Septiembre 13, 2004

CHARLES RENNIE MACKINTOSH ó del “ modernismo clásico”.

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Escrito por: Newton

Antes de comenzar ésta breve exposición acerca de uno de los mas grandes arquitectos de una época histórica llamada Modernismo, cabría preguntarse. ¿Dónde están los orígenes y el porqué de todas las manifestaciones que gravitaron sobre el modernismo?. Las manifestaciones arquitectónicas de esos años (aprox. Entre 1890 y 1913) llamadas de diferentes formas (Liberty, Sezessions, Art Noveau, Jubendstil, Modern Style, etc) empezaron un proceso de transformación en los conceptos arquitectónicos que mas tarde derivarían en la unificación de la arquitectura entendida como algo moderno. (Modernidad).

Hacia la última década de 1800 se comenzó un proceso de organización de agrupaciones que abogaban, no por una vuelta al naturalismo, sino por una búsqueda enseñadora (casi utópica) de los nuevos tiempos arropados por la industrialización. En éste contexto, la Burguesía que se enriquecía de éstas productivas empresas (industrias) se vieron impulsados a refugiarse no sólo en la pintura y los grandes poetas, también buscaron sitios donde olvidarse de ésta locura industrializada. Serian ellos los mecenas de éstos arquitectos de fin de siglo XIX y que luego (quizás sin quererlo) sentarían las bases teóricas de la arquitectura moderna del siglo XX a través de un lenguaje en apariencia “Romántico” pero al mismo tiempo “Rebelde”, en donde las grandes líneas curvas, la asimetría y la linealidad se convertirán en los códigos determinantes en ésta especie de “Revuelta Fragmentaria”.
Sin duda un análisis general del modernismo “choca” inevitablemente con lo fragmentario de las características que mejor lo definen:

1.- Su extraordinaria difusión y popularidad en un tiempo excesivamente corto con profundas raíces en la realidad Social y Política (recordemos a Morris y su movimiento de Reivindicación Laboral Artesanal) Sabiendo que la novedad del movimiento se dio en lugares que para el momento eran considerados ciudades periféricas (Glasgow, weimar, Barcelona, Helsinki, Chicago, etc.) y

2.- su complejidad estilística y amplitud cronológica e ideológica que permitió la convivencia y la interpenetración del último momento “ecléctico” de los “revivals” junto al Revisionismo social, ético y estético (Arts an Crafts). Era el floralismo decorativo delirante con el mecanicismo Racionalista junto con el mas avanzado y sorprendente expresionismo.

Estos arquitectos no buscaron enseñar, ni imponer modas; sólo querían satisfacer un ansia particular vista como un reto. A través de sus individualidades percibidas como delicadas y de buen gusto se escondía una revuelta cultural (contra el Kitsch) y Política (movimientos a finales del siglo XIX separatistas: cataluña, Nancy, Finlandia). El gesto hermoso de un puño cerrado empezó a convertirse en realidad…
En ese orden, el modernismo florecerá en toda Europa pero históricamente será Bruselas, la primera ciudad desde donde se contagiarán otros países; William Morris desde Inglaterra se hará portavoz de éste movimiento, reafirmando que el trabajo mecanizado no podía sustituir el placer del “arte manual” (Arts and Crafts); en Francia Pret y Garnier serán importantes, uno por el impulso decidido que le dio al uso del hormigón armado y el otro por la publicación de su “Ciudad Industrial”, al estilo de Boullé y Ledoux en el siglo XVIII; en Alemania, Austria y Holanda. Este estilo tendría sus detractores (Los Historicistas) y sus seguidores (Henry Van Velde, Victor Horta, Antonio Gaudí, Richard Riemerschmid, Joseph Maria Olbrich, Meter Behrens, Eliel Saarinen, Louis H. Sullivan, Hector Guinard, entre otros), Joseph Hoffmann.
En fin, mas que estilo arquitectónico, el modernismo, se afianzo como estilo decorativo no sólo en su conformación estructural (interiores), sino también en el diseño de mobiliario, detalles que incluso llegaron al diseño de Publicaciones y Revistas. En éste aspecto las revistas jugaron un papel importante: ellas difundieron los estilos de cada arquitecto no sólo en Europa sino también en América, el poder de la comunicación tenía un mensaje contundente: Pensamientos y Propuestas se Propagaban más rápido creando nuevos pensamientos e ideas.

