
Este viernes se estrena en México The Passion, una película dirigída por Mel Gibson que ha levantado algo de escándalo por supuesto antisemitismo y algunos errores históricos. Algo que se ha mencionado también es la crudeza de sus imágenes que reflejan el castigo al que fue sometido Jesús.
Independientemente de que tan religioso seas o no creo que The Passion es una buena producción que vale la pena ver, y es que grabar en arameo y hebreo no creo que haya sido muy sencillo.
En fin, yo ya tengo mi boleto para el estreno y ya les contaré si tanto barullo tiene su razón de ser.
En realidad lo que me tiene escribiendo el día de hoy es el hecho de que esta película se ha estrenado cerca de la fecha donde se "celebra" la tortura a la que fue sometido un hombre hace más de 2000 años.
Y en estas fechas es muy común ver a personas emulando los hechos de aquellos tres días, personas que se clavan a una cruz, personas que así se estén deshidratando o muriendo de hambre van a presenciar los famosos vía crucis.
Cuando era pequeño mi madre me llevaba a verlos y son un recuerdo poco agradable (hasta la fecha no he vuelto a poner un pie en una iglesia por voluntad propia). Cuando me volví mayor me pregunte el porque esas personas se castigaban de esa manera. Me lo pregunté una y otra vez y hasta hace poco y después de varios años obtuve una respuesta:
Es mucho más sencillo emular a Jesús por un solo día que vivir toda una vida de la manera que el lo predicó.