Me siento al borde de mi cama y medito sobre las acciones que lleve a cabo durante el día, cuando pienso en las decisiones que tome y me arrepiento de un par de ellas. Cuando recuerdo las bromas hechas, y las bromas que me hicieron y río solo para mi, río para no olvidar cual es el sonido de mi risa y canturreo un poco para tampoco olvidar cual es el sonido de mi voz.
Miro por la ventana y alcanzo a ver las ramas de los árboles meciéndose al viento. Un frío vaho de viento se cuela por debajo de la cortina y puedo sentir como recorre la habitación dejando un suave aroma mezcla de humedad y hierbas que se confunde con la fragancia que se desprende de las pequeñas volutas de humo que vienen del incensario.
Miro el reloj en la pared solo para darme cuenta que en realidad debería de haberme quedado dormido hace mucho tiempo, también me doy cuenta de que esta habitación no es tan grande como pensaba, que en realidad no hace tanto calor como pensaba, que en realidad hay días que no son como los había planeado, que hoy fue uno de esos días…
Pienso en… ¿en que no pienso? Pienso en las cosas que se salieron de mi control, pienso en las personas que me hubiera gustado ver, pienso en que siento algo de frío, pienso que no debería preocuparme tanto por el mañana…
No esta mal, si, que el mañana se preocupe por si mismo, ya es suficiente con los problemas del día.
A lo lejos se escucha el sonido de un motor, miro nuevamente el reloj, ya algo mas tarde, pero es que disfruto tanto de mi soledad, disfruto tanto el estar conmigo mismo que no me gustaría romper el momento. Tengo tan poco tiempo… incluso para estar conmigo mismo.
Aun puedo sentir la frescura del agua y mi piel tiene el aroma del jabón, comienzo a adormecerme y mientras entrecierro los ojos me dejo confundir por una mezcla de aromas y sonidos… hasta mañana.
Escrito por Seifil a las Marzo 9, 2004 09:58 AM