Proyectando hasta aquí el renovado asco que le tengo a las incoherencias para con uno mismo, la decoración bastarda (de la que hace gala todo hijo de vecino), del desquiciamiento provocado por la soledad emocional, las rídiculas actitudes para paliar ésto, el desmesurado interés hacia lo banal, la falta de humorismo, el carácter extravagante prefabricado, la falsedad e hipocresía del (que se cree) "fuerte", del pasotismo ignorante, del sin sentido mundial, de el camino hacia la prisión espejismo, del pan de hoy, hambre para mañana, del tener para ser, del miedo a la libertad, de la estructura lineal y guionizada hasta la saciedad de nuestros destinos, del las ideas infantiles sobre nuestro cabo salvador, de la seguridad e incuestionabilidad de las bases (cada vez más irrisorias y mediocres), de las vías de escape fáciles, de la superficialidad de éstas, del final insalvable y de miles de cosas más que no se cómo expresar, por todo ésto...
...os doy los buenos días.