las mil y una noches" 12
Permanecer un día, un mes, un año o toda una vida en una tienda es para el hombre nómada todo un reto, el cambiar de un lugar a otro implica vivenciar cada espacio, no importa el día en que se tenga que partir; vivir cada instante en una tienda como si fuera el último momento del que se dispone para ser feliz.
El Nido
Según lo cita Gaston Bachelard "El pintor Vlaminck, viviendo en su casa tranquila, escribe: El bienestar que experimento ante el fuego cuando el mal tiempo cunde, es todo animal. La rata en su agujero; el conejo en su madriguera, la vaca en el establo, deben ser felices como yo". 13 Físicamente el ser que recibe la sensación del refugio se estrecha contra sí mismo, se retira, se acurruca se oculta, se esconde.
El Nido toma imagen de reposo, de tranquilidad, se asocia inmediatamente a la imagen de la casa sencilla y viceversa, el transito no puede hacerse mas que bajo el signo de la simplicidad. Simplicidad que asociada a aspectos de su forma, construcción y utilización nos marca un nuevo partí de diseño.
Frei Otto nos muestra la siguiente cita que habla de la petición del sultán de la India a su hijo Ahmed realizada a través del hada Pari Banu en un cuento de las mil y una noches. "Quisiera que me trajeras una tienda tan ligera que un solo hombre pudiera transportarla en la palma de la mano y lo suficientemente grande para que cupiera en ella mi corte, me ejercito y el campamento" 14
Trae a colación la idea milenaria de casa nómada, donde la ligereza, tamaño adaptable, versatilidad y posibilidad de transporte con los criterios con que hoy describimos las construcciones nómadas.
La Movilidad
La movilidad es fundamental en el hombre nómada, ya que rebasa el hecho físico del desplazamiento. No sólo es el hecho en sí del movimiento el que interesa, sino también es importante destacar lo que se genera con esa movilidad, como por ejemplo las enseñanzas que se transmiten, las vivencias que se comparten, entre otras.
En las caravanas árabes por ejemplo, se congregaban grandes cantidades de estudiantes y eruditos a los pies del maestro; en este recorrido se conseguían grandes conocimientos que llevaron a futuros desarrollos de los pueblos. Los Israelitas en todo su peregrinar durante 40 años transmitieron de generación a generación todo su conocimiento para aplicarlo en su nueva vida.
Es importante también tener en cuenta la movilidad como elemento de percepción del hombre, ya que "La percepción del ambiente ayuda al individuo a establecer la comunicación y la interacción social con otras personas, a identificar características importantes del ambiente y a disfrutar de una variedad de experiencias estéticas. Una forma importante en que la percepción ayuda a regular las actividades del individuo en proporcionarle la información necesaria para orientarse en el ambiente" 15
La siguiente teoría citada por Yona Friedman nos ratifica la condición de percepción. Teoría general de la movilidad: el empirismo de los cambios 1961. "El mecanismo cerebral humano no permite la percepción de un fenómeno de un objeto estacionario o uniforme. Toda percepción implica fundamentalmente un cambio de calidad (una diferencia) entre uno o varios componentes del fenómeno o del objeto observado y los de los demás objetos o fenómenos. Todo objeto o fenómeno completamente invariable o uniforme es fatalmente inexistente para nuestros sentidos o para nuestros instrumentos de medición.
Ejemplo: la estructura de todas las lenguas humanas señalan este hecho, la composición de una frase precisa inevitablemente del empleo del verbo, es decir del empleo de una acción. Ahora bien una acción es un cambio". 16
En consecuencia la actitud humana se funda en las percepciones, es evidente que toda actitud es función de los cambios de nuestro ambiente o nuestra conciencia. Toda acción humana consiste en un milenio de influir en los cambios de conciencia o de ambiente. Este hecho implica ocuparse prácticamente tan solo de los cambios que pueden verse influidos.
Hombre e Inicio
"El mundo es grande, pero en nosotros es profundo como el mar" 17
Rilks
Generalidades
Ver el mundo sin salir de la casa es sólo una de las ventajas que la actual arquitectura no ofrece. El sedentario ignora las viviendas menos convencionales, como casas sobre ruedas o trineos, o flotantes, que añadieron un toque de aventura a la arquitectura doméstica del pasado. Lo más parecido que se conoce es el automóvil, al que la sociedad de las metrópolis ha investido con el prestigio de las funciones de un segundo hogar. Pero hasta ahora carece de hogar y de suelo habitable, rasgos esenciales de cualquier casa que se respete. Rudofsky hace la siguiente descripción referente a las viviendas móviles en donde es importante destacar el sentido que le da a un hecho histórico frente a una realidad construible, quizá esta no sea la descripción mas completa sobre el fenómeno pero creo que es un punto de partida con el cual se puede seguir trabajando.
