Este post va dedicado a todos aquellos que, como yo, han crecido viendo tantas películas y series americanas que han llegado al punto de no discernir entre ficción y realidad. Cuando maduras te das cuenta de que la vida no tiene nada que ver con lo que has visto, y darías cualquier cosa porque tu vida fuera un poco más peliculera. Si comparas tu vida con una película todo son decepciones, y las más habituales son las siguientes:
- En tu fiesta de graduación (si se le puede llamar así) no alquilas ninguna limusina; Tampoco hay baile de fin de curso con orquesta en vivo, sólo ponen un recopilatorio de Paulina Rubio y descubres que las tías de tu clase tampoco se dejan meter mano al bailar.
- Si dices a alguien que ganaste apostando a los caballos “tres de los grandes”, nadie te entiende; Ni siquiera tú mismo sabes qué cifra es realmente.
- Tus padres nunca se van de casa un fin de semana para que puedas hacer una fiesta por todo lo alto, y si se van los únicos que vienen a casa son los pringaos de tus amigos a fumar porros y ver Jay y Bob el silencioso contraatacan.
- Nadie tiene un número de teléfono que empiece por 555.
- El cable del auricular del teléfono no tiene una extensión de diez metros.
- A los dieciséis años, tu padre no te deja el coche un sábado por la noche sino que te da una colleja como te vea rondando por su mueble-bar.
- Cuando eres un mocoso y sales por primera vez a una discoteca nadie te invita a drogas. Te las has de comprar tú como un gilipollas.
- Tú padre no esconde una Magnum encima del armario, y tampoco es un agente secreto de la CIA; es realmente tan pringado como parece serlo.
- Tu mejor amiga nunca se dará cuenta de que eres el hombre de su vida.
- A la casa de al lado nunca se mudará un matrimonio con una hija que esté buenísima; seguirá viviendo ahí la vieja asquerosa que se queja a tu madre porque pones la música muy alta.
- No pasarás un año sabático viajando por Europa, porque ya estas en Europa y todos tus años son sabáticos.
- Tu casa no tiene refugio antinuclear.
- Si espías a un vecino con unos prismáticos, éste estará haciendo cualquier cosa menos cometer un asesinato.
- Te das cuenta de que tu madre no te prepara nunca sándwiches de manteca de cacahuete….ni siquiera has visto nunca manteca de cacahuete en el super.
- Casi nadie, menos tú friki empedernido, sabe quién es Johnny Carson.
- En los juicios españoles no existe lo de “protesto”.
- No puedes casarte disfrazado de Elvis.
- Nunca tendrás una casa en lo alto de un árbol. Acéptalo. Ni tus hijos. Ni los hijos de tus hijos. Que no, las casas en los árboles no existen.
A lo largo de los años me he ido enamorando platónicamente de casi todas las grandes cantantes del jazz: Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Nina Simone…. En realidad se me cae la baba con todas las cantantes de jazz, aunque no sean precisamente guapas; Es una obsesión por las voces bonitas, supongo. Qué le voy a hacer si una de mis fantasías es que una mujer me cante It had to be you o Fly me to the moon….
El caso es que hace poco me dio por buscar una foto de Dusty Springfield, a quien, pese haberla oído cantar mil veces The look of love, nunca había visto en foto. Qué sorpresa la mía cuando me doy cuenta de que Dusty Springfield no sólo no tiene el encanto de las demás damas del jazz sino que…… ¡parece un hombre!
Miradla bien, ¿soy el único que está pensando en Tony Curtis en Con faldas y a lo loco? Menudo chasco…. Esto es lo que pasa cuando uno se deja seducir por una voz en lugar de por un buen par de tetas. Si es que hay que ser un guarro, no se puede ser un sentimental que luego te la meten doblada…
Desde hace un tiempo se utiliza el término cool muy a la ligera. Podrías escribir párrafos y más párrafos sobre lo que significa ser cool, pero me parece que a pesar de lo etéreo de término todo el mundo tiene una idea de lo que significa. En realidad lo importante no es lo que significa, sino si lo eres o no lo eres. Después de beberme una cerveza me ha venido a la cabeza la idea de crear un test para saber quién es cool y quién no. Si alguien quiere, que compruebe cuan cool es….y recordad niños: lo importante no es lo que piensas, sino lo que piensan los demás de ti.
