Febrero 07, 2008

El surgimiento de una interpretación canónica y de cómo nacen los mitos arquitectónicos modernos

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Por: Newton

La interpretaciones canónicas (según J. P. Bonta) suelen tener consistencias internas que las hacen visibles solo cuando un grupo académico prestigioso logra darle un cuerpo teórico a “una cierta cantidad de categorías” enlazadas por una lógica interna, en un proceso histórico donde se necesita reavivar una dialéctica. Estas disertaciones contienen alegatos que van mas allá del espacio-tiempo donde las discontinuidades de contenido se estandarizan bajo una “forma arquitectónica”. Es obvio que la literatura crítica se vería en la obligación “forzosa” de crear categorías para poder construir “una anatomía del proceso de interpretación”

J. P. Bonta clasifica esta secuencia desde la ceguera inicial hasta la clasificación de un edificio como un estilo o corriente arquitectónica, sabiendo que son los críticos y no las masas (están no la reconocen por su supuesta falta de sensibilidad) los que ignoran olímpicamente ciertos edificios bajo extrañas e incomprensibles circunstancias. Estas “omisiones” abren una puerta difícil de franquear: ¿Por qué un edificio tan importante y perfecto (hasta hoy) es resueltamente “descubierto” gloriosamente después de una existencia en el pasado casi ignominiosa? Porque toda la arquitectura del siglo XX hasta nuestros días ha estado manipulada por la inescrupulosa “capacidad” analítica de los críticos para verbalizar lo que una “interpretación por una minoría demando un par de semanas” y “el establecimiento de nuevos cánones de interpretación” (con su respectiva difusión) tardaron mas de 30 años en hacerse del dominio “académico”. Parece ser que en un momento de lo años sesenta, muchos “arquitectos sensibles” se dieron cuenta de la importancia magnánima de ciertas obras. Uno de ellos es el pabellón de Barcelona (1929) de Mies v. Rohe

Es asombroso ver la cantidad de “inspiradas conjeturas” y sentencias maduras que circularon bajo el amparo de una comunidad académica sencillamente complaciente, interpretando diferencias que no tenían forma pero si un poderoso marco social. Tentativas o definitivas, las significancias solo tienen un valor si es una comunidad o autoridad individual las que emiten dichas sentencias “inmutables”. Estos juicios canónicos suelen disfrazarse como valores exploratorios, llenos de explicaciones marcadas por el antagonismo de sus conceptos, distorsionando el pasado de manera “juguetona” para darle una imagen asociada que valide ese concepto donde el observador pueda ubicarse mas fácilmente dentro de un contexto cultural.

Se diferencian aquí las interpretaciones creativas de las significadas. Las primeras estimulan la imaginación, intuición y libertad en la búsqueda de un significado. En las segundas solo se debe aprender su significado, no su forma. Con el tiempo las relaciones iniciales se pierden, y es ahí cuando no es necesario experimentar ni la forma ni el espacio porque ya están determinados. Algo donde el significado potencial de una forma no tiene estabilidad y mucho menos continuidad. Eso es lo que se enseña literalmente en nuestras facultades de arquitectura…

Esto dio como resultado que muchos aspectos del edificio quedaran desapercibidos, logrando establecer unos parámetros de “filtración” que consideraban una trasgresión todo aquello que no fuese canónicamente aceptado por la critica, con el fin de formar un publico que funcionase como un interprete ilustrado. Interpretando edificios y clasificándolo por estilos para definir una autoridad sobre las masas. Es como si realmente tratásemos de evaluar el entorno físico de una autopista sin movernos a través de ella…


Escrito por Parafrenia a las 09:49 PM | Comentarios (1) | TrackBack

¿ Serás un wolsvagen rosado?

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Por: Sabandija

Lo único que puedo ofrecerte es un poema porque una biografía de tu vida seria un insulto para tu obra. Empezaría en la mañana, recordando el día que viniste a la ciudad, llena de miedo pero segura en tus tacones, aquellos zapatos que te hacían escalar bloques calados bañados en cerveza con plomo, entre machismo endémico y palabras de vidas puritanas acusándote de pervertida. Pero tu sorprendiste... a todos: estabas con tus mas fieles amigos, esos con tatuajes en los brazos y sonrientes en todas las fotos, tomadas en el patio de alguna casa lejana en la memoria y el tiempo... ese mismo tic-tac que quieres recordar a través de una infancia tímida, llena de pocas interrogantes, tampoco hacían falta...

