[ 4 Julio 2004]

Crónica de mi orgullo

Antes de empezar: ¡ya tengo mi colgante! La Sta.Vainilla (a partir de ahora, mi novia psicológica) me lo ha devuelto :). Y ahora continúo con el resumen de mi fin de semana del orgullo guay. Tampoco esperéis gran cosa, lo más sexual que he hecho ha sido romperle los pantalones a Afriend, haciéndole el agujero que tenía en el pantalón más grande para poder tocarle los huevecillos. Pero bueno, hay cosas curiosas y creo que es divertido. Al menos yo me lo he pasado muy bien...

El viernes estuve en una megafiesta de presentación de una revista (Efervescente) en casa de Afriend. No sé cómo cupo tanta gente... aunque yo estuve más tiempo en la fiesta alternativa del balcón. Cuando vino la policía decidimos que era buena hora para irnos a Chueca a continuar la fiesta. De ahí al metro de vuelta a casa sólo tengo vagos recuerdos de bailes y tonteridas en una discoteca.

Ya en el metro me sobé, supongo que durante una estación. Y a mí eso de dormir en el metro borracho me sienta muy mal. Justo cuando abrí los ojos (mareado) vi que se abrían las puertas y salí corriendo. No paré hasta que fuera encontré un árbol que se adecuaba a mis necesidades. Entonces se me ocurrió mirar la calle donde estaba y... ni p. idea. Se me había olvidado fijarme en la estación donde me había bajado (o si lo había hecho no me acordaba)... Así que empecé a andar para buscar un mapa (que no encontré) mientras mandaba SMS a amigos con Vodafone. Es que tengo el mensamanía (100 SMS a Vodafone gratis al día), así que se me ocurrió enviar los nombres de las calles por las que pasaba por si alguno de ellos sabía dónde estaba. No le busquéis la lógica, que ya sé que no la tiene... Al fin encontré una calle que me sonaba, era perpendicular a la mía y se cruzaban a la altura del número 100. Adivinad en dónde estaba yo... En frente del 2. Creo que fueron unos 40 minutos, eso sí, amenizados por los SMS de Zhorp (también con mensamanía), que fue el único que contestaba, y que andaba despierto a esas horas. (Porque estaba en el aeropuerto a punto de coger un avión, que si no...)

Ésto el viernes. El sábado me levanté a las 3 de la tarde, con la ropa y las lentillas puestas. Me lo quité todo y a la ducha. No tenía la resaca de siempre, sólo estaba muy mareado. Me conecté al messenger y quedé para ver la cabalgata gay. Seguía mareado y hacía mucho calor, así que estuve un buen rato bajo la ducha con el agua fresquita. Llegué una hora tarde, y aunque había avisado de que me encontraba mal (y que ya les llamaría cuando llegase a Cibeles) me cayó bronca por parte de mis amigos. Qué poco considerados...

En la cabalgata me encontré a mucha gente (a Warrior entre ellos). Me lo pasé bien. Luego fuimos al Corte a comprar bebida para hacer botellón más tarde, y a cenar al Vips, donde me volvieron a dar los mareos. Pero luego en el botellón, con unas copas me volvió a subir el azúcar, así que rápidamente me puse a tono. Nos juntamos mazo de gente, de los cuales os pueden sonar: Xabe, SuperPijo, Knox, mi novio psicológico (Afriend), mi novia psicológica (Sta.Vainilla), Grache, Princesa, Sebastian... Me lo pasé muy bien. Nota: Si estás leyendo este blog porque tienes la dirección apuntada en un papel, junto con la dirección del blog de la Sta.Vainilla, deja un comentario al final diciendo que lo has leído... jejeje.

Estuvimos en un bar y en una discoteca. En este último lugar nos juntamos el trío palentino (SuperPijo, Knox y yo) y nos pusimos a dar chorbovueltas por la pista. Una vez oteado el campo de ataque, elegimos presa. Nos habíamos parado los tres en el mismo sitio, como si nos hubiésemos comunicado telepáticamente. Pero lo que había pasado es que elegimos la misma víctima. Lo que aconteció después me recordó a una excursión que hice a las Hoces del Duratón donde nos tumbamos a ver cómo los buitres volaban en círculos acechando a su presa. Huyó.

