Julio 27, 2005

SOY BATERISTA

Y esto no es algo que mucha gente diga. La verdad es que la batería es un instrumento reservado a muy pocos, por cuestiones económicas (dios santo lo que tiene que invertir uno en esto!) y por cuestiones de espacio.

También hay que ser de una madera especial para elegir este instrumento. Creo que si lo compararamos al fútbol, un baterista sería equivalente a un portero. ¿Acaso había alguien que se quisiera quedar alguna vez cuando eráis pequeños? No. Se quedaba el que peor jugaba. Para que lo vamos a negar, en el mundo de la música esto ocurre también. El baterista suele ser el que, de entre todos los colegas que van a hacer un grupo sabe menos (o no quiere saber) de música. He ahí que tenemos el claro ejemplo del baterista malo. El que nunca se preocupará de aprender música. Todavía recuerdo, hace bastante, cuando leí que para ser alumno de Steve Gadd tenias que saber tocar el piano. A mi me pareció una gilipollez, para que os voy a engañar. Yo empecé a tocar la batería dejando el piano y aquello me pareció ridículo e incompatible. Pero luego empiezas a estudiar más y más y te das cuenta de que hay que saber música para ser un buen baterista. Tampoco hace falta mucho, sólo saber distinguir entre tipos de acordes y tonalidades, formas rítmicas y demás. Y sobre todo hay que aprender a escuchar. NINGUN MÚSICO ES BUENO SI NO SABE ESCUCHAR. Da igual la cantidad de notas que sea capaz de tocar por compás o lo hábil o sorprendente que resulte, si no sabe escuchar no vale una mierda.

También hay otro caso de baterista, y es aquel que de pequeño sí quería quedarse de portero. Hay tenemos el claro ejemplo de baterista vocacional, el que no se dedica a ello circunstancialmente sino por necesidad, porque se lo pide el cuerpo, vamos. Yo creo que pertenezco a ese grupo, porque insisto en que yo empecé tocando el piano y tampoco me entusiasmaba demasiado. De repente, en un mismo día, escuché el In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Butterfly y el I de Led Zeppelin y me dije a mí mismo que se acabó lo que se daba, que yo lo que quería era estar ahí detrás marcando el pulso y evitando que alguien se hiciera daño. Y es que, en palabras de mi amiga Lisa Fahrenberger*, "Los bateristas son los seres más extraños dentro de un grupo por lo normales que resultan. No tienen ese ego que muchos guitarristas tienen, ¿y sabes por qué? No tienen que demostrarle nada a nadie, saben que sólo para los ojos de un músico de verdad es más que obvio si están haciendo bien su trabajo o no. Aparte, casi nadie entre el público sabe cómo se toca bien una batería realmente y están rodeados de platos y hierros, con lo que ni siquiera tienen esa presión". Y creo que eso es lo que me empuja a ser baterista. Nunca me gustó que la gente me prestara atención mientras toco y para eso este instrumento es perfecto.

Ay, Lisa... pero que hostias de realidad sueltas de vez en cuando.

Abrazos per tutti!

*Lisa trabaja de técnico de sonido en las salas Columbia Fritz, Columbia Halle y Postbahnhoff. Ni os imaginais los grupos para los que ha currado...

Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las 06:42 PM | De la que otros han dicho... (1)

Julio 22, 2005

AUTOBUS

No sé si vosotros lo habreis hecho alguna vez, pero yo sí. Cada vez que entro en los servicios del intercambiador de Moncloa me pregunto quién será el pobre que los limpia. Ayer lo conocí.

Es un chico negro, no sé bien si africano o sudamericano. Se le ve atlético y hasta guapo. Tiene cara de tipo listo y esa expresión de inmigrante consciente de su situación (aparentemente eterna) que tienen muchos negros.

Después de lo que he pasado yo en Berlín, no pude evitar darle las gracias por hacer el trabajo (inútil, por otro lado) que hace. El chico me miró extrañado (al igual que el resto de los mingitantes allí presentes), pero me dió igual. Creo que estas cosas que salen de los fueros más íntimos de uno mismo no deberían depender en absoluto de los que están alrededor (besar a la persona que quieres como si el mundo acabara ahí mismo, en medio de un vagón de metro hasta arriba de gente, por ejemplo). Creí ver un esbozo de sonrisa en su cara unos segundos después de decirle esto. Esperando yo el autobús nos cruzamos un par de veces más mientras él recogía los cubos de basura y, con el último de ellos de camino al montacargas (creo), se despidió de mí con un gesto de la cabeza. Yo ya estaba en el autobús y le respondí con un movimiento de la mano, de esos que van desde la frente hasta el infinito y más allá cuando Clint Eastwood dice "adiós".

Un montón de cosas demasiado inconexas como para ser plasmadas aquí sin que me investiguen pasaron por mi mente, pero la que se quedó ahí con más insistencia fue la de mi acierto al volver de Berlin. Es muy injusto que a muchos inmigrantes no se les dé la oportunidad de demostrar todo lo que son capaces de hacer y se dé por hecho que sólo sirven para lo que terminan haciendo, esto es, lo que el resto no queremos hacer. Yo no he tenido que limpiar servