Rompió el glaciar!! (info de esta ruptura)

Yo vivo bastante cerca, a unos 400 km... que para nosotros es practicamente nada (el pueblo mas cercano a Rio Gallegos está a 250 Km, asi que nos acostumbramos a hacer viajes largos, como por ejemplo hasta la zona del glaciar y volver en el dia), pero entre el trabajo, mi abuela, la sobri .... no vamos a poder viajar.. una lástima realmente.

GLACIAR PERITO MORENO, Santa Cruz.- Aquí, en este rincón del mundo, cuando el hielo empezó a derramarse en el lago Argentino, la naturaleza demostró que aún son posibles las lágrimas de alegría. Gritos, aplausos, estampidas y estruendos ganaron ayer las pasarelas ubicadas al frente del glaciar Perito Moreno. La ruptura de la pared de hielo había empezado su proceso de quiebre después de permanecer 16 años en silencio.

Esta vez, siete mil almas fueron las elegidas para presenciar un espectáculo que hasta encontró desprevenidos a los funcionarios de Parques Nacionales. "Nos sorprendió a todos, pese a que la pared ya había cerrado en octubre y no había ningún pronostico científico que asegurara que se fuera a romper ahora", aseguró a LA NACION Carlos Corvalán, intendente del Parque Nacional Los Glaciares.

Desde el Balcón Norte de las pasarelas -el lugar que ofrece la mejor vista-, la perspectiva es sobrecogedora. Desde ayer al mediodía las paredes de hielo de la pared central no dejan de caer. Pero las primeras fisuras empezaron en la tarde del miércoles, aunque nadie imaginó que desembocaría en el quiebre final.

Un puente de hielo

Ayer, en horas del mediodía, las pasarelas estaban abarrotadas de gente. "En Parques recibí llamadas de todos los lugares del país, el espectáculo es increíble, dado que fue tan sorpresivo la gente que se encuentra en las pasarelas son en su mayoría turistas ocasionales y sobre todo la gente del pueblo que se acercó apenas empezaron los rumores", aseguró Corvalán, un mendocino que está al frente de la intendencia de Parques hace siete años.

"Estoy sorprendido, creo que soy un hombre de mucha suerte, nunca imaginé poder ver este espectáculo", aseguró a LA NACION Aaron Durkin, un londinense que junto a su novia, Abi, recorren América del Sur. "Es maravilloso, no tenemos palabras, venimos de las Cataratas del Iguazú y ahora tenemos la suerte de llegar el día que se rompe", aseguró Abi, mientras intentaba captar el momento con una pequeña cámara.

Desde octubre que el glaciar cerró sobre la península de Magallanes, la diferencia de agua entre el Brazo Rico y el Canal de los Témpanos alcanzó hasta ayer 10,40 metros. Menos de la mitad de lo necesario para que se produjera la ruptura como en las veces anteriores. Pero el glaciar no conoce reglas y ayer empezó a derrumbarse.

Espectadores privilegiados

A las 16, cuando al frente de la pasarelas el sol enceguecía la vista, se vivió uno de los momentos más inolvidables. El agua abrió el canal y formó el ya famoso puente. El momento fue sólo para unos pocos privilegiados.

"Esto es impresionante. Yo lo vi en 1988, ahora otra vez, pero esto no deja de ser un espectáculo maravilloso", aseguró Marcelo Alaniz, con su pequeño hijos en brazos.

Al atardecer cesaron las caídas de las paredes principales. Sobre el Brazo Rico, se desparramaban migajas gigantes de hielo. Pero aún resta caer buena parte del hielo. Nadie se lo quiere perder, y por eso las carpas y las bolsas de dormir están a la orden del día. Nada es imposible para venir a ver el show, ni siquiera tener cuatro meses y estar en brazos de mamá. "Pasó el tiempo y pensábamos que no iba a romper, pero hoy tenemos este regalo, es indescriptible", aseguró María del Valle Cisternas, de San Nicolás, Buenos Aires, pero radicada en El Calafate.

Desde la mañana temprano, cuando los rumores sobre la posible ruptura ganó las calles de El Calafate, ubicado a 80 km del glaciar, todos aquí empezaron a buscar la forma de llegar. Aun hoy se espera el mayor espectáculo. Será cuando el puente de hielo caiga definitivamente.

El proceso, según explican los expertos será de horas. Por eso, la gran mayoría de los espectadores -incluido esta cronista- no dudan en pasar la noche frente al hielo. Los 18 inusuales grados de temperatura y el clima de alegría que se vive en las pasarelas hicieron de este lugar una isla en medio del horror que por estos días vive el mundo.

Fuente: La Nacion