"Los trailers son lo más parecido a un domicilio móvil, pero, como la mayoría de los vehículos modernos, están limitados a los caminos, que es quizás la razón por la que muchos de ellos nunca se mueven. Aunque a ningún jinete se le ocurriría pasar largo tiempo montando un caballo amarrado al poste, la mayoría de los habitantes de trailers nunca han pensado en viajar en ellos. Amarrados por impuestos y tarjetas de crédito, el trailer les sirve de hogar permanente.
Las viviendas móviles de generosas proporciones, capaces de viajar por el campo abierto, fueron otrora indispensables para los nómadas. Los escitas orientales, por ejemplo, los junetes de la estepa, según Esquili -vivían en chozas de ramas en el aire, sobre sus coches de buenas ruedas-, en constante movimiento entre el Danubio y el Don. Tales chozas eran redondas o rectangulares y divididas en dos o tres habitaciones. Sus muros eran de mimbre o de ramas unidas por correas, y revestidos de barro o fieltro contra la lluvia y la nieve. Las más chicas se movían sobre cuatro ruedas, las mayores sobre seis, y las arrastraban varias yuntas de bueyes.
Heródoto, que visitó Escitia en su viaje a Persia y es el responsable de nuestra costumbre de llamar escitas a todos los habitantes del sur de Rusia, nuestra casi envidia por su independencia: -No tienen ciudades ni fuertes y llevan consigo sus viviendas a dondequiera que van; habituados además a disparar desde el caballo, ganaderos y no agricultores, con sus carros por única casa ¿cómo no han de ser inconquistables¿- Feroces en la guerra, en la paz se dedicaban a perseguir y domar potros salvajes. Para ellos la vida sin caballos era tan inconcebible como para nosotros sin automóvil. Hasta después de la muerte lo necesitaban, y un escita rico podía llevarse a la tumba cien caballos. Pero la vida de los escitas distaba mucho de ser precaria: como comían carne de caballo, no tenían dificultad para transportar sus provisiones, y ordeñaban a las yeguas, con cuya leche hacían queso y kumis, una bebida alcohólica.
Puede resultarnos consolador saber que una vida tan intensa, con tal de la abundante en proteínas, no conduce necesariamente a la salud. Nada menos que Hipócrates, señalo serias desventajas del modo de vida de los escitas. Al igual que Heródoto, los conoció directamente, Afirma que los niños pasaban demasiado tiempo en el carro y raramente caminaban, al igual que sus padres. El exceso de transporte, según Hipócrates, minaba sus fuerzas y los hacía rechonchos y fofos; además el constante traqueteo, dice, les dificulta las relaciones sexuales.
No puede haber sido tan malo, pues durante los siglos de desintegración de la cultura mediterránea los habitantes de carros estuvieron muy en evidencia. Su identidad ética variaba, pero la forma de vida permanecía igual, Hipócrates observaba que en Asia todo es mayor y más hermoso que en otras partes, y las casas rodantes no eran excepción. En mil años alcanzaron los diez metros de diámetro, es decir algo más que la vivienda urbana norteamericana promedio. - Me tomé el trabajo de medirlos -, dice un viajero que visitó a los tártaros, -y tenían veinte pies de una rueda a otra, asomado los lados de la casa al menos cinco pies a cada lado -. El eje era del grosor de un mástil, y las ruedas de madera sólida y de doce pies de alto. Ninguno de los cronistas nos relata sin embargo cómo era el viaje por las llanuras sin caminos en una de esas casas rodantes sin ningún tipo de suspensión.
Pese a su desprecio por la vida sedentaria, los tártaros no carecían de refinamientos. Cada hombre tenia una o dos docenas de esposas, y cada esposa su comitiva. - La corte de un tártaro rico -, escribe nuestro informante, - parece un mercado, en el que hay muy pocos hombres -. Pero la menos importante de las esposas tiene entre veinte y treinta casas rodantes para sus sirvientes -.