Seguimos con las chorbovueltas, pero como no había nada interesante nos subimos al escenario a bailar. Casualmente estaba por ahí nuestra anterior víctima, presa esta vez de otros buitres más experimentados. Clones de Superpijo, y como dice Knox, eran un poco avecrem (tenían más patas de gallo que una caja de Gallina Blanca). Procedentes de una casta superior habían bajado al inframundo para hacer caridad con un vulgar veinteañero. El guapo, el simpático y el de las gafas horribles se acercaron a SuperPijo (era lo más parecido a ellos... –alguien me va a matar cuando lea esta frase–). Había otros dos más, pero éstos siempre hicieron como si no estuviésemos (ni en la discoteca ni más tarde). Luego vino el de las gafas horribles hacia mí, preguntándome que de dónde era. Como era día de orgullo, con orgullo dije que era de Palencia. Puso cara de “qué bajo he caído” y se fue a hablar con SuperPijo. Dos segundos tardó en venir éste diciéndome la frase del gafas: “Me has mentido, dijiste que eras del norte y Palencia está en el centro-sur” (clase de geografía). Luego vino el simpático a practicar idiomas con mi camiseta. En ella pone “Liebe deine nächsten... ich bin der nächste!” Yo digo que significa “Ama al prójimo... yo soy el próximo”, Knox es más partidario de una traducción literal y dice que es “Ama a tus siguientes... yo soy el siguiente” y el simpático decía que yo era un chico muy verde por llevar eso escrito.

Entonces me dio por subir el banzo. Yo estaba en el borde del escenario, en las escaleras que bajan a la pista, un banzo (=peldaño en palentino) por debajo del resto de mis amigos. ¿Qué pasó? Pues que asusté al simpático. “Con lo mono que eras, y ahora al mismo nivel eres enorme...” Menos mal, el tío no me molaba nada y además, pasaba de tener problemas de espalda por comerle la boca. Buff, eran lo peor. Todavía no sé si se rieron más ellos de nosotros que nosotros de ellos. Qué panda de gilipollas.

Y siguiendo con gilipollas. Qué dos tías más tontas nos encontramos a la salida. Knox, SuperPijo y yo nos sentamos en la acera, en frente de la discoteca, a tomar el fresco. Al rato nos vienen dos tías pijas, pero vestidas de tal forma que se las podía confundir con dos putas de Montera. Una de ellas llevaba la microfalda tan corta que desde donde yo estaba sentado se le veían las bragas.

Pija tonta: ¿Tenéis fuego?
SuperPijo: No, pero me arde el corazón.
(Pija tonta le hace un gesto de desprecio y me mira a mí)
Yo: a mí me arde la polla.
Pija tonta: Qué ordinario que eres...
Puta pija: Y además feo.
(La pija tonta hace más desprecio que a SuperPijo y mira a Knox, que no dijo nada porque no podía hablar y reírse a la vez).

Menos mal que iba yo con la moral muy alta gracias a las gatitas parias (Sta.Vainilla, Grache y Princesa) ;), que si no, soy capaz de deprimirme además de volverme misógeno. (Ains, ahora me están esemeeseando... ¡también tienen mensamanía!). Entonces, entre la pierna izquierda de la puta pija, la pierna derecha de la misma, y el cordón de su tampax vi más piernas (en este caso masculinas) que se acercaban. Eran los de antes: que si nos íbamos a desayunar con ellos. Nosotros nos estábamos zampando unas galletas que nos había ofrecido un chico muy guapete en no sé qué momento de la mañana, si antes de las pijas o durante. El caso es que ya que habíamos empezado a comer, nos fuimos con ellos... Fue todo muy raro, nosotros no nos queríamos dejar vacilar, y ellos querían controlar la situación. Me reí mucho con el tira y afloja, ganándome el mote de “el simpático”. Lo mejor fue cuando llamaron a SuperPijo, superpijo. Es decir, este mote (puesto por Princesa), sólo lo usamos en los blogs. En persona todos le llamamos por su nombre. Él se cabrea cada vez que lee que le llamamos así, y al ver que uno de los gilipollas, de las miles de palabras que tiene el castellano va y escoge súper y pijo para dirigirse a él, le molestó mucho más. Knox y yo despollaos. Luego, en la cafetería, ya pidiendo desaparecieron todos menos el de las gafas horribles. Le habían dejado colgado. El chico avergonzado nos explicó lo obvio y se fue.