1. ¿Cómo se llama el cantante de Placebo?
a) Steve Placebo
b) Brian Molko
c) Brian-carade Moco
d) Susie McEnzie
2. ¿Cuál es tu musical favorito?
a) Grease
b) The Rocky Horror Picture Show
c) Moulin Rouge
d) La Lola se va a los puertos.
3. ¿Cuál es el disco que más mola de Radiohead?
a) El Ok Computer
b) El Kid A, y es un marica quien diga lo contrario
c) El de versiones de Paul Anka
d) El Hail To The Thief, aunque no lo he escuchado.
4. ¿En cuál de los siguientes barrios nunca vivirías?
a) En Camden, de Londres
b) En “er poligano” de Sevilla
c) En el barrio rojo de Ámsterdam
d) En el Soho de Nueva York
5. PJ Harvey tiene un huevo más grande que el otro. ¿Cuál?
a) El izquierdo
b) El derecho
c) El huevo Kinder
d) PJ Harvey no tiene huevos, es una tía.
6. ¿Qué libro te llevarías a una isla desierta?
a) El código Da Vinci
b) Los pilares de la tierra
c) Cualquiera de Cuck Palanhuik
d) Yo, de Katherin Hepburn.
7. ¿De qué murió Kurt Cobain?
a) De fimosis.
b) Se suicidó porque la vida es una mierda.
c) Fue un complot del que se sabe que estaban implicados Courtney Love, la CIA, y al menos tres reponedores del Caprabo.
d) Kurt no ha muerto, se hizo un lifting y ahora es el cantante de The Vines.
8. ¿Cuál de los siguientes videoclips te gusta más?
a) Barbie Girl, de Aqua
b) Vespertine, de Bjork
c) Que güeno que estoy, de Los Mojinos Escozíos.
d) Como una ola, de Rocío Jurado.
9. ¿Cuál es tu película favorita de Tim Burton?
a) Eduardo Manostijeras
b) Pesadilla antes de navidad
c) Todas son un coñazo, muy bonitas sí, pero un coñazo.
d) Todas…..me trago cualquier mierda suya, hasta El planeta de los simios.
10. Aspiras a ser…
a) Fregaplatos
b) Artista conceptual
c) Menos gilipollas que ahora
d) Taxidermista.
Respuestas correctas para ser alguien cool: 1A; 2B; 3A; 4B; 5D; 6C; 7B; 8B; 9D; 10B.
Mis respuestas son: 1C; 2B; 3D; 4B; 5D; 6C; 7D; 8A; 9C; 10C.
No, no soy cool porque me repatean Tim Burton y Bjork….oh dios, arderé en el infierno.
…y entonces ella dijo que le gustaban mis orejas; o puede que no lo dijera, pero no dejaba de acariciármelas con ternura y a mí me pareció que tal vez le gustaban. Yo le dije que me gustaban las suyas, que eran pequeñas e infantiles, y se echó a reír sorprendida porque nunca antes se lo habían dicho. Nos estábamos congelando dentro del coche, que tenía una ventana abierta para que se escapara el humo del porro que nos acabábamos de fumar. Yo no dejaba de tiritar de frío y tosía como si me fuera la vida en ello porque acarreaba conmigo una gripe mal curada; ella parecía estar rara, pero eso perdió importancia cuando comprobé al día siguiente que mi bufanda olía más a ella que a mí…
Esto es lo que quiero recordar.
Necesito reírme, porque mis últimos días no han sido muy buenos
Ayer me llegó al correo un mail sobre parecidos razonables de famosillos y, aunque la mayoría estaban ya más sobados que una revista porno en un colegio de curas, hubo uno que me hizo partirme de risa.
¿Has tenido un mal día? ¿Uno detrás de otro? Pues desquítate con el cretino de Andy & Lucas (no se cual de los dos es éste, yo lo llamo “el navajero”) y su sonrisa de rumiante.
