El Lobo Estepario

Al final de este viaje

El viernes por la tarde mi hermana me llamó desde mi antigua facultad. Aprobé por fin la asignatura que me quedaba para acabar la carrera.

Luego Llegué tarde por la noche. Había pasado toda la tarde fuera y no vi a mi madre hasta el sábado por la mañana. Ella se alegró mucho más que yo. Para mí más que una buena noticia por el logro de algo, ha sido como liberarse de un lastre. Muchas veces imaginé este momento, pero llega un año tarde. Me fui a Madrid e hice el máster. Así que licenciarme es algo así como el requisito necesario que me quedaba para cuando termine la tesina obtener el título oficial del máster.

Y podría ponerme filósofico, y recordar donde estaba yo hace diez años. Cuando mi vida estaba aprisionada en un callejón sin salida. Podría recordar todo lo sufrido por el camino. Y como todo me llevó hasta aquí. Pero no sé por qué resulta mucho más fácil hablar de las batallas perdidas que de las guerras ganadas. De los buenos momentos es más difícil hacer literatura. Y en definitiva porque siempre me ha dado menos pudor hablar de mis neuras que de mis virtudes y mis logros.

Ahora sólo pienso en el futuro. Este fin de semana empezaré, esta vez en serio, con la tesina. Y casualmente me encuentro esto. Vae victis...