El modernismo puede en éste punto considerarse como el primer esfuerzo real para establecer una reconciliación entre las expectativas artísticas heredadas de la tradición y los fenómenos de la era tecnológica. Una especie de actitud “mental” en donde la función siempre estaba subyacente como parte de un tipo de belleza donde cada detalle justificaba “El equilibrio”.
Por supuesto, los objetos no sólo debían ser útiles, debían mostrar esa capacidad exteriormente con toda claridad y contundencia. Hoy en día éste pensamiento parec Paradójico: La Función debía convertirse en un Placer.
En este tumulto de nuevas ideas y presagios futurísticos surge una figura enigmática, problemática y confusa: Charles Rennie Mackintosh (1868-1928). Nacido en Glasgow (Escocia) bajo un contexto de desarrollo industrial, basado en las industrias metalurgicas (locomotoras y barcos) y con una condición de ciudad portuaria que como era de esperarse se convirtió (después de Londres) en la segunda ciudad mas importante de la corona Británica.
Sin embargo, ésta ciudad a pesar de ser próspera no tenía ningún tipo de arte ó Patrimonio Arquitectónico que fuese digno de exhibir. Simplemente era una ciudad victoriana: emprendedora y vital; terriblemente despiadada y solitaria.
C.R. Mackintosh logró unificar el exterior de su arquitectura con la decoración de sus exteriores. Esta Experimentación no solo se limitó a la búsqueda de un nuevo sistema asimétrico de masas y ventanaje (características presentes en casi todas sus obras arquitectónicas) sino también en sus sillas, armarios, lámparas y decoraciones (tapices vitrales).
Sus contribuciones a nivel de arquitectura, se basaron en su capacidad para crear un valor estético, independiente de los elementos arquitectónicos que conformaban las superficies lisas e interrumpidas de sus edificaciones.
En Mackintosh las ideas de austeridad lineal se opone (quizás sin querer crear polémica) al culto victoriano entendido como un “eclecticismo desordenado”; sin gusto y pasado de moda. Esta idea de la perpendicularidad vigorosa (matriz geométrica principal solamente atenuada por rosas, pepitas de manzana, árboles, tulipanes, colores pasteles y doncellas etéreas) Planearon en la época una creencia en la “depuración” exterior, cristalizada en una forma lineal también en el interior. Paradoja vital: Libertad pero racional; seriedad pero exquisita.

Su obra principal, arquitectónicamente hablando, es la Glasgow School of Art (1897 y 1899 la primera parte).El edificio fue construído en un solar inclinado al sur con los talleres orientados hacia el norte, en donde resaltan los grandes ventanales divididos con sencillez en medio de muros masivos y pesados., convirtiéndose en una especie de fortaleza escocesa (algo así como un fragmento de la tradición) Reconciliado con una decoración ligera y de gran plasticidad en la entrada (tomada como eje, ligeramente asimétrica) en donde la cornisa sobria cierra el conjunto y donde una necesidad casi imperceptible condujo a un resultado especial: las pasarelas de hierro para los limpiadores de ventanas (molduras curvas). Estilización artística de elementos funcionales…
Es así como muchos de sus motivos decorativos (sobre todo interiormente) Pueden considerarse como fantásticos y perturbadores (las imágenes de jóvenes difusas le dieron el nombre de “escuela espectral”). En combinación de una resuelta verticalidad (exterior) y articulación espacial eran una clara muestra de que Mackintosh utilizaba los elementos frágiles en contraposición con otros masivos. Algo así como adornos diminutos perdidos en grandes superficies, quizas no pensaba en el salto de escala. Nunca nadie le dió crédito por ello…
C.R. Mackintosh es hoy mejor conocido como diseñador de sillas, lo cual es una ironía porque su mobiliario fue inicialmente el corolario natural de sus edificios. El diseñador exterior estaba hecho para delinear los espacios interiores donde sus clientes pasarían la mayor parte de su tiempo.
En la casa Hill Helensburg (1902-1903) y en las 4 salas de te para la Srta. Cranston (1897-1904) la combinación de arquitectura y mobiliario, las piezas (sillas, sofás, bancos, mesas de juego y pies de sombrillas) se caracterizan por sus atrevidos perfiles y formas encajonadas.
Respaldos altos y esbeltos de piezas planas ó crestas ovales insertadas entre listones se conjugan con los elevados perfiles de sus edificios…
Las ideas de Mackintosh tenian futuro y sino que lo digan sus 3 propuestas de diseño para la revista “decoración de interiores” (Parmstadt) “casa de un aficionado al arte".

Entre 1907 y 1908 construyó la segunda parte de la Glasgow school of Art con un estilo mas riguroso y sin reservas, para muchos nada importante. Murió en Francia ganándose hasta sus últimos días, la vida como acuarelista.

Nota: uno de los proyectos mas radicales de Mackintosh es el concert may para la exposición de Glasgow de 1901, proyectado en 1898. Edificio circular con capacidad para 4000 personas en forma de cúpula, creando una luz de 49m, no fue premiado.

Escrito por Parafrenia a las Septiembre 13, 2004 06:47 PM
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