Ana Caína por la tangente: Agosto 2003 Archives

Agosto 31, 2003

Una llamada.

Yo es que no soy movilera. Incluso diría que soy antimovilera . Mas por circunstancias de la vida (esa vida llena de coplillas pegotosas en plan siee-te sie-te, siee-te sie-te) cuando abandono el hogar por una temporada superior a doce horas o viajo hago uso de una especie de cacharro que creo responde al concepto “teléfono móvil”.
Estos días sí tengo el “teléfono móvil” encendido, porque hasta ayer me he pasado el verano cual capítulo de Barrio Sésamo, arriba, abajo, izquierda, derecha, en medio como el jueves (“nena, quítate que no veo el fútbol”) e incluso diría que de color azul. Normalmente sólo me llaman unos pocos perturbados, y algunos de higos a brevas y para darme noticias tan cojas y descabezadas como “Martosky le ha mandado su libro al Chinarro” (y se escucha una especie de “hey, hey” martoskytivo de fondo).
Pero esta tarde he recibido una llamada poco usual. Suena el “teléfono móvil”. Miro guiñando los ojos la especie de pantallita ésa iluminada que tienen esos artefactos y veo una serie de números que no me suena; de hecho nunca me llama ningún número, sólo TITA MARI, ENTIDADES PATERNAS, VOZENOFF, EL ESE y demás gentuza en mayúsculas.
Me pongo y, tímida y nerviosa al descubrir que los números hablan, digo:
_...¿Sí…?
(Breve silencio).
_Mm, ¿Y tú quién eres?
_No sé, ¿quién eres tú?_apostrofo indignada.
_Ah, yo es que buscaba a Rogelio.

Claro; el tipo buscaba a Rogelio, mi tío o adyacente de la famosa TITA MARI que a veces surge en la pantalla movilera, principalmente porque el cacharro que tengo le perteneció en su día . De pronto y antes de que el número parlante se identifique caigo en la cuenta de quién es. Se trata de un perturbado amigo de mi tío a quien estuve en un tris de convertir en mi ídolo por causa de su modus vivendi (40 años, aún estudiando farmacia y con un barco como domicilio; sin mencionar su fascinante tono de voz, idéntico al de Rockefeller ). Digo que estuve a punto porque no lo hice. Surgieron asperezas imposibles de limar y acabamos llevándonos respetuosa y silenciosamente mal. Pero yo, por lo menos, no lo disimulaba con sonrisas innecesarias. Hice todo lo que estuvo en mi zarpa para fastidiarle y no tengo nada de lo que arrepentirme.

_ Oh, así que tú tienes su móvil ahora; voy a hora mismo a borrarlo para no molestarte más_ dice el mentecato, añadiendo un tonillo sarcástico chincha-chincha a las palabras “ahora mismo” y “borrarlo”. Le respondo con un tono como de Ángela Channing que sí, que será lo mejor, y entre alegres risas de pega declara: _“Encantado de oírte, me alegro de que estés bien”. Me cuelga antes de que pueda traducir al español el cúmulo de pensamientos jeroglíficos vikingoides que empiezan a surgir en mi mente ante tamaña hipocresía.
Yo siempre prefiero que la gente me diga que le caigo mal. Así al menos hay emoción, humanidad, corrientes paralelas de antipatía. Ese tipo no sabe el momento tan bueno que se ha negado comportándose así. Antes no nos pegábamos porque estaba mi tío delante, que es parte neutral además de un ser sumamente bonachón y con pinta de marine pacifista. Hoy, aprovechando que él no estaba delante, podríamos habernos dirigido los más acerbos comentarios y las injurias que desde hace tanto tiempo llevamos guardándonos.
Tener “teléfono móvil” para esto. Bueno, todavía puedo recibir noticias de Martosky antes de que se agote la batería. Todo compensa.

Agosto 30, 2003

Cosas que debiera haber hecho en verano (y que no hice porque yo qué sé).