(Y un pequeño homenaje a la chica del gorro…hacedle una visita)
Hoy he aprendido: Que tocar Since I told you it’s over de Stereophonics a la guitarra es muy difícil ahora mismo.
Me he enamorado: De mi lado más adolescente, que me incita a dejar mensajes chorras en el foro del Festimad. Bill Cosby Rules!
Tarareando: Rod Stewart – Young hearts be free tonight
Que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan, que te jodan.
PD: Esto es todo cuanto me apetece decir hoy. Sé que no vale la pena dejar constancia de ello aquí, pero hay veces en que necesitas decirlo y no puedes reprimirte. Si a alguien no le gusta, ya sabe lo que le toca.
Sábado por la noche. Son casi las once. Estoy en casa y pensando en que……
1) Podría llamar a G y salir a tomar algo por aquí. Con suerte a eso de las doce estaríamos por el Borne y acabaríamos en el Magic (sin suerte acabaría en, qué se yo, Hospitalet mismo). Yo me emborracharía hasta no aguantarme de pie y él me llevaría a casa en su coche (en el que no se puede fumar) escuchando con algo de suerte Metallica; sin suerte Madonna.
2) Podría quedar con M cuando salga de trabajar sobre las 12. Iríamos por la zona de siempre, tomando medianas, escuchando pachanga de mierda, saludando a gente que en realidad no soportamos. Vueltas y más vueltas en la calle porque odiamos todos los bares cercanos. Fumaría algún porro. Mierda de noche, como la de ayer.
3) Podría llamar a C y convencerle de que nos vayamos a Marina. Viajes en metro. Alcohol y más alcohol; puede que algún porro, pero sólo si me llevo de lo mío. Buena música, pediríamos en los bares canciones de los Guns y de los Ramones. Vuelta a casa al amanecer, hechos polvo y en el metro. Probablemente potaría antes de llegar a la cama.
4) Podría bajar al videoclub, comprobar que mi tarjeta sigue siendo válida (hace un año que no la uso), y alquilar algún dvd. Sólo tienen mierdas de pelis y seguramente acabaría viendo algo que ya he visto. Me dejaría una pasta porque nunca me acuerdo de devolver las pelis.
5) Podría ver alguna peli que tenga en casa, aunque ya he visto todas las que me gustan una infinidad de veces. Es como la opción anterior, sólo que me hace parecer más perro aún por ni siquiera bajar a la calle.
6) Podría ver el partido que dan en la tele: Valencia – Deportivo. Pfff… no, creo que no podría.
7) Podría ir al comedor y entablar conversación con mi padre, ofrecerle una deliciosa Grimbergen (o como se llame, una cerveza belga que quita el sentido) y alargar el asunto hasta que abriéramos el mueble bar y me sirviera un Jack Daniel’s. Otras veces me lo ha ofrecido, ¿por qué no hoy? Si mi padre se emborracha, tal vez me pudiera liar un peta. Él querría fumar. Lo sé por experiencia.
8) Podría irme a mi cama y seguir leyendo Una casa en el fin del mundo de Michael Cunningham y terminarlo en unas tres horas.
9) Podría irme yo solo a algún cine de Barcelona y ver una de esas muchas pelis en cartelera que quiero ver; como Ray, Old Boy, Closer, Million Dollar Baby…
10) Podría pasarme la noche sentado frente al ordenador intentando escribir, bajando música, y meterme en la cama entre las doce y la una sintiéndome un desgraciado.
11) Podría bajar a la calle yo solo, irme a un parque y fumar maria tranquilamente. Colocón asegurado. Al volver y meterme en la cama escucharía música guapa con el discman, Tom Petty o Nirvana, según me de.
Y la opción ganadora es… la opción numero cinco, la más perra de todas.
Esta es mi vida. No me gusta mucho pero es la única que tengo. Rock and roll. Allá penas.
- ¿Es Van Morrison eso que suena?
