Junio 12, 2004

Parejitas

Ayer hablé con A. que me invitó a salir esta noche. Han quedado él, su nuevo rollete, y una antigua compañera de facultad con su novio. O sea, me ha invitado a una salida de dobles parejitas. Evidentemente le he dicho que estoy ocupado. Lo cual no deja de ser cierto.

Esa antigua compañera era una amiga en los tiempos de la facultad, y nada más llegar a Madrid nos distanciamos por completo. Y todo por mi opinión sobre su novio. Comenté cosas que no me gustaban de él y ella se lo tomó a mal. Así que mejor no verlos a los dos. Y mejor tampoco no aparecer. A. estaba exhultante el otro día, mandándome fotos hechas con su webcam de él con su rollete sentado encima de sus rodillas. Como quien enseña las fotos del coche nuevo que ha comprado. Incluso entró en detalles sobre su vida sexual con ella.

Qué diferente a los tiempos en que yo le hablaba de Bz. y él con cara de circunstancias prefería permanecer en la ignorancia respecto a ciertas cosas. Y qué diferente a mi prudencia cada vez que he empezado una relación con una chica. Creo que lo que le pasó a J. cuando estudiábamos C.O.U se me quedó marcado. Después de que una chica que le gustaba mucho le diera calabazas por dos veces, a la tercera le dijo que sí para desdedecirse a la semana. Recuerdo su llamada apesadumbrado para contármelo y como me pedía que no le dijera eso de "ya te lo dije". Yo le había recomendaba que una vez rechazado mejor la olvidara. Pero en aquel momento lo último que me apetecía era jactarme de estar en lo cierto en torno a ella. En momentos aquel prefería haber estado equivocado.

Así que me entró una especie de pánico al ridículo. Mejor dejar que la relación se asiente, antes de ir por ahí contando que estás con alguien y sin que te lo esperes te den con un portazo en la nariz. Por no hablar de evitar así los comentarios bobalicones de las personas que conoces cuanda empiezas una relación. Convierten el hecho de tener pareja en excusa para toda clase de burlas y comentarios estúpidos. Se te olvida algo, y eso por que estás "enamorado" y tu cabeza no piensa más que ella. Patético.

En el fondo entiendo a A. A él le ha tocado siempre el papel de amigo simpático que sale por la noche con sus amigos y sus respectivas novias. Y ahora que tiene pareja tendrá ganas de vivir esos rituales sociales que le estuvieron vedados durante tanto tiempo. A mí también, pero viví siempre con naturalidad que mi mejor amigo tuviera novia. Y siempre he vivido como algo ajeno y extraño salir un sábado por la noche con alguien que sea mi pareja. Incluso cuando las he tenido no me ha gustado montar un numerito en público. Pudores extraños productos de lo vivido.

...

Por cierto, me encontré en el MSN Messenger a J. hace poco. Él y su novia han roto después de cinco años de convivencia. Ha sido un palo, pero por primera vez en mucho tiempo lo veo en el camino de poner su vida en marcha.

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Alguien ha tenido una ocurrencia genial. ¿Le importaría a A. que me ponga muy "cariñoso" con su nueva pareja? Supongo que él, que abomina tanto de los novios celosos y entiende la amistad de una forma tan particular, no se molestará que estando en un bar le ponga a ella el brazo por encima del hombro o me dedique a acariciarle el brazo. Me resulta repugnante hacerlo, pero es francamente divertido pensarlo.

Escrito por Lobo a las Junio 12, 2004 09:35 PM