1. Aprender a cocinar (o a descongelar mejor).
2. Dejar que mi abuela me llevara al Diario de Patricia con la excusa de conseguirme un adyacente (Declaraciones escuchadas hace escasas quince horas de los labios de tan augusta dama: "Nena, yo no me quiero morir sin verte novia" ¡¡¡¡¡) pero con el verdadero objetivo de darse a conocer como cantante solista de himnos picarescos compuestos por ella misma (temas tan maravillosos como el "arremángate el refajo que ya viene la calor" o "el papa agüelo, el papa agüelo/se ha caído por las escaleras/ y si se mata, y si se mata/ tendremos chicha pa toa la pascua", esto es, cantares ya clásicos en mi familiar y sagriento entorno).
3. Ir a la playa y morir ahogada ,enterrada viva o a consecuencia de un fatal golpe de pelotilla de ping-pong, y dejar a las unidades paternas sentirse culpables el resto de sus vidas: "Ella no quería ir y nosotros la obligamos".
4. Acompañar a mi abuela a misa y utilizar la pila de agua bendita a modo de escupidera.
5.Emplearme como masajista de pies en el paseo marítimo (cansaba demasiado).
6. Emplearme como escultora de arena jipi en el paseo marítimo (me lavo el pelo demasiado a menudo).
7. Emplearme como vendedora ambulante de enseres casposos en el paseo marítimo (apartaría a los clientes y me quedaría disfrutando sola de mi mercancía demasiado a menudo).
8. Conseguir cualquier otro trabajo en el paseo marítimo (los otros no me atraían).
9. Comprarme una camiseta de "Alguien estuvo en la Costa del Sol y juro que no fui yo".
10. Comprarme un juego de té marca torillo español.
11. Recolectar en abundancia postales como
ésta e ir enviándomelas a lo largo del año, a razón de una por semana.
12. Cometer parricidio.
13. Cometer fraticidio.
14. Suicidarme.
15. Desordenarles las fichas de dominó a la langosta binguera y sus sicarios (un grupo de cincuentones que todos los veranos se quedan en el bar de la piscina de doce de la mañana a once de la noche bebiendo tónica y ludopateando).
16. Desordenarles las fichas de dominó a la langosta binguera y sus sicarios y después suicidarme.
17. Contraer la malaria (pocas probabilidades).
18. Contraer alguna enfermedad de trasmisión sexual (aún menos probabilidades).
19. Ser adoptada por un grupo de turistas extranjeros.
20. Ser adoptada por un grupo de turistas españoles.
21. Ser adoptada por un grupo de turistas andaluces.
22. Ser adoptada.

(Había más, pero mis sollozos me impiden escuchar la voz interior que me iba dictando).

Expresado por Ana Caína a las 12:14 PM | Comments (22) | TrackBack

Agosto 25, 2003

Paz/Gloria/Ludwig

Se consigue una waltwhitmanear. Leí que cuando hace tropecientos cien años se estrenó la Novena Sinfonía algunos músicos acabaron llorando mientras tocaban; a mí me faltó salir armada con unos platillos o cargada de altavoces para que nada me estropease el momento. Porque iba por el minuto cuarto* y oh sorpresa, surge repentino ese bum interno: salgo disparada de puntillas con los ojos cerrados, no sé adonde, y ya no me esfuerzo en seguir buscando una suerte prestada en el dorso de los envoltorios porque de todas formas me han contado el truco; quiero decir que distingo la china porque la mano se transparenta, que me apropio de la sonrisa ajena con una muy-agradable-y-salerosa picardía propia de experta cleptómana. La Caína (“¿La Caína contenta?” “¡Por esas calles!” ) no nota la diferencia entre esas baldosas viejas y una alfombrilla roja de terciopelo y va a salir en el Guinness de los récords (categoría Exaltaciones Severamente Absurdas) por máximo número de pensamientos filantrópicos obtenidos en el menor tiempo posible. Pisando papelillos, Ludwig, confettivo todo presurosso, “hoy he vuelto a nacer, estoy curada, ya no necesito los pies de pato, ¿te pinto un pez?” y también creo que una larga larga secuencia de vilanos flotando_ arañas con trajes de bailarina_, feliz de final de cuento, mujeres saliendo a tender maravillosamente sincronizadas y piezas que al fin encajan.


*Froh, wie seine Sonnen, fliegen / Durch des Himmels prächt'gen Plan/ Laufet, Brüder, eure Bahn,/ Freudig, wie ein Held zum Siegen.

Expresado por Ana Caína a las 10:09 PM | Comments (9) | TrackBack

Agosto 18, 2003

Agosto 17, 2003

Agosto 13, 2003

Marranera.

marranera.jpg


Una imagen vale más que mil palabras, cosa que siento porque las mil (de contenido profuso en símbolos ortográficos vikingos) iban dirigidas a mi entidad paterna, que fue el que se aburría hasta el extremo de estrenar mi cámara ,pagada con su dinero, con la finalidad de inmortalizarme en ese momento que la mayoría de uestedes no conocerán: la marranera, o leve cabezada matinal. La marranera comienza a partir de las once de la mañana, preferentemente en la época veraniega y para que se dé es necesario que se cumplan uno o más de los siguientes requisitos:
a) Haber dormido poco y mal la noche anterior, o directamente no haber dormido por culpa del ventilador, los mosquitos o el fantasma de algún familiar insomne que se pasa la noche cambiando de sitio donde dormir, dándose duchas y tomando una valeriana cada media hora.
b) Estar hasta el órgano reproductor de leer una y otra vez el mismo libro de todos los veranos, aquel que cada año una se deja en el apartamento de sus padres para circunstancias extremas de tedio estival, así como para tener algo más que hacer que registrar la alacena familiar en busca de cualquier cosa de picoteo con la que serenar el ánimo, ya debilitado tras tantas horas viendo al progenitor en calzoncillos asomado a la ventana y a la entidad fraterna en calzoncillos asomado a la ventana con los prismáticos dirección en’soperraca en top-less en el hotel de enfrente.
c) Vivir en un cortijo, segar y llamar a los compañeros campiñanos con el simpático apelativo "chache" (datos proporcionados por Juana María Rubio, excelsa matriarca del clan Mezcua y abuela y musa de mí misma).

Espero que ninguno de ustedes se haya visto obligado este verano a dormir muchas marraneras, pues podría perder la compasión que me dedico en beneficio del prójimo, y eso me apetece tanto como volver deneuve, catherine a ser avergonzada por la unidad materna en esa costumbre que ha adquirido de obligar a todo conocido que se encuentra a comparar su moreno dorado con mi “blanco DVD” (una expresión familiar con historia) y a repetir con ella a dúo el salmo responsorial de siempre.
Que sí, madre; “ estoy blanca,
TODOS (con togas y kilos de más, pero renegridos): Está blanca,
Teniendo al lado la playa,
TODOS(etc): Teniendo al lado la playa,
Qué chiquilla más rara,
TODOS(etc): la nena de la Emila, qué chiquilla más rara” .

Agosto 02, 2003

Free Caína.

Hola. Soy el doble de la Srta. Ana Caína. Estoy contratado para ocupar su lugar en aquellas escenas de su vida que entrañan algún peligro (cortar sandia, limpiar el polvo, peinarse), y de vez en cuando incluso salir a saludar al balcón o firmar autógrafos. No tengo el acento jienense tan marcado ni se arrugar la nariz con gesto enfurruñado como ella cuando se despierta, y ni siquiera bebo tanto café, pero para el ojo inexperto no hay diferencia.
Hoy vengo en su nombre para comunicarles que la autentica Srta. Caína no podrá escribir aquí los próximos días. La explicación oficial, que leerán en la prensa, es que se ha largado de misionera y ahora está en algún punto indeterminado de la India limpiando llagas en un asilo para leprosos. Algunos rumores afirman en cambio que ha ascendido a los cielos mientras tendía la ropa (siempre tuvo cara de madonna tonta), o que vende salchichas en un carrito por la Costa del Sol vestida de pirata, incluso que ha caído en su batalla personal contra el Popero del Village Green y está enterrada donde habita el olvido o alguna mariconadita por el estilo. A mi, como doble suyo, me gusta mas esa versión que la sitúa bailando claquet por las aceras mientras de fondo suena algo de Bacharach.
En realidad la Sita Caína ha sido vilmente secuestrada por sus entidades consanguíneas, que la retienen contra su voluntad en algún oscuro zulo de la costa malagueña, donde a base de picana eléctrica han conseguido que se enfunde en un bikini e incluso que acepte comer pescado en un chiringuito playero.
Con suerte nuestra heroína encontrará la lima escondida dentro del cartón de Malboro que le hemos enviado y (tras intentar fumársela) la utilizará para deshacerse de los barrotes que la retienen. Quizá después asalte un cibercafé desde el que descalificarme por escribir ésto y seguir con sus chorradas de siempre.
Hasta su retorno, pueden dejar sus donativos para la campaña "Free Caina" en el Road House, Mercamálaga o la venta El Mirador.

freecaina.jpg