Escrito por: Newton
El Micromedio tiene como función señalar posiciones, reafirmar la imagen icónica del sitio y darle forma a esa imagen/posición. Esto tiende a generar rutinas que se manifiestan en un conjunto de anticipaciones disponibles (adaptación) donde las actitudes publicas son un campo informativo donde circulan actos de palabras mas o menos organizadas (anécdotas, bromas, intrigas, etc.) a través de conversaciones constantemente atravesadas por interferencias.
Estas fluctuaciones son conocidas como El Principio del Etcétera donde cualquier regularidad sugerida en la singularidad misma del discurso es una membrana que establece un límite capaz de configurar los repliegues en forma de metáforas, eufemismos, ironías y expresiones de doble sentido.
Estas tensiones, incertidumbres y lo ambiguo del discurso en la calle son características experimentadas por el individuo (¿indicadores u operadores?) en una situación determinada y constituida a través del intercambio social. Esto tiende a generar un espacio público con un funcionamiento desigual, bajo el principio hipócrita de la reserva (moderación, discreción y tacto)
Todo lo contrario, una etnografía de la comunicación nos presentaría una flexibilidad comunicativa donde un individuo comprometido conversacionalmente con su traductor interno, seria capaz de anticipar comunicaciones y de coordinar señales disparejas, para hacer del lenguaje de doble sentido una celebración mística del espacio publico.
Una red de ese estilo permitirá “capturar” la extensión cualitativa de un territorio (densidad y organización) y podría evaluar la fluidez de la vida urbana para un individuo con solo establecer las coordenadas de su traza. En definitiva, esa etnografía de la comunicación urbana seria como un protocolo de transferencia (IP/TCP) entre la casa y la calle…
Etnografía de la comunicación urbana. (7 puntos tentativos):
1) La estructura de la palabra sobre el código
2) La función sobre la estructura
3) La organización del lenguaje según una pluralidad de funciones
4) El contexto sobre el mensaje
5) El carácter pertinente de los elementos y de los mensajes lingüísticos en oposición a lo arbitrario del signo
6) La comunidad o contexto social sobre el análisis y comprensión del mensaje
7) El carácter problemático de ese contexto
Escrito por: Newton
Los espacios que son creados en la ciudad están basados en la no identidad de la persona y en el aumento de la información visual (signos) que pueda ser aplicada en un número variable de ámbitos.
Esta semiofagia (consumo del signo) se convierte en una prótesis ortopédica para el diseño de la comunicación urbanística, desvirtuando la enseñanza y el aprendizaje social con respecto a la sociedad y su interpretación semiótica de los fenómenos arquitectónicos que componen la ciudad.
Entonces ese “algo” que puede adquirir diversos significados (polisemico) con sus respectivas conmutaciones que se suceden en la estructura significativa del sistema (grado de articulación, cantidad de riqueza significativa y uso del contexto) solo degeneran en señales donde la forma deja de componerse en rasgos y los significados dejan de tener valores.
La trama urbanística no funciona como sistema adaptativo frente a la diversificación y los cambios en la tipologia arquitectónica, convirtiéndose en un “controlador” absoluto de las clases sociales emergentes donde la racionalidad toma la forma de propiedad inmobiliaria. Repertorios sin códigos, incapacidad en la predicción de los efectos del producto diseñado…
Estamos en ciudades que emiten señales que no comunican y bajo unos indicios que no señalan. No tenemos objetos con significado, ni tenemos formas significantes…