A Esther se le escapó la pregunta. Siempre parece inadecuado prestar atención a las canciones que se escuchan por el hilo musical cuando estás en una sucursal bancaria y delante de ti hay una vieja amargada, comprobando el estado de tus intereses en un ordenador diabólico que jamás se equivoca en tu favor. Pero era Van Morrison, seguro. Esther no recordaba el título de la canción. La había oído mil veces en la radio y le encantaba. Era relajante, alegre sin caer en la euforia, íntima, romántica, vagamente melancólica. Hacía sentir que todo estaba bien, aunque no lo estuviera. El mundo podría estar sufriendo las consecuencias de un holocausto nuclear, pero si esa canción sonara, todo el mundo sonreiría y tararía la melodía. Algunos incluso chasquearían los dedos al ritmo y cantarían. Esther se conformaba con seguir el ritmo de la canción con el pie.
- ¿El qué? – preguntó la empleada de la oficina.
- La canción que está sonando. ¿No es de Van Morrison?
- ¿Quién?
Es inútil, pensó. Algunas personas sencillamente tienen el corazón enterrado en cemento. Hubiera necesitado horas para explicarle lo que esa canción le hacía sentir, y aun así, la mujer no lo habría entendido. Hipotecas, declaraciones de renta, impuestos trimestrales, nóminas, préstamos a corto plazo…. Esas cosas seguro que le interesaban, pero no Van Morrison.
Odiaba ir al banco. Antes solía ir con Joaquín, pero ahora tenía que hacer este tipo de cosas sola. Como arreglar un enchufe o acudir a las reuniones de vecinos. Ahora tenía que hacerlo sola, y no era ir sola lo que le molestaba en el fondo, sino el simple hecho de ir, y comprobar que el dinero se le acababa. La mujer que la atendió le recomendó sacar dinero de la segunda cuenta que Esther tenía para pagar las facturas. El dinero que guardaba en la segunda cuenta era para realizar su antigua fantasía de pasar un año viajando por Estados Unidos. Supuso que las facturas eran más importantes, al menos a corto plazo, y accedió. “Adiós Ruta 66”, murmuró para si misma mientras dejaba la oficina bancaria.
Mientras caminaba de camino a casa pensó en el viaje que cada vez se alejaba más. Susana, su mejor amiga de la adolescencia, era quién lo había tramado todo. Durante años lo planearon sin llegar a concluir gran cosa, aunque una vez compraron un mapa y señalaron la ruta que querían hacer, que empezaba en Nueva York y acababa en California. Ahora Susana vivía en Italia y estaba casada con el hijo de un empresario muy rico e iba a fiestas en las que coincidía con Silvio Berlusconi y Rafella Carrá; Podía llamarla e irse una semana con ella a Nueva York, alojarse en el Plaza y comprar vestidos en las tiendas más caras porque Susana lo pagaría todo, pero no sería lo mismo, porque Susana no necesitaba tomarse un año sabático. La historia de siempre, quién se puede permitir un año sabático es quien no lo necesita. La vida es muy puta, pensó Esther.
Al llegar a casa, sintió que la máquina de escribir le rugía, como un perro ruge a un desconocido; Tenía el libro muy retrasado. Dentro de pocos días su editora la llamaría para pedirle que le dejara ver algo, y debía hacerlo si quería recibir un anticipo. Dinero, dinero, dinero. Ahora su vida se resumía a eso, y no porque sólo le preocupara ganar dinero, sino porque no tenía. Cuando la editorial le compró su primer libro infantil el futuro se prometía más satisfactorio de lo que finalmente había resultado ser. Quizá los niños se habían vuelto estúpidos de repente y no querían leer, pensó, o tal vez había perdido su talento literario entre tanta borrachera. Le resultó amargo y desesperanzador llegar a la conclusión de que a los niños no les gustaba lo que escribía.
Se encendió un porro, aunque sólo eran las diez de la mañana, y se preparó un café. Su pequeño piso, lleno de libros y discos, le pareció vacío. Siempre había soñado con tener una casa a la que siempre acudieran sus amigos, y cayó en la cuenta de que desde que Joaquín se fue, hacía ya más de tres semanas, nadie salvo ella había pisado el piso. No estaba sola, podía descolgar el teléfono y quedar con alguien para comer o para cenar, pero ya no había nadie cerca a quien quisiera invitar a casa a tomar café, o simplemente para sentarse en el sofá y charlar toda la noche hasta el amanecer.
