Enero 26, 2004

Sunday, Bloody Stupid Sunday

El domingo empezaba mal: tuve que hacer de tripas corazón y de periódico dominical comprarme el ABC. He estado viendo el DVD de U2 (la razón de mi sinrazón) y, la verdad, ha merecido la pena. También me he entretenido mucho haciendo el crucigrama (supongo que si fuese un telegrafista católico en lugar de un intelectual me hubiese sido mucho más fácil) y pintándole bigotes a Rato, Cheney y un Guardia Civil. También me interesaba (daños colaterales) el reportaje, bien soft, que sabía iban a dedicar a las metasectas (Kikos, Opus, Legionarios y Adoradores noctívagos) de la Secta. No, si mal del todo no me lo he pasado. A lo mejor me animo y todo y, en relación con ese artículo que dedican a la farmacia del Vaticano, la mejor surtida de todo el mundo, les escribo una Carta al director inquiriendo si, por despiste o verdadero completismo, también tienen buen surtido de condones (que es que los XL son caros y además, no en todas tienen).

Soy así de considerado (o vago) y no me pongo a meter los cubos de basura conforme llego por la mañana, porque soy consciente de que el ruido es bastante estrepitoso, por más que ponga cuidado. Suelo hacerlo a media mañana, más o menos a eso de cuando me sale de las pelotas. Hoy, todavía no los había metido, pero al parecer el resto de la calle sí, y ha aparecido una tipeja de otra calle con dos bolsas. Venía mirandome mientras cruzaba por delante todo el portal. Miraba los cubos, me miraba a mí, miraba los cubos... yo le decía que no con la cabeza (y con mi Cara-de-mala-leche-y-seriedad® patentada). Se me olvidaba que los que viven por allí son gente sin cultura, sin mundo, sin una educación digna... así que no ha entendido el gesto universal del no con la cabeza (si Umberto Eco levantara la ídem...). O eso, o era húngara (o de donde quiera que sean quienes entienden por nuestro no con la cabeza un sí con la cabeza). Pero no, tenía pinta de pija patria. Así que he vencido la pereza y, viendo que había dado media vuelta y había echado a andar calle arriba, he sacado las dos bolsas del cubo y con un trotecillo me he plantado detrás de ella. "Disculpe, señora, creo que se le ha caído esto", y se las he dado. No me ha replicado nada en absoluto, pero si llega a renegar de ellas yo ya tenía preparada la respuesta: "No me diga que no son suyas, ¡si huelen igualito!". En fin, supongo que la sorpresa y la vergüenza han jugado de mi parte. Nunca le toques las narices a un portero aburrido con mala leche.

Algo bueno: me han invitado a cocido en casa de Irenita.

No voy a abundar aquí en las causas de mi estado de ánimo de hoy. Más que nada, porque no soy dado a la delación, y si las mentara podrían procesarlas por cómplices en delitos (casi) de sangre. Digamos que tienen raíces en lo social. Estaba descansando en esa laguna de la tarde que implican un portal vacío, cierto calorcito del radiador en las piernas y el Carrusel Deportivo intentando llamar mi atención por el oído derecho cuando de pronto las entrañas del edificio se han puesto a murmurar, traquetear y, en fin, a emitir todo tipo de ruidos inverosímiles. Como no olía a pescado he desestimado casi inmediatamente la posibilidad de que nadie estuviese invocando horrores de otra dimensión en el cuarto de las calderas, así que me he atrevido a echar un vistazo. Eran los trasteros. Al parecer hoy el Ayuntamiento hacía una recogida de esas de muebles viejos y los vecinos se han puesto a aplicarles unos cuantos enemas a sus respectivos trasteros (porque con todo lo que han sacado de allí, bueno tenía que ser el atasco). Antes de que llegasen a poner las cosas en el alcorque, de un viaje para otro, ya había pasado sobre ellas algún rumano de las chabolas vecinas. Hurgándo entre todo lo "inservible", muchos han encontrado lo necesario. El primer pensamiento, gracioso de "Pues poco van a encontrar los del Ayuntamiento cuando lleguen..." se ha ido corriendo, acojonado por los que venían detrás. Recordadme que no me deje el cinismo en casa cuando me vaya al trabajo. Era bastante descorazonador, hasta se atropellaban, los donantes (sólo un par de familias, en realidad; los demás estaban muy ocupados en misa) y los rumanos, cuando el montón de cachivaches había alcanzado ya considerables proporciones. A los donantes, se les veía en la cara, las tripas les estaban jugando a la comba. Apuesto a que alguno ha sacado hasta cosas de más, por si servían. Y si hubiera tenido la cámara a mano habría sacado una instantánea dolorosa en la que dos niñas, de la misma edad ambas pero de peor hado la una, se miraban sonriendo en pleno intercambio de un poco nutritivo cochecito de bomberos. Para la hora de irme, tan sólo lo verdaderamente inservible quedaba ya en el montón. Esperando que vinieran a por ello, no los del Ayuntamiento, sino los rezagados.

