Julio 28, 2004

De patriotas e idiotas

Ayer caí en la cuenta que han pasado dos semanas desde que me echaron. Parece algo ya muy lejano. Casi mentira, que hace dos semanas me dedicara a incordiar por teléfono a gente para venderle algo que yo nunca compraría.

A parte del buen ambiente con los compañeros de trabajo, lo único que echo en falta es el vivir en aquel gigante laboratorio de experimentación social. Tenía para contar algo diferente cada día.

El segundo día duplicamos las ventas del primero. Del personal fijo hubo alguien que vendió unas 10 tarjetas. Y una chica que había entrado nueva en el mismo grupo que yo vendió igual o más. En el descanso, a media tarde, alguien comentó que el vendedor se había "picado" y había comentado que no iba a permitir que alguien vendiera más que él. Aquello me sonó a broma, pero la que lo contaba insistía en que él parecía muy seguro de lo que decía, y que además un supervisor le había escuchado diciendo que le parecía muy bien que los trabajadores compitieran entre ellos.

Al que me quiso escuhar le conté que todo aquello era lo más estúpido del mundo. La empresa al no querer o poder estimularnos ofreciéndonos recompensas materiales por un incremento de la productividad sólo le quedaba ofrecernos algo inmaterial: Prestigio o vanidad. Yo que estaba allí sólo por el dinero, e importándome tres pitos la venta de tarjetas, me resultaba cómico que alguien se tragara todo aquello y estuviera dispuesto a esforzarse a trabajar más por nada.

Es un principio que funciona en otros ámbitos de la vida para motivar a la gente que vaya más allá de del deber sin recibir nada a cambio. Precisamente "más allá del deber" es una frase que aparece en las citaciones por medallas militares, que al fin y al cabo no son más que un trocito de metal simbólico por arriesgar la vida. Por eso el lenguaje militar está lleno de valores inmateriales: Deber, honor, patria... ¿Cómo se convence a un joven para que se integre en una institución jerárquica y guiada por reglas arbitrarias? ¿Que obedezca ciegamente, que soporte marchas inacabables bajo frío o calor intensos, que haga guardias sin cobrar ningún plus de nocturnidad, que vaya hoy a Haití y mañana a Afganistán y ponga su vida en peligro? Apelando a su ego, haciéndole creer que por llevar una boina verde, roja o azul es alguien.

En "Fahrenheit 9/11" Michael Moore señala la paradoja de que sean precisamente jóvenes procedentes de las clases bajas de EE.UU. quienes copen las filas de una fuerzas armadas instrumentos de una política exterior al servicio de la élite económica. Por eso la derecha ha agitado siempre banderas con fervor patriótico. Es difícil vender un programa de gobierno basado en los recortes de servicios públicos que habían alcanzado el status de un derecho de los ciudadanos (sanidad, educación, subsidios de desempleo...) para con ello financiar el recorte de impuestos a los más ricos. Es difícil vender la idea de la privatización de empresas públicas que daban beneficios y cuyo capital físico habíamos financiado todos con nuestros impuestos, para transferirlas por debajo de su valor real a empresarios con conexiones con el gobierno. Por eso necesitan inventar enemigos externos que cohesionen a la nación alrededor del gobierno, que a todos se les llene la boca con la palabra "nación" o "patria" mientras agitan la bandera nacional, y olvidan que no todos somos iguales.

Escrito por Lobo a las Julio 28, 2004 06:44 PM
Comentarios

Hala, ya me he enganchado a otro blog. Maldito Veti, tenía que linkarte... :-) Un saludo.

Escrito por Manu a las Julio 29, 2004 01:38 AM

Hola. Estoy de acuerdo en parte de lo que dices. Pero te olvidas de un pequeño detalle. La supuesta izquierda también usa ese programa para lo mismo: captar fieles a los que se hincha el corazón al oir Catalunya o Euskadi o lo que coño sea. Cuando lo que hacen es lo mismo que la derecha, programar mentes para conseguir sus objetivos burgueses: que el gallinero que les toca lo puedan explotar ellos y no la competencia centralizadora del Estado. Todo para ellos. Sus gallinitas han de poner los huevitos en catalán o en euskera o en galego pero bueno, tranquilos que así son más libres y menos idiotas.


Escrito por Chica a las Agosto 1, 2004 07:09 PM

Lo siento, Chica, pero me temo que estás un poco confundida: los partidos nacionalistas no son "la supuesta izquierda". Salvo espeluznantes excepciones como el nacionalsocialismo, la tendencia natural de un partido nacionalista es hacia la derecha, no la izquierda.

Escrito por Mostrenco a las Septiembre 5, 2004 11:01 PM