Esa poligamia respondía a razones económicas. Como los hombres estaban ocupados en la caza y la práctica del arco, el trabajo debía hacerlo las mujeres. Ellas estaban encargadas de los animales: uncían el carro bueyes y camellos y los guiaban en el camino. Hacían mantequilla y leche seca. Curtían las pieles y confeccionaban ropa y zapatos (ellas usaban pantalones). Y como entre los pájaros, donde con frecuencia la construcción del nido corresponde a la hembra, construían los carros.
Los ejércitos imitan en muchos sentidos a los nómadas de la estepa, El viajero romano Pietro della Valle, que acompaño al persa Shah Abbas en una campaña militar en 1618, fue un gran admirador de los recursos de un grupo en constante movimiento. - Han inventado mil maneras de estar cómodos y de disfrutar de todo lo que hay en las ciudades -, escribe. - Tienen baños portátiles que al acampar instalan bajo sus tiendas. Y muchas veces he visto camellos cargando grandes instalaciones de madera para sus baños que, según creo, sirven de piso que deja correr el agua de modo que no estorbe, o algo por el estilo. Del mismo modo, tienen cocinas portátiles, y no me refiero a las ollas y sartenes que cualquiera llevaría consigo, sino de una cocina completa montada sobre un camello, en la que se puede cocinar sobre la marcha -.
Este distante prototipo de vagón - restaurante tiene una contrapartida espartana en el sur de México. Nadie sabe cuándo se originó la costumbre de cocinar en el camino, pero parece haber sido siempre privilegio de la mujer. Para aprovechar el tiempo que emplean en caminar hasta sus casas, llevan en la cabeza un brasero encendido con su olla encima. Al llegar, la comida está lista para servirse, en un notable ejemplo de refinamiento técnico popular. El hombre urbano moderno utiliza sólo los recursos internos del cráneo; pese a la presencia de nobles cariátides y atlantes arquitectónicos con enteros edificios sobre la cabeza.
Tan sólo cuatro personas pueden sostener y transportar sobre sus cabezas un techo de modestas proporciones, Livingstone, viajando por Balonda, aprendió a apreciar tal movilidad. -Cuando resolvíamos pasar la noche en alguna aldea-, escribe, - los habitantes nos prestaban los techos de sus chozas, semejantes a los de Makoholo, o a un sombrero Chino, y que pueden separarse de las paredes sin dificultad. Alzándolo, lo transportaban al lugar escogido para nuestro alojamiento. Y una vez apoyado en estacas, ya teníamos vivienda segura para la noche -.
No es raro que a los nativos la casa tipo occidental les pareciera sumamente tosca. Después de visitar a Livingstone en Kolobeng, varios de ellos, describiéndola a sus compañeros, dieron con una metáfora que vale su peso en oro: para ellos no era una casa, sino -una montaña con varias cuevas-".18
Origen
Según Rudofsky el refugio móvil por excelencia es la tienda. Deriva directamente del árbol, sin desviaciones simbólicas. Aunque parezca extraño, entre algunos pueblos la misma palabra significa tanto árbol como casa, y en cierta medida también el referente es el mismo. Para plantar sus tiendas para el invierno, por ejemplo, los antiguos argipeos despojaban de sus hojas a un árbol vivo y cubrían con fieltro las ramas peladas. Probablemente tomaron la idea de los escitas sedentarios, que vivían, según Heródoto, -cada hombre bajo un árbol cubierto en invierno por una tela de fieltro blanca-. Una contrapartida contemporánea de esto según cita el autor antes mencionado, podría ser la ceremonia anual de los turcos de Altai, que evocan ese poético origen de la tienda erigiendo en un claro de bosque una tienda cuya chimenea asoma la punta al natural de un roble joven. De ese modesto principio la tienda evolucionó hacia palacios inconcebibles para el hombre moderno.
