Stereophonics en Bikini

Bonita noche la de ayer...

El telonero fue Howie Day, que por desgracia, sólo pudimos ver dos canciones. (ejem!). Es que resulta que hubieron ciertos problemas a la hora del encuentro y una pequeña confusión respecto a la zona de quedada. La FNAC. Claro, muy bonito, yo estaba en Plaça Catalunya, y el muy chuloputas estaba en FNAC L'Illa, y tras tropecientas llamadas y subiendo escaleras y bajar, acabé cogiendo el metro a las tantas y llegamos a Bikini por los pelos. Cómo no, el Menda se descojonó de mi cara.
En definitiva, una vez salieron al escenario, la gente enloqueció (como es debido), y empezaron con sus canciones más rockeras, la mayoría del primer disco (disco que por supuesto no tengo). Yo esperaba que fuera más centrado en el último álbum, pero resulta que acabó siendo un repaso de toda su carrera, cosa que se agredece, puesto que el concierto fue de lo más variado y alejado de la vertiente tan depresiva del "You Gotta Go There To Go Back" (exceptuando un par).
Los mejores momentos por mi parte, sin duda, fueron dos en especial:
1, La canción I'm Alright, con un ambiente mágico y totalmente peliculero. Además la música tenía un filtro como si fuera de radio (no sabría cómo explicarlo). Aunque la acústica de los cojones fue mortal para mis pobres tímpanos hacia el final de la canción. Bueno, los míos y los de todo el mundo.
2, Las dos últimas canciones tras la típica huida por la patilla (después de Maybe Tomorrow): Have A Nice Day (con todo el mundo cantando como si fuera un programa de Xuxa la lalalala la lalalala...) y finalmente Help Me, She's Out Of Her Mind!. Ésta última fue la mejor canción de toda la noche. Se lucieron de lo lindo. Además hubieron unos cuantos solos de guitarra (yuju!) que me dejaron atónita (y que a mi compañero le provocó según palabras suyas una bonita tienda de campaña jajaja, cosa que por supuesto no comprobé manualmente).

En un principio yo creí que el Kelly coJones se quedaría afónico de la hostia. Pero su voz ronca continuó tal cual durante todo el repertorio, vamos, que todo lo contrario a la cantante de Dover, la muy bruta. Y lo que más me impresionó fueron los doscientos cambios de guitarra (yo quiero una!) y lo cojonudo que era el guitarrista. Pero claro, sin coJones, Stereophonics no sería lo mismo.

Además que nos compramos unas bonitas camisetas pijis de por el módico precio de 20 auros (:S) y salimos vacilando de allí. Además las cervezas sólo costaban 4 euros. (Te echo de menos Córdoba :'( ).

(Montaje garrulo, pero adaptado a mis limitaciones)