No se le ocurrió nada mejor que poner a Billie Holiday de fondo para inspirarse, pero cuando cogió el disco, recordó que Joaquín se lo había regalado, así que decidió escuchar por despecho un disco de Carly Simon que él siempre había aborrecido. Aún así, pensó en él al oír Coming around again; En él y en todas sus historias de amor malogradas. En su malogrado proyecto de año sabático en Estados Unidos. En su malograda carrera como escritora.
Tras una hora en la que Esther arrugó varias hojas con apenas cuatro líneas cada una, decidió ver la tele. Cambiando de canales, vio que un meteorólogo advertía unos cuantos días de lluvia, y Esther, inconscientemente, le replicó en voz alta “serán bastante más que unos días”. Pero al cabo de un rato volvió a su mente la melodía de la canción que había escuchado en el banco a primera hora de la mañana y comenzó a silbarla mientras lentamente desfruncía el ceño hasta que, allí sola y tumbada en su sofá, sonrió como hacía meses que no lo hacía. Puto Van Morrison, pensó.
Unos amigos míos (muy fans ellos de System of a down) ya han comprado su entrada para el Festimad. Me han estado insistiendo para que vaya, y aunque tengo la espinita clavada de no haber ido nunca a un festival y acampar y drogarme durante varios días sin parar, el cartel no me acababa de agradar. Marylin Manson, System of a down, Hoobastank, Incubus…. sólo estos últimos puedo decir que me gustan, los demás son para mí soportables, con algunas canciones buenas. El Metal no es lo mío, y menos el New Metal.
En fin, que no pensaba ir, pero ayer me dijeron que está confirmado que irán The Hives y eso lo cambia todo. Llevo unas cuantas semanas reenganchado al Veni Vidi Vicious y me muero de ganas por verlos en directo. ¡¡¡The Hives!!! ¿Podrían ningún grupo molar más? Es poco probable.
Así que supongo que cargaré la mochila con marihuana, intentaré conseguir setas y unas botellas de absenta, y me iré con mis amigos al Festimad. Porque tener 21 años y no haberse ido de festival con los amigos es algo muy reprochable. Qué coño, ¿nos vemos allí? Rock ‘n roll.
“Do what I want cause I can and if I don't
because I wanna be ignored by the stiff and the bored
because I'm gonna.
Spit and retrieve cause I give and receive
because I wanna gonna get through your head what the mystery man said
because I'm gonna.
Hate to say I told you so”
Quiero tener un hijo para poder ponerle una camiseta de AC/DC.
Y una hija para ponerle una de Led Zeppelin.
Y en el coche, al salir del colegio, escucharíamos Phantom Planet y cantaríamos California here we come, right back where we started from....
1. Babe I'm gonna leave you
2. Since I've been loving you
3. Tangerine
4. Communication breakdown
5. Rock and roll
1. Fat bottomed girls
2. Crazy little thing called love
3. Somebody to love
4. Don't stop me now
5. Too much love will kill you
Este mediodía estaba aburrido, y haciendo limpieza de documentos de texto que se pudrían en una carpeta he encontrado esto. A mí no me gusta la poesía pero....
You, Beloved, who are all
the gardens I have ever gazed at,
longing. An open window
in a country house--, and you almost
stepped out, pensive, to meet me.
Streets that I chanced upon,--
you had just walked down them and vanished.
And sometimes, in a shop, the mirrors
were still dizzy with your presence and, startled,
gave back my too-sudden image. Who knows?
perhaps the same bird echoed through both of us
yesterday, seperate, in the evening...
(You Who Never Arrived by Rainer Maria Rilke)
Léela dos, tres, cien veces.... tantas como el alma te lo pida. Yo hoy la he releído una docena de veces. A alguien le parecerá excesivo, a mí me parece poco.