Estoy sentenciado durante un mes a estar sentado más que de costumbre. Es algo que no he elegido yo, al menos de manera directa, es decir de una forma consciente. Y estoy tan harto ya que no se si aguantaré hasta o me pondré a andar antes de tiempo.
Antes jamás me había pasado esto y han habido épocas en las que hubiese deseado un leve esguince para poder tener una escusa cojonuda para estar todo el tiempo tirado delante del ordenador o leyendo o viendo cine en DVD. Ahora que tengo todo esto supongo que no me encuentro a gusto porque no es algo que haya elegido yo, porque yo en esta época tenía ganas de actividad y de moverme, de hacer cosas. Estar en el paraiso por obligación, cuando tú deseas estar en otra parte tiene que ser lo peor. El problema de todo es que si tuviese que estar así, obligado o no, pero con todas las partes de mi cuerpo en perfecto estado, por ejemplo ningún peroné roto, supongo que me quejaría menos, que me lo tomaría de otra manera.
Empiezo a estar cabreado con todos y con todo, me noto irritable por cualquier cosa y salto de manera brusca y borde por cualquier tontería. Lo único que me hace sentirme mejor y darme cuenta lo mal que me porto es una pequeña nota que hay delante de la pantalla de mi ordenador... Ojalá fuese literal lo que en ella pone.