Clasificación
La siguiente descripción de Rudofsky nos muestra criterios de clasificación que podemos tener en cuenta: "Los nómadas distinguen las tiendas según su tamaño, forma, material y uso. Nombran de distinto modo a las de techo plano, acanalado o en pico, como el teepee de los indios norteamericanos; a las de ocho o diez lados; a las que tienen alrededor uno o más palios formando porches, con puertas y ventanas; a las sostenidas por un único poste central o a las armadas sobre tres docenas de mástiles y quinientas sogas. - Por su plano y estructura -, escribe A. U. Pope, eminente estudioso del arte persa, - una tienda grande puede llegar a ser tan arquitectónica como un castillo -. Lamenta con razón que - ningún europeo historiador del arte ha tomado nunca en serio a las tiendas y pabellones como arquitectura -".19
Hombre e Historia
"Imaginar será siempre más grande que vivir." 20
Gaston Bachelard
Generalidades
Disponemos de pocas fuentes para investigar las primeras tiendas utilizadas por el hombre en los principios de la historia, Las primeras conclusiones y pruebas convincentes nos las aportan de 30000 años. En las culturas primitivas más elevadas encontramos descripciones y sobre todo muchas representaciones precisas. Según no lo plantea Frei Otto, se poseen algunas tiendas originales como las tiendas turcas en el castillo de Wawel en Cracovia y cuando no se las tienen se recurre a representaciones y descripciones literarias.
Inicios
Las descripciones que se presentan a continuación son realizadas por el arquitecto Berthold Bukhardt en el libro arquitectura adaptable nos marcan una secuencia temporal de algunas tiendas que se han investigado.
Reconstrucción de una tienda en los hallazgos de Malta, en Siberia junto a Irkutsk, y una fotografía de los trabajos de excavación con hallazgos, que presumiblemente sirvieron de refuerzo a una tienda cónica. Estas tiendas, que utilizaron cazadores del Paleolítico en las tundras durante la época glacial hace unos 20000 años, son parecidas a las del tipo indio de Norteamérica (10).
Representación de una corrida de toros con la imagen esquematizada de una tienda en un jarrón íbero, siglos IV-III a. C. Museo de Prehistoria, Valencia.
En relieves vemos las campañas guerreras de Senaquerib (705-681 a. C.). La representación de la tienda del rey asirio aparece en un campamento y guarda analogías con los tabernáculos judíos. Se reconoce claramente los apoyos y la piel tensada sobre ellos.
Representación egipcia de una tienda real. Los mástiles de las tiendas representadas recuerdan los descritos por Ptolomeo (275 a.C.) por la misma época de las tiendas para festejos. Poseían mástiles de cedro y capiteles de palmeta. Estas tiendas para fiestas tenían cerca de 8200 m2.
Tiendas militares romanas representadas en un relieve de la columna de Marco (siglo II), de Roma, y campamentos de tiendas de legionarios romanos en la columna Trajano (siglo I), de Roma. Las tiendas son de barras con lonas tensadas. Las más pequeñas para la tropa eran de piel, y se conservan aún algunas partes de ellas." 21
Caso particular "Arquitectura Arabe"
La civilización musulmana siempre ha sido móvil. Tanto los árabes como los distintos conquistadores no árabes procedentes de Asia central eran originariamente nómadas y heredaron una tradición de desplazamientos.
Grandes ejércitos estaban constantemente en Movimiento. "Estudiantes y eruditos emprendían largos viajes para sentarse a los pies de maestros famosos. Las riquezas de las ciudades dependían del transporte de artículos a grandes distancias. Y la fe islámica imponía al creyente la más poderosa de todas las razones para viajar, la realización del hayy o peregrinación.
Debido a las duras condiciones y a la inhospitalidad de la tierra en la mayoría de los países Islámicos, éstas dos ultimas clases de viajeros -mercaderes y peregrinos- necesitaban una mayor abundancia de lugares en los que poder cobijarse y descansar de los que podían proporcionar los pueblos y las ciudades muy diseminadas. Esta llevo a la construcción de caravansares a lo largo de todas las rutas principales - lugares en los que las personas y sus animales estuvieran a salvo durante la noche y donde podían estar seguras de encontrar provisiones y aguas -.
Este tipo de arquitectura era el cobijo donde ellos de alguna manera recreaban su cobijo en la ciudad, inclusive las tiendas de los Sultanes son comparables a sus palacios, el Topkapi es en cierto sentido un campamento de tiendas de lujo. De esta forma podemos concluir que esta cultura genera su tipo arquitectónico nómada que le servían de elementos para poder dar respuesta a su necesidad religiosa y económica." 22
Con el anterior ejemplo queda manifiesto que una cultura de tipo nómada genera su propia arquitectura, y esta respuesta rebasa la sola necesidad física del hombre frente a un espacio.
Ciudades de Tiendas y Campamentos
Al igual que una tienda, se montan y desmontan verdaderas ciudades y campamentos en un tiempo muy corto. Las ciudades de tiendas de nuestro tiempo son las de fiestas populares, ferias, tiangis, exposiciones, campings, sin olvidar al circo.