¿Por donde empezaría este fulano poema? Porque ya empieza a parecerse más a un ensayo critico que a una declaración de mi afecto. Esté presente tenia cara de sábado con amigos rumbeados... 32 años tarde en contártelo, vestido y transfigurado grababa tus memorias en mi cerveza helada tomando un poco de wave 128 kbps, riendo con tus bailes exóticos, una y otra vez en aquel álbum de fashion delgado... Si, había una conexión desbordadamente lisérgica, era una vida juguetona con actitud de lechuga...

Playa...

Plaza...

Panteísmo recurrente de una sexualidad fronteriza ¿te acuerdas? En ese baño de baldosas inertes...

Descargado de lo oscuro, me empiezo a sentir en otro teatro del aburrimiento: guerra de pelucas, música trance, reflexiones de canutillo... espíritus burlones con tendencias minimalistas...

¿Te acordaras de utilizar ese shampoo sexual que tanto me gusta?

Me encanta que seas una pieza insólita...


Escrito por Parafrenia a las 07:28 AM | Comentarios (0) | TrackBack

Significación y realidad de una arquitectura uniforme

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Bloomframe®, Estudio de arquitectura Hofman Dujardin

Por: Newton

El objetivo primordial en la arquitectura pareciera mostrar una “realidad cultural” a través de una “realidad física”, donde se configuren significados identificatorios de una sociedad y de como esas sociedades logran concretar ciertos procesos en una imagen de ciudad.

Estos organismos biológicos, constituidos por masas edificadas, contentivas de seres humanos, son simples conjeturas cargadas de significaciones que van mas allá de la funciones que pueda ejercer el edificio, incluso “habrá opiniones acerca de los valores reflejados en el diseño del edificio, así como su significación histórica y sus connotaciones ideológicas”, alternando realidad y significado en un juego casi neurótico donde la forma expresada por un elemento del edificio no necesariamente contenga una función, y que además, está sea percibida por algún atento observador.

Quizás en un tiempo histórico pasado esto fue una limitación. Pero actualmente, este antagonismo entre realidad y percepción, es un signo de madurez para la obra construida y una entelequia para los que están fuera de ella. Esta divergencia sigue siendo materia de estudio en la arquitectura, pues aunque tenemos infinitas opciones, casi siempre la imagen correctamente elegida para el desarrollo de la obra (materiales, uso, función, forma, etc.) siempre termina siendo culturalmente incorrecta.

Esta “justificación funcional” solo es una ventaja cuando la forma expresa su función pero no cuando debe hacerse un gasto adicional para validar un significado netamente espacial. Hay que entender que las formas no son más o menos funcionales, son llanamente formas que se adhieren a una actitud social (que su vez les asigna un significado) en el cual se incluyen aspectos personales de una sociedad. Es así como el prisma ( como figura geométrica) se convirtió en la imagen de la prosperidad y economía que tanto adoraban las personalidades sin expresión, vacíos por su tamaño extravagante pero “estéticamente sugestivos”. Este sistema no excluye la verdad científica pero tampoco contribuye a una búsqueda correcta de la misma…

Esta simbolización tendrá su punto álgido en el Estilo Internacional; panacea de lo funcional pues su obras solo comunicaban “ideales socialmente técnicos”, que no tardaría en convertirse en un agradable (para los detractores) “mito”, pues toda la arquitectura moderna siempre había constituido un conjunto de valores que era sustituido por otros. Esta claro que si algo no quiere significar Algo no puede significar Nada que no sea su finalidad de no significar algo en lo absoluto: “…el ideal de una arquitectura libre de significado es inconsistente de principio”. Es decir, no es una paradoja significativa, ni una contradicción semiótica, es un absurdo irracional…

En esto de obtener una significación de si misma, la “arquitectura perfecta” paso de ser una forma con significado a un “comportamiento totalmente científico en el acto de diseño”. El mito se transfigura de un producto arquitectónico a un proceso proyectual libre de valores. Pero… ¿es un valor universal algo que no tiene un significado único? Quizás lo único seguro sea el cambio universalmente constante…

Escrito por Parafrenia a las 06:15 AM | Comentarios (0) | TrackBack