Abril 26, 2004

Trogloditas intolerantes

Entre mis amigos es vox populi que no me llevo bien con mi padre. No voy a entrar en razones, sólo diré que es el tipo de persona al que generalmente desprecio.

Su actitud radical ha propiciado que últimamente el clima en casa sea asfixiante. Mi madre es de Izquierda Unida de toda la vida, y él, en cambio, es un ex-comunista desengañado y renegado que ahora odia todo cuanto huela a izquierda. Cualquier comentario es suficiente para que empiece a despotricar contra el PSOE, contra la SER, contra la totalidad de las cadenas de televisión, contra la libertad de expresión, contra los inmigrantes, contra los homosexuales y, sobre todo, contra mi madre por ser de izquierdas. Y aunque yo sea del PP, me repugna esa actitud, porque ni soy intolerante, ni racista, ni homófoba, ni una fascista paranoica como él.

Hoy estábamos viendo la tele mientras comíamos cuando ha salido la noticia de una pareja de homosexuales agredida por un grupo de skinheads. Su comentario: "eso tenían que hacer con todos los maricones, matarlos". A lo cuál yo (que no tengo la sangre fría suficiente para ignorarle) le he respondido que, fíjate tú, uno de esos maricones a los que según él habría que matar es mi mejor amigo, que a su hija (yo) le dieron más de un puñetazo por defenderle y que puede decir todas las barbaridades que quiera sobre otros temas (hasta he tenido que defender a Zapatero en un par de ocasiones y todo), pero que a los gays y lesbianas ni me los mente porque entonces vamos a acabar muy mal.

Evidentemente, hemos acabado mal. Y en estos momentos sólo siento asco de esa ideología que propugna mi padre, la de matar a todos los que no piensen como él. Porque Hitler, Franco, Mussolini, Stalin y Pinochet decían exactamente lo mismo, aunque lo que pensaran fuera de distinto signo político.

Por lo menos sé que no es culpa suya. Su madre y gran parte de sus hermanos opina igual. A mí me entran arcadas cuando oigo los comentarios jactanciosos acerca de los ligues de mis primos, las chanzas sobre los homosexuales y las preguntas sutiles que intentan adivinar si soy de la buena acera o de la mala.

A nadie de mi familia, sin embargo, se le ocurre decir esas cosas en serio, y menos delante de mí. Esa falta de sensibilidad es exclusiva de mi progenitor.

Y a todo esto, uno de los chavales está ingresado. Lo mejor de todo es que los atacaron porque iban cogidos de la mano. Y a mí se me ha venido a la cabeza que este sábado yo fui durante un buen rato abrazada a Claudia para contar el número de paletos que se daban la vuelta para mirar, simplemente para reírnos un rato al ver sus caras. ¿Qué hubiera pasado si la paliza me la hubieran dado a mí, por creerme lesbiana, algún grupo de intolerantes skins como los que le pegaron al chico de Barcelona? ¿Que hubiera dicho entonces mi padre?

A todos estos trogloditas intolerantes, a todos los catetos que aún postulan la cultura del Medievo, les deberían decir que algún día les puede pasar lo mismo a alguien de su familia. Seguro que se les cortaban la risa, las burlas y las bromitas.

Escrito por Narux a las Abril 26, 2004 06:13 PM
Comentarios

Totalmente de acuerdo.

Escrito por sola a las Abril 26, 2004 08:15 PM

Autoritario hasta la médula.Aburrido hasta la esencia.Pero del mal salen flores (v.gr.Narux).
Bsitos tiernos
Chloe

Escrito por Chloe et Dave a las Abril 27, 2004 12:22 AM

v.gr. Narux? Crudae veritatis servi sumus

Escrito por Aarón a las Abril 29, 2004 01:24 AM

Hola Narux.
Para mí los intolerantes son esas personas que han perdido la esperanza en el mundo y sólo tienen fuerzas para preocuparse por ellos mismos. Se sienten tan débiles que necesitan recordarse lo fuertes que son. Sólo merecen lástima.
Muchos ánimos y sigue así.

Escrito por Daniel a las Abril 30, 2004 05:41 PM
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