A veces te encuentras con una persona que, pese a que a ti te inspira básicamente una clara indiferencia, quizá con un leve toque de simpatía, parece ver en ti a un amigo de quien no quiere separarse en la vida.
Y tú no haces nada, no eres especialmente simpático, ni tienes detalles, ni siquiera piensas en esa persona jamás. Actúas de forma pasiva, contestando con monosílabos a sus interminables preguntas, sin interesante lo más mínimo por su vida, explicando lo mínimo de la tuya. Aún así siempre te llama para quedar para “ir a echar una birra” y tú no ves la forma de decirle que no.
Huye. Cambia de teléfono móvil, no le des jamás el número de tu casa. Dile que te vas a vivir a otra ciudad. Si es preciso hazte una operación estética y cámbiate el rostro. Lo que sea. Esa persona es un plasta, el depredador más voraz sobre la faz de la tierra. Ni leones ni tigres ni tiburones. Uno de esos animales te devora al instante, sí, pero un plasta te hace la vida insoportable hasta el día en que decides comerte tus propios intestinos.
Yo acarreo con un plasta a mis espaldas, el cual me ha llamado hace media hora. ¿Para qué? Para ir a “echar una birra” y contarnos la vida…joder…¡su vida me importa tan poco! Le vi a finales de julio, y en lo que llevamos de verano me habrá llamado unas veinte veces, de las cuales en seis ocasiones le he cogido el teléfono. Ya sé lo que hay con su vida: ¡que es un coñazo! ¿Para eso tenemos que quedar? Y la mía también lo es, así que mejor cada uno en su casa, pero no…
Todo empezó cuando hace un año y medio coincidimos haciendo prácticas en la misma empresa y en el mismo departamento, pese a que nuestro trabajo era distinto. Él era un proyecto de licenciado en Administración y Dirección de Empresas y yo un proyecto frustrado de diseñador gráfico. Era, no lo niego, un buen compañero de trabajo. Muy sociable y siempre dispuesto a ayudar, y además me contaba cantidad de chismorreos de la empresa. Cuando me fui de allí lo hice pensando en quedar con él de vez en cuando… de vez en cuando era para mí unos seis meses, para él una vez al mes. ¿Por qué tenemos que vernos tan a menudo? En un mes mi vida no cambia y no tengo nada que contarle. Ni ganas, claro. No le cuento nada interesante, sólo lo mismo que le cuento a mis abuelos: el trabajo bien, la familia bien…. Aunque a él al menos puedo decirle “Menuda borrachera me pillé el sábado”.
Lo peor de tener a un plasta en tu vida es que no llegas a comprender qué le gusta de ti, así que no sabes qué cambiar para que se canse de ti. Da igual si no le cojo las llamadas, da igual si quedo con él y bostezo constantemente, o si me rajo a última hora; Él seguirá llamándome. Yo nunca le llamo. Nunca. Como mucho le envío un sms y entonces él me llama.
Me ha dicho que me llamara el domingo para que quedemos la semana que viene. No quiero verle. Joder, ¡una solución quiero! ¿Sugerencias?
PD: Que nadie me diga “díle la verdad”. Ese es el peor consejo de la historia junto con “Sé tú mismo”. Nunca funcionan. Sobretodo cuando se trata de ligarte a una tía, pero en casos así tampoco.
El sábado a las seis de la mañana cuando yo vuelvo de trabajar mis padres se van al aeropuerto. Ciao papa, ciao mama. Thais me llama y me felicita por mi vigésimo segundo cumpleaños. Me fumo unos cuantos cigarros y me duermo. Me despierto y me pongo a limpiar un poco la casa y a comprar alcohol para la noche. Voy a buscar a thais a la estación de Sants. Vamos con Azid y Jake a un bar australiano y, como soy el cumpleañero invito yo (esto lo dejo claro para quedar bien). Muchos post-it que me dicen cosas. Me hago el sueco en el autobús. Vienen M, G y Mi a cenar a mi casa. Me regalan tres discos, dos de lo cuales ya tengo. Voll-Damm. Crazy little thing called love, de Queen. Nos hacemos fotos. Atacamos una botella de pacharán casero. Nos reímos mucho. Los invitados se largan. Ella Fitzgerald. ***************. Es domingo, t. y yo dormimos como marmotas, vemos alguna peli y capítulos de Padre de familia. Recuerdos borrosos. Cuatro amigos. **********. Stereophonics. Pompas de jabón desde la cama. Fleetwood Mac – Don’t stop sigue siendo una genial canción para un lunes por la mañana. Desayunamos los mejores croissants del mundo (o de mi barrio). Vemos Beautiful Girls, pero no entera. Saco tiempo para ir a trabajar cada día. Vuelvo a casa y t. está en el sofá esperándome. Portishead. Nos contamos como nos ha ido el día. Más pompas de jabón. ****************. El pelo duele porque tiene terminaciones nerviosas, o algo así. Silvia Penide. Thias va al centro con Ali y al volver por poco se pierde, hay muchos muros grises. Las manoplas más excéntricas que puedo imaginar. ********************. El pasillo de mi casa se llena de estrellas. Thais me regala un álbum para las fotos Polaroid. Cenamos es una terraza con G y hablamos de libros. The Verve. *************************. Ignoro el despertador. Ben Lee – Catch my disease. El bus de t. sale a las diez y llegamos justos. Despedida. Cena en un chino con G, M y J. Llego a casa y escribo esto. Lo releo y pienso que me dejo mil cosas. Echo de menos las pompas de jabón en mi cuarto.
