5 Agosto, 2003

Demasiado curaçao

Me gusta hablar de mí, imagino que para mitigar el olvido en mi breve tiempo dentro del tiempo. Pero, en realidad hace mucho resolví que no soy sin los demás. No porque me escuchen, sino porque me hacen. Hablar de mí es hablar de él y hablar de ella y aunque no quiera, es hablar también de ti.

Tengo obsesión por compensarme, pero me acosa en consecuencia, la sombra de la indefinición. Mi meta fue (y sigue siendo) llegar cerca de aquellos con quienes he querido compartirme y ser con ellos. Les he robado pedacitos de sabidurías, no siempre evidentes, o profundas, ni tampoco siempre sorprendentes; a menudo sutiles, gestuales y efímeras. Creo haber sabido admirar, respetar y acompañar, pero siempre me llevo algo. De repente me parece una tremenda vileza, y si a cambio se llevan algo de mí, probablemente no es mío.

No me parece haber disfrutado de manera especialmente visceral, porque esta sensibilidad es cruel a la hora de sufrir, y como he dicho soy más dada al soso y templado equilibrio (no recuerdo si fue siempre así, pero debo haberlo preferido desde hace mucho tiempo). Lo contrario, es el don de Zoe. Un corazón sobresaltado, excitante, apasionado, divertido y risueño. También echada en el suelo, desapareciendo precipitadamente o fruncida de dolor mientras se busca entre tanta y diversa emoción.

No es mujer -o niña- de fácil lectura, pero percibes en ella la llama creciendo, antes de llegar a hoguera, que de repente la quema y la desploma y en ocasiones la abriga y acurruca. No siempre su fuego crece, durante mucho tiempo hubo quien supo alimentar su medida. De algún lugar de su ser, alguno pernicioso, o saludable o sencillamente vital; brotaron espesos matorrales, salvajes, ansiosos por fecundar de exotismo una tierra tan fértil. Resulta imposible ahora luchar contra el poder de lo arrebatadoramente fiero, y la impotencia se apodera del paisaje rendido a su fuerza.

En alguna parte estará el camino; nosotras hemos traído machetes y buenas botas para acompañarte.

La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero. Posteado por rita el 5 Agosto de 2003 a las 19:21
Comentarios

No sé si seran suficientes los machetes y las botas. Ya sebeis q siempre elijo el camino más complicado, a veces a consciencia y otras por pura torpeza. Pero, en fin, este viaje es distinto y nuevo para mi.Me encanta compartirlo con vosotras, tan distintas....Aunke, es posible, q G se pierda por el camino.Ella, ahora, tiene un camino lleno de emociones.Puede q saltando un barranco, le dé uno de esos vértigos estomacales, provocados por el enamoramiento súbito causado por el Sr. X,y se pierda. No me importa. Ella ha estado kuando habia ke estar. Es su momento.Asias, ama y señora de las palabras, por guardar para mi, un rinconcito de tu blog y de tu vida. Y a ti, morenita Speety, por tener fuerza suficiente para eschucharme y limpiarme las lagrimas, aunke no puedas moverte del sofa. Mil garcias a tod@s los q estays.Espero estar yo pronto

Posteado por: zoe el 6 Agosto de 2003 a las 12:15
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