"¡No me jodas!" Eso es lo que contesté cuando el médico me dijo: "Pues está claro, rotura de peroné..."
Era sábado y habíamos quedado para ir al campo de un amigo para hacer una barbacoa y bañarnos en su piscina. Todo iba bien, de hecho iba muy bien, la piscina increíble la compañía más y el tiempo acompañando (aunque luego hasta el tiempo dejó de ser bueno). Y entonces fue cuando con tan mala pata (festival del humor señores, es lo que más he dicho y me han dicho hasta ahora, "que mala pata") salí de la piscina mojado y pisé en una zona lisa, donde me resbalé, torciéndome el tobillo y rompiéndoseme el peroné por la parte más baja, cerca del tobillo. En ese momento mis amigos y mi novia dicen que no oyeron nada más raro que el de mi cuerpo mojado contra el suelo, pero yo sólo recuerdo tres "cracks" seguidos, no recuerdo la caída, el golpe o el sonido del mismo. Yo no sabía que se me había roto, no me dolía de forma excesiva ni se me hinchó mucho (además nunca me había roto un hueso, no sabía cómo dolía) y pensé en un esguince.
De hecho me levanté, apoyé un poco el pie y de nuevo y con un poco de hielo en el tobillo volví con mis amigos. "Seguro que es una mala torcedura y un esguince leve como mucho", eso pensaba yo, al ver que no se hinchaba mucho y que podía andar cojeando, así que pospuse la visita al médico hasta después de la cena que por cierto se fastidió algo por culpa de una lluvia de verano que nos impidió que la cena se celebrase al aire libre.
Y después de cenar me fuí al hospital, y mientras iba en silla de ruedas de un lugar a otro sólo pensaba en lo que me iba a perder si era un esguince, quince días inmobilizado, sin poder ver a mi novia, no poder (en los primeros días) trabajar en agosto... Y entonces entro en la consulta, después de hacerme las radriografías y el médico dice, "rotura de peroné"... El alma por los suelos, todo lo malo que había pensado resulta que es peor, el doble de peor.
Hasta ayer no lo medio asimilé y hasta hoy no lo he asimilado del todo. Me toca estar un mes jodido y que sólo sea eso, como me dijo un amigo en la cena, "piensa que siempre podría ser peor que lo que sea". El médico me dijo que había suerte, no me tendrían que operar...