PD: Mucho asterisco, sí, pero lamentablemente lo que iba ahí no ha pasado la censura :p.
(segunda parte de Music was my first love)
5 canciones que me han recomendado a mí y que me encantan
- Filter – The only way (is the wrong way)
- The Arcade Fire – Rebellion (lies)
- Electric Six – Danger (High Voltage)
- Blur – Best days
- Carlos Chaouen – Semilla en la tierra
5 canciones divertidas
- Red Hot Chilli Peppers – Aeroplane
- Stevie Wonder – Superstition
- Melanie Safka – Look what they’ve done to my song
- The Dandy Warhols – Not if you were the last junkie on earth
- Gompie – Alice, who the fuck is Alice?
5 canciones que me ponen de buen humor
- Ben Lee – Catch my disease
- Bob Marley – Jammin’
- Hot hot heat – Goodnight goodnight
- La casa azul – Como un fan (… no puedo evitarlo)
- New Order – Krafty
5 canciones que me traen recuerdos de mi tierna adolescencia
- The mighty mighty bosstones – The impression that I get
- Reel Big Fish – Sell Out
- Millencolin – Random I am
- Less than Jake – All my best friends are metalheads
- Grand Theft Audio – We Luv U
5 canciones de amor y esas cosas, no aptas para diabéticos
- Teenage Fanclub – Your love is the place where I come from
- Ryan Adams – How do you keep love alive
- Ben Harper – When she believes
- Nina Simone – I put a spell on you
- Jackson Browne – Sky blue and black
5 versiones mejores que las originales
- Johnny Cash – Hurt (Nine Inch Nails; la original es demasiado rayante)
- Aimee Mann – One (Harry Nilsson)
- Diana Krall – Just the way you are (Billy Joel)
- Eva Cassidy – Kathy’s song (Simon & Garfunkel)
- Stevie Wonder – We can work it out (Beatles)
Cómo montar una estantería de dos módulos en veintiún sencillos pasos.
1º - Dile a tu padre que te lleve al Leroy Merlin.
2º - Quita ese cd de jotas aragonesas que siempre escucha en el coche y pon algo bueno en la radio.
3º - Pregúntale a un trabajador del Leroy Merlin si de verdad la estantería queda montada tal como se ve en la muestra. Pregúntale, por el mero hecho de putear, si la tienen en otros colores, aunque tú quieras ese, y si te dice que no, rebufa como si te hubiera fastidiado el día.
4º - Déjate los riñones poniendo los dos módulos en el carro.
5º - Págalo. Puedes optar por robarlo, pero es difícil que no te vean cuando llevas dos cajas de dos metros y medio de largada.
6º - Vuelve a dejarte los riñones, y ahora también el cerebro, para meter las cajas en el coche.
7º - Sube la estantería hasta tu piso. Arrepiéntete de vivir en un tercero sin ascensor.
8º - Déjala tirada en medio del pasillo y vete de fiesta y emborráchate.
9º - Al día siguiente, con resaca, saca toda la mierda de tu cuarto para hacer sitio.
10º - Quítate la camiseta y ponte un destornillador en el bolsillo de atrás del pantalón.
11º - Pon una música muy varonil para trabajar. (Advertencia: el concepto de varonilidad musical puede variar según la persona, pero en general se requiere que sea un grupo de rockeros con pelo largo, tatuados, famosos por su alcoholismo y drogadicción)
12º - Mira las instrucciones de montaje. Acéptalo, no entiendes nada. Tómate una cerveza.