SuperPijo, Knox y yo nos llevamos el café a la Puerta del Sol. ¿“Ésto no acaba nunca” estaréis pensando, no? Seré breve, pero es que allí se nos juntaron otros tíos. Estábamos sentados tan tranquilos cuando de repente vemos tres despistados a lo lejos. Knox chifló y empezó el cachondeo. Se pararon cerca, y empezó el “que voy, que no voy, que me acerco, que me alejo...”. Y vinieron.

Se dice que entre el blanco y el negro hay una escala de grises, pero yo cada vez me lo creo menos. Fuimos de un extremo a otro: eran lo más kinki del lugar. Como dice Knox, allí estaba lo mejor de cada casa. La voz, como la del típico madrileño que habla diciendo “¡qué passa tron!”. Casi vamos con ellos a un after, pero en el último momento decidimos volver a Chueca, a otro sitio que conocía Knox. Ya allí, estábamos en la puerta juntando monedas de céntimos para llegar a 8€ cuando vemos salir a gente del lugar: empapados de sudor y diciendo “¡qué calor!”. Pero exagerado, como si les hubiesen duchado dentro... Así que nada, media vuelta y a buscar otro sitio.

Y ya acabo, porque estuvimos como una hora paseando por Fuencarral, Hortaleza, Gran Vía... Durante un momento dos chicos nos empezaron a seguir, pero como uno de nosotros no paraba de peérse, huyeron. Después de ésto al metro y pa’casa. Esta vez no me dormí, así que todo bien.

~FIN~

 

Comentarios:

Warrior [Julio 5, 2004 12:13 AM]

Jobar... yo sin saber que saldríais todos juntos en el Orgullo... Cuando me llama la Srta. Vainilla y yo en el Perpetuamente Maricón...

Aun así, me lo pasé genial. Mañana os cuento.

Princesa [Julio 5, 2004 01:28 PM]


Si es que nos juntamos y somos un autentico peligro!!
Lo pasamos bien,eh??
En cuanto a Superpijo le voy a dar la proxima vez que lo vea...
Uno, no quiero volverle a ver con esos pantalones.
Dos, si dice que el Dutti no le gusta, no le gusta y punto!! y que deje via libre a los demas....ji,ji,ji
Tres, eres un cielo!!!

Cuando repetimos fiesta??

Srta.Vainilla [Julio 5, 2004 03:02 PM]


Me lo pasé muy bien, Prox eres un encanto, menos mal que ya tengo categoría de novia psicológica...
Gracias por la velada.

Knox [Julio 6, 2004 11:25 AM]

Ya me acordé de cómo y dónde sacamos las galletas. Después de haber estado haciendo el cafre con los cuatro jinetes del apocalipsis, decidimos salir a la calle y esperarlos allí. Al cabo de un rato, me dio un acceso de hambre cuando vi pasar a una chica con una bolsa con un revuelto de cortezas, gusanitos,... Empecé a balbucear la palabra "corteeeeezaaaaaaa". La chica muy amablemente me dio. Claro, que aquí Superpijo y el dueño de este blog no son tontos, no. Yo no había visto al peazo Cookieman que iba por detrás de la dueña de las cortezas. Directamente dijeron: Yo quiero una cookie de chocolate. Así fue. Sin más preámbulos.

P.S.: Nunca nadie se ha peido?

Brocco [Julio 6, 2004 11:52 AM]

Pero quién vio a Ricky Bastante, eh? Brocco! (Aún tengo pesadillas)

maripilix [Julio 8, 2004 01:50 AM]

uy lo de juntar los céntimos y locales sin climatizar me suena, ad+ q a ciertas horas poco qda abierto... el verano pasado me ahorré la sauna con eso... jaja
Es lo q pasa en estas noches que cuando recompones la noche como puedes parece un cuadro de Dalí, por lo surrealista, de las cosas que te han pasao y la gente a la que has conocio...

 

Comenta:










¿Recordar esta información para otra vez?