En reuniones de masas de varios días, las ciudades de tiendas representan una solución lógica y económica. Así por ejemplo, se ha montado en Suecia un campamento para 20000 boy-scauts y en la Meca las tiendas proporcionan alojamiento durante tres días a mas de dos millones de peregrinos que asisten a la fiesta anual de Hadj.
Se forman también ciudades de tiendas como campamentos para refugiados de catástrofes políticas y naturales, como terremotos o guerras. En este trabajo no esta contemplado este desarrollo y espero que este contenido haga parte de este documento en otro momento. En estos campamentos de emergencia la tienda a menudo no solo es un hogar transitorio, representa ante todo una opción para la seguridad de las personas que la habitan.
Burkhardt anota que: Conocemos numerosas descripciones históricas de ciudades de tiendas y campamentos. La representación adjunta muestra el campamento de un ejercito alrededor de 1570, que se organiza dentro de los muros como una pequeña ciudad. Los escuadrones se agrupan en barrios, la tienda del general imita un castillo, los mercaderes acompañantes tienen sus zonas de comercio y viviendas separadas, mientras que la vida publica tiene lugar en una especie de plazas central del mercado.
Un ejemplo histórico de la vida cortesana del renacimiento nos lo proporciona el famoso Camp des draps d`or de Calais, en 1520. Enrique VIII llegó con cinco mil personas, trescientos caballos y cerca de cuatrocientas tiendas para sus acompañantes. Las tiendas mayores, con aspecto de castillo, contenían lujosas salas para banquetes, habitaciones y una capilla. Este campamento, que representa uno de los mayores derroches de la época, se mantuvo durante tres semanas.
Representación del campamento de un ejercito de Jost Ammann (1539-1591). Tras un montículo de tierra y una barrera de carros cargados y tiendas, encontramos un campamento organizado como una pequeña ciudad. Distintos barrios, zona para mercaderes y el complejo de tiendas para el general. Talla en madera, de Hana Burgkmair (1473-1531): Judith en el campamento de Holofernes. Vemos aquí representadas las formas principales de tiendas. Planta rectangular con techo de dos vertientes y planta circular con techo puntiagudo en forma de cono. Ambos tipos tienen apoyos interiores y vientos exteriores.
Tiendas de Tribus
Las más variadas tribus de todo el mundo han vivido y viven en tiendas.
Casos generales en el mundo
Tiendas de beduinos, insuperables en su claridad y armonía entre función, forma y construcción. Las tiendas negras, en parte de pelo de cabra teñido son tejidas por las mujeres en telares en tira de un metro. Las tiendas tensadas, con paredes laterales desplazables, tienen una clara división del espacio interior por medio de paredes intermedias suspendidas.
Pueblo esquimal (S XVIII) las tiendas puntiagudas utilizadas por los esquimales durante el verano son de piel de foca y poseen un armazón de barras que las sostienen. El borde esta sujeto por piedras.
Los Tipis, tiendas de los indios Norteamericanos tienen en principio todas la misma construcción y se distinguen en un detalle. Los mástiles de las tiendas están dispuestas circularmente enterradas en el suelo y unidos por la punta con una cuerda con nudos especiales.
En invierno, los Japoneses construyen sus tiendas con mantas de lona de colores y en verano de lona fuerte. La construcción de la tienda se basa en un esqueleto de barras dispuestas radialmente y enterradas en el suelo, que a su vez es sujetado por barras curvadas.
Las tiendas de los Nómadas de Mongolia, estepas y desiertos colindantes, en la yurte. En la pared lateral hay un enrejado de tijera y barras en disposición radial que forman una cúpula. La Cubierta de la tienda esta formada de varias capas de fieltro y tela según el clima.
Hombre y Realidad Actual
"Cuando las cimas de nuestro cielo se reúnan Mi casa tendrá un techo" 23
Paul Eluard. Dignos de vivir.
"En nuestra sociedad, el mantenimiento de la vida familiar, el cuidado y la educación de los hijos depende de la posesión de un hogar adecuado. La familia y la vivienda están íntimamente relacionadas. La perdida y la imposibilidad de adquirir un hogar seguro y decente ponen en peligro a una familia. Gobierno Británico. Informe del comité Deebohm en Inglaterra y Gales, Londres 1968" 24
La familia es la base de una sociedad. Venimos de una familia y vamos encontrando en ella a través del tiempo su esencia particular. El asentamiento en un lugar bajo las bondades de un techo con el fin de emprender nuevas metas, es el reto que sostenemos a diario. Bajo esta óptica se concibe la vida no solo como la solución de una necesidad vital sino también como la materialización física de lo que implica un hogar.