Otra cosa que me ha puesto de mala leche, por ejemplo, ha sido no llevar más suelto en la cartera. Ya he comentado alguna vez la impotencia que me da de no poder ir arreglándole la vida a todo el mundo. Pero es que esta pequeña parte del mundo estaba en las escaleras de Plaza de Castilla, hecho un ovillo al abrigo de su chaquetón y de su barba, y apenas sí podía mover la escudilla. Entre un uruguayo, un venezolano y yo le hemos dado ni para pagarse un café (¿Cuánto vale la caridad?). Y a las preguntas de estos sobre si no existiría algún servicio de asistencia, mientras íbamos bajando hacia el metro, les he hablado un poquito de la concejada de Asuntos Sociales de este pueblo grande. Y de que sí hay servicios, pero a saber si él lo sabía, o si le convendrían. Lo cierto es que he recordado lo de los albergues abiertos a 0ºC. Estábamos aproximadamente a unos 3ºC, sin contar la sensación térmica (ya sabéis: tres grados en Celsius, pero en el corazón muchos menos...).

Así que, preso de la impotencia, no me ha quedado más remedio que escribir este post y llenar el Radio Blog de canciones chorra y animadillas, a ver si el lunes acaba siendo un poquito menos normal.

Adoro los lunes.

Posted by germanmj at Enero 26, 2004 02:16 AM
Comments

Jo... Pues yo, ni por los U2 he sido capaz de comprarme el ABC.
Porque como revista de humor, y a falta del Jueves, prefiero la Razón, la verdad...
La próxima vez que te aburras en la portería, llámame por teléfono. Que no es que tenga mucho que contar, pero a veces hago ruiditos divertidos.

Posted by: Somófrates on Enero 26, 2004 09:52 AM

Te escribí un comment muy bonito ayer, pero la conexión se fue al pedo. ¿Por qué no me llamaste urgentemente para que fuera al portal? Si total, estaba al lado...
Te quiero

Posted by: Rear Window on Enero 26, 2004 03:45 PM

U2 es uno de los mejores grupos que he visto nunca. Yo soy fan por mi hermana, que a ella le gusta mas. Por cierto podrías haber puesto alguna de ellas en el radioblog tron!
Te pensaste lo de las canciones? :)

Posted by: k-c on Enero 26, 2004 03:56 PM

esa foto de las niñas (con tu mirada detrás del objetivo) es de lagrimilla y vuelco del corazón, pero la de "esta pequeña parte del mundo (...)hecho un ovillo al abrigo de su chaquetón" me ha puesto muy mala.

Posted by: haditjé on Enero 26, 2004 05:13 PM

"Dí papá" al lado de Joaquín Sabina... chico, tu eres surrealista (o un psicópata)!!!
:-))
(por cierto, yo no oigo bien las canciones, no se si es normal, pero se me entrecorta el sonido)

Posted by: carmen on Enero 26, 2004 11:20 PM

Me temo que soy las tres cosas... :P

La cosa es que el orden es puramente alfabético, lo que deviene de mi enfermedad mental es tan solo la selección (que sin embargo tiene un cierto por qué, que hace que todas las canciones que están deban estar, aunque no estén todas las que debieran).


Sobre el oirlas malamente me temo que eso es cuestión de los anchos de banda, de la paciencia pa que se carguen enteras y del mirar los pajaritos. Lo bueno es que cuando una ya se ha cargado una vez, a la segunda ya va bien...

Posted by: Germán on Enero 26, 2004 11:24 PM
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