13 º - Comienza a montarlo todo a través de la intuición.
14 º - Desmóntalo y vuelve a montarlo ahora que has visto como ha de ir.
15 º - Clava los clavos emulando esa escena de Karate Kid en que los clavan de un solo martillazo.
16 º - Convéncete de que las cosas de las películas nunca funcionan en la vida real y desclava esa mierda de clavos torcidos y vuelve a clavarlos bien.
17 º - Tómate una cerveza para celebrar que te falta poco para acabar y poder tomarte una cerveza.
18 º - Pon la estantería, que está en el suelo, de pie demostrando que eres un machote y que tus riñones todavía no han muerto.
19 º - Llama a alguien y tírate el rollo diciendo que la has montado a la primera y en muy poco tiempo.
20º - Monta el segundo módulo, de las mismas características pero más pequeño, haciéndote el chulo como si fueras un experto.
21 º - Deja que tu madre limpie todo lo que has ensuciado y vete a tomar unas cervezas.
Esta mañana me he despertado mucho más temprano que de costumbre. Eran las ocho y media cuando desayunaba, y los últimos tragos del café me los he tomado en el balcón mientras fumaba un cigarro. Ya casi no recordaba lo muchísimo que me gusta el silencio que hay en las ciudades a primera hora de la mañana, especialmente en los días festivos, y más especialmente aún en agosto.
He recordado algo que me dijo E., una antigua compañera de trabajo, hace muchísimo: “Hace más de tres años que no sé lo que es un domingo por la mañana, porque he salido todos los sábados sin excepción”. Cuando me dijo esa frase, ella debía tener 17 o 18 años, y yo 16. Los dos trabajábamos de camareros durante los meses de verano en un restaurante de nuestra ciudad. Pensé, al principio, que no nos llevaríamos bien, porque yo la conocía de vista y de oídas (iba a mi instituto y era una tía que se hacía notar) y sabía que éramos bastante distintos. Me equivoqué, y durante los casi dos meses que trabajamos juntos congeniamos muchísimo.
Éramos, como ya he dicho, muy distintos; E. ya había vivido mucho por entonces, se había ido de casa, había vivido en casas okupas, compartido piso con camellos, había probado casi todas las drogas a su alcance y había estado con muchos más tíos de los que se atrevería a decir a su madre… Mientras que yo tenía una vida fácil, apenas había fumado una docena de porros en toda mi vida, y todavía no me había comido un rosco.
Recuerdo bien cuál fue el principio de nuestra amistad. Eran las fiestas de nuestra ciudad y esa noche los dos trabajábamos en el restaurante. Como había muy poco trabajo el jefe dijo que uno de los dos, E. o yo, podría irse antes de tiempo, y que lanzaría una moneda al aire para ver quién se iba y quien se quedaba hasta el cierre. Yo le dije que la dejara irse a ella, porque le hacía más ilusión salir. Pocas veces me han regalado una sonrisa como la de E. cuando tuve ese gesto, y sé que suena de lo más cursi y ñoño, pero sólo por esa sonrisa valió la pena quedarme hasta cerrar.
A partir de ese momento (en realidad solo hacía una semana que nos conocíamos), empezamos a hablar y a llevarnos bien. Hablamos mucho en el trabajo y creo que llegué a conocerla más que mucha gente que decían ser sus amigos. Era una de esas personas que se morían por ser escuchadas, y la verdad es que tenía cosas interesantes que decir. Algunas noches después del trabajo, como ella solía salir antes, me venía a buscar y nos íbamos a un parque a fumar un peta y a hablar. Recuerdo que me dijo una vez : “Yo necesitaba un amigo como tú, que viera la vida de una forma tan optimista.” (sí…nadie se hace a la idea de cuanto he cambiado en los cinco últimos años)
Me jodió mucho que el último día que trabajamos aquel verano en el restaurante tuvo una pelea con el jefe y se marchó llorando y cabreada. Durante el siguiente año la vi unas cuantas veces, supe que estaba estudiando Educación Infantil y que hacía prácticas en una guardería y que estaba muy contenta. Poco más. Perdí su número y aunque paso cien veces al mes por la calle en la que, en teoría, sigue viviendo, no la he vuelto a ver.
Esta mañana de lunes con sabor a domingo, al madrugar, me he acordado de ella. Si antes éramos distintos, ahora seremos antagónicos, pero no me importaría cruzarme con ella y fumar un peta a medias en aquel parque mientras hablamos de cómo nos va la vida.
La vida es dulcemente irónica. Trabajar doce horas durante dos semanas al día no me está convirtiendo en un ogro come-niños como pensaba, al contrario, casi me atrevo a decir que soy mejor persona. Bueno, sin exagerar. No ayudo a las ancianitas a cruzar la calle, ni dejo de ofrecer cerveza y tabaco a los menores de trece años, pero ayer tuve un detalle hacia alguien inédito en mí.
Me encontraba yo en la Fnac, entregándome al consumismo (Breve inciso – No creáis a los que dicen que el dinero no da la felicidad. El dinero compra cosas que te hacen feliz, el dinero te lleva a sitios que te hacen feliz, el dinero es genial). Necesitaba una recompensa material por estar dándome tal tute de trabajar en una época en la que trabajar apetece tan poco. Compré diez discos, y sin tener nada en mente. Solo iba con la idea de hacerme con algo de Jazz y algo de Blues, y el nuevo disco de Mando Diao. Misión cumplida. Me compré:
Sunday Drivers – Little Heart Attacks
Harry James – Music Maker
Ella Fitzgerald – First Lady Of Song
Muddy Waters – Feels Like Going Home
Mando Diao – Hurricane Bar
Kaiser Chiefs – Employment
Queens of the stone age – Songs For The Deaf
Kings of Leon – Youth & Young Manhood
The Jam – Beat Surrender
Y por lo que he ido escuchando así en plan rápido todos me van a gustar mucho, aunque me esperaba más del de Muddy Waters. Pero lo mejor no es que tengo discos para por lo menos no comprar más en un mes, sino que compré uno para alguien, que encontré por casualidad.
Resulta que un compañero de trabajo se emociona cada vez que suena una canción en la radio cuyo título hasta hace nada desconocía. Es Nowhere Girl. Me dijo que era su canción favorita de todos los tiempos, que hacía años que la iba escuchando pero que no sabía ni qué grupo la tocaba. La busqué en el Soulseek y la encontré, es de un grupo que se llama B-Movie, a mi juicio muy del estilo Depeche Mode. Le dije que me la había bajado y que se la grabaría, pero aún no lo había hecho. Desde entonces la hemos escuchado varias veces en la radio mientras trabajamos, casi dos veces por semana, y él siempre que la oye sube el volumen a tope y parece dejar el lugar en el que está. Mola.
Buscando un disco de The Beautiful South me encontré con un recopilatio de B-Movie que contenía esa canción. Costaba el doble de dinero que la mayoría de los discos que yo llevaba entre las manos, pero aún así no pude resistirme. Nunca había comprado un disco para alguien sin motivo, sin que fuera su cumpleaños, o Navidad, o Hannuka; Lo compré sólo porque sé que le hará una ilusión tremenda, y porque es buen tío y se ha portado genial conmigo.
Estoy impaciente por ir esta noche al trabajo (sí, trabajo un domingo por la noche….vaya huevos) y darle el cd y ver cómo se emociona. Ser bueno mola a veces…
Canción del momento: New Radicals - You only get what you give
Después de trabajar durante 12 horas consecutivas llego a casa, pongo un cd para escuchar de fondo mientras me tumbo en la cama un rato y de repente me doy cuenta de que ese Top 5 de canciones que me encantaria que una chica me cantara, que he ido elaborando durante años, no vale nada. Falta la mejor canción.
All I want to do is
Wash your clothes
I dont want to keep
you indoors
There is nothing for you to do
But keep me making love to you
Love to you
oooooo ooooo
Love to you
And I can tell by the way you, walk that walk
I can hear by the way you, talk that talk
And I can know by the way you, treat your girl
That I can give you all the lovin' in the whole wide world
ooooo all I wanna do is make your bread
Just to make sure
Your well fed
I dont want you
Sad and blue
And I just wanna make love to you
Love to you
oooooo ooooo
Love to you
ooooo
And I can tell by the way you, walk that walk
And I can hear by the way you, talk that talk
And I can know by the way you, treat your girl
That I can give you all lovin' in whole wide world
ooo all I wanna do, all I wanna do is
cook your bread
Just to make sure
your well fed
I dont want you
Sad and blue
And I just wanna make, love to you
Love to you
ooooo yeah
Love to you
oooo
Love to you
(Etta James - I justa wanna make love to you)
Y sé muy bien quien quiero que me la cante.
PD: ¿Por qué si vivimos en una época de supuesta liberación sexual las canciones más morbosas y provocadoras siguen siendo las de hace más de cuatro décadas?