La realidad actual nos muestra que hay cientos de personas que hoy viven como nómadas ya sea por decisión propia o impuesta y han aprendido a convivir ante tal situación, me atrevo a decir que su actitud ante la vida es nómada, situación que no puede ser calificada como mejor o peor sino simplemente diferente. Solo por mencionar algunos casos, recordemos que las tiendas sirven para albergar a personas provenientes de migraciones forzosas, desplazados por violencia, jornaleros agrícolas, mercaderes, comerciantes, peregrinos, entre muchos otros.
Desplazados por violencia en Colombia
El caso Colombiano nos muestra que ante una nueva situación no siempre lo obvio es lo que realmente se necesita. Ante tres fuegos cruzados - guerrilla, paramilitares y ejercito Nacional- se encuentran comunidades de Colombianos que deben salir de su región por temor a la muerte. Este ante todo es un problema social y ante tal panorama son dos las posturas que las personas toman, una es salir de su región colectivamente para que de una u otra forma se ejerza presión al gobierno quien recurre a ellos brindándoles unos albergues improvisados, de tipo militar, y la segunda posición es la de huir individualmente de su región y llegar a una ciudad próxima asentándose donde y como puedan. Quizá el temor ante el ser identificado como desplazados por violencia ha hecho que ellos opten esta posición, situación que trae muchos mas problemas aún, ya que al no ser identificados como tal el gobierno no se les puede brindar la ayuda que ellos requieren.
Al igual que los Israelitas en el desierto, estas comunidades esperan que el salir sea el paso a la libertad y esperan que su tienda manifieste este pedir, sin embargo la realidad actual nos muestra totalmente lo contrario.
Trabajadores migrantes en México
Una población que vive en condición de nómada por su trabajo son los jornaleros agrícolas. Debido a que en su lugar de hábitat no encuentra condiciones propicias de trabajo debe salir junto con su familia en busca de sustento en un lugar y otro, situación que lo cataloga como nómada.
Conclusiones
"¿Quién vendrá a llamar a la puerta?
Puerta abierta, se entra.
Puerta cerrada, un antro.
El mundo llama del otro lado
de mi puerta" 25
Pierre Albert Birot. Les amusements naturels
No todas las culturas se asientan en un solo lugar, existen personas que en forma individual o colectiva desde la antigüedad hasta hoy viven cada día desplazándose con cierta regularidad en busca de mejores condiciones. La realidad contemporánea latinoamericana nos muestra diversidad de culturas nómadas en busca de un techo que les permita albergarse por un tiempo indefinido en condiciones benéficas acordes al desarrollo humano. Los centros urbanos según sea su naturaleza les ofrece alternativas que hoy se alejan de su realidad social y económica.
Las tiendas sirven para albergar a muchas personas ya sean provenientes de migraciones forzosas, jornaleros agrícolas, mercaderes, comerciantes, peregrinos entre muchos otros más. Por lo tanto es un tema que necesita mayor investigación que rebase la sola solución militar.
La tienda adquiere especial importancia en situaciones catastróficas, La tienda que puede proporcionar una protección espontanea tras una catástrofe puede representar la primera célula de la reconstrucción, que es poco a poco ampliada, transformada o incluso sustituida.
La arquitectura hace parte de la vida del hombre, al fin y al cabo es este ultimo quien la hace, la vive o la padece. El arquitecto ante este panorama tiene mucho que aportar, estudiar, evaluar, proponer y solucionar, su condición de profesional ante un nuevo siglo lo compromete a trabajar por el mejor bienestar de su comunidad.
El diseño arquitectónico puede generar un tipo de arquitectura que sirva al hombre, para esto es necesario que el profesional se involucre con su cliente de tal forma que su diseño surja de la gente y para la gente y no resulta de un solo hecho geométrico.
Por: Newton
1) Robe dinero a quien le provoque…
2) Vaya a un barrio peligroso, compre droga… preferiblemente coca
3) Además…Compre una pistola.
4) Si sale con vida del barrio… Mate alguien que detesta pero solo piénselo camino al bus…
5) Apunte la pistola a su cabeza, haga la pantomima…
6) Dispare….
7) Despídase del stress y dese cuenta que usted es un pobre pendejo