Noviembre 15, 2005

Una Noche De 3 Días

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Eva Holz
Pensamientos Concéntricos
Año 2001. 60 x 82 cms. Acrilico en Tela

Por: Newton

Salí del sueño a las 7..., era temprano y Martha con una caricia en los dedos me despertó.
- Newton, es hora de irte. - dijo
- Coño, estaba soñando que me abrazabas y me decías cosas lujuriosas.
- ¿En serio? Realmente... no me importa. -respondió.
Martha era el tipo de personaje salvajemente real, sus ojos negros su cabello rapado le daban un aire de persona dura pero sensiblemente prosaica.
Termine de aletargarme, tome mis botas y salí con dirección al baño. Con los dientes y el rostro algo limpios, observaba un cigarrillo consumirse en el fondo del cenicero.
- ¿Te vas ahora ó más tarde? Yo necesito ir a buscar trabajo -murmuré.
- Revisaré unas cosas antes de salir. -me dijo
Ella estudiaba no sé que carajo... su sentido crítico de la realidad ocupaba mis cavilaciones cuando hablaba y se distendía. Esos días con ella fueron sensiblemente impregnados de alcohol. Solíamos hablar de como el encontrarse en la calle, hablar de ciencia o simplemente mirarnos siempre era una cuestión de espirales entrecruzados por líneas que definíamos como espacios donde las personas se entregaban a sus movimientos pero, a veces, siguiendo direcciones superpuestas paralelamente. Incluso traté de explicarlo con un dibujo.
- Es un dibujo muy primitivo. - indico ella.
- Ya lo sé, pero mi forma de rehacer, como creo que conozco la realidad, me lleva a buscar soluciones bidimensionales a problemas de planos multi temporales. –dije, tratando de proseguir en ese momento con dificultad…
- Estas líneas representan nuestro espacio y tiempo, lo que nos pasa a diario, estos círculos son... - y señale con el dedo tembloroso por los efectos del alcohol
- Representan lo que hablamos, sentimos, hacemos, pensamos... –dijo ella
Me quede pensativo unos segundos, sin saber cual de las formas podía traducir en palabras y dije:
- ...es decir nuestro mundo, y como se relaciona con los mundos fuera de nuestro universo contaminado de “absolutismo”.
Ella se levanto y se dejo caer otra vez en la silla en señal de una profunda y bien estudiada meditación.
Hubo un silencio que entendí como una expresión de hastió. El día anterior hablamos sobre literatura y llegamos a una conclusión: el rasgo más notable era la forma como las mezclas de razas, culturas, incluso, las mismas palabras cruzadas, levantadas y lanzadas a base de alcohol y n-20 eran la síntesis de nuestros razonamientos injustamente “cruzados-deformados’’.
Ella, por supuesto supuso que era un tipo cojonudo y aburrido. Se levantó, tendiéndose en un tapiz de forma triangular y el cual yo nunca había notado su falta de color. Me miro con esa mirada de compasión, con ganas de que la penetrara…
Sonó el contestador... creo que ya estoy un poco descolocado...
Ella se levantó y se fue al cuarto de los ordenadores. Allí estaban La China, Leoncio, y en la pantalla sonreía Sara. Newton vio entrar Martha a través del cristal que separaba el amplio salón lleno de cuadros, pudo ver que no estaban solos...
Sara logro verme desde la pantalla con una perspectiva angulosa, detrás de La China pero fuera de aquel cuarto.
- ¿Que le pasa a Newton?
- No lo sé, lleva 3 días tras una botella y parece que habla de ciertas frecuencias, un tanto poético. – dijo La China
- esta borracho... dijo Martha
- Yo creo que experimenta con sus estados alterados de conscientes irreales.- dijo Leoncio
- si se pudiera inducir ese tipo de formas a través de los estados mentales, estuviéramos hablando de materializaciones en tiempo real... – respondió Sara
Yo había perdido el sentido de la relación y todas las voces se confundían en un murmullo de sonidos in-entendibles, audibles solo en ciertos puntos de aquel espacio. Las palabras llegaban fragmentadas dando una errónea localización, pero espacialmente exquisita.
Pase varios minutos contemplando la escena y al darme cuenta, las botellas estaban tan vacías como cuando el pensamiento va rápido y las cosas son simples destellos, juego de sombras y luces...
La tele-conferencia había llegado a su punto álgido, perros mordiendo y descuartizando ranas… Algo más lejos, quizás en otro cubo, había voces sensuales...
- ¿Dónde podemos comprar cervezas? - haciendo un esfuerzo por levantarme.
- a dos calles de aquí – dijo Martha
- ¿Quieres venir?
- No, tú y la literatura son un asco
Sonreí, tome las llaves y un poco de dinero de mí último trabajo (abriendo rejillas de ventilación). Abrí la puerta pensando en lo monótono que eran todos los ambientes electrónicos.
Tome los 6 contenedores que puso el dependiente en la mesa, pague y me largue. Estuve de regreso tarareando una vieja canción en sistema ROM, compre n-20. Era un domingo fantástico...
- Al fin llegas. - casi grito Sara.
Me coloque frente al monitor y pude ver su cara angulosamente móvil. Sonreía como las cosas que caen y se astillan, fragmentadas...
Sin darse cuenta, Newton cayó en una especie de estado semiconsciente y pudo ver como el entorno empezó a convertirse en múltiples líneas. Vio como Sara tocaba los botones con una sensibilidad psyco; podía sentir la entrada del viento haciendo sonar las paredes de formas (ahora) circulares. Era verse bien...
Sus estados de sueño y realidad se fundieron en palabras que no logró pronunciar, su voz empezó a crear, en ese universo, diálogos que se sucedían sin que nadie pudiera escucharlos, absorto en ese mundo cruzado de notas hipersónicas. Neuroelectroquímica en el mundo sollozante de Newton...
Salude. La tele conferencia continuó en una explosión de “vacío”. Ya tenían mucho tiempo y decidí irme a caminar, la noche era tranquilamente oscura.
- ¿Vienes? – recuerdo que alguien me pregunto
- Hace 2 horas que estoy diciendo que cambiemos el aire.
El tiempo se había acortado en la medida que la conversación se expandía y amenazaba con convertirse en un caos existencialista...
Logre fumar un poco de g-23, tomé y tomé sin parar. Las personas que no me interesaban, disfrutaban de mi indiferencia como quien no sabe de la existencia de la nada. Así que me concentre en La China y su manera de ver la pantalla de video juegos. Aburridos, decidimos volver y la tele conferencia seguía pero ya no era la misma; Sara anuló la pantalla y solo quedo el “voice”. Unas notas en el instrumento y la cama que esperaba por un nuevo día… Eran esos días largos y nublados, días de círculos concéntricos...

Escrito por Parafrenia a las Noviembre 15, 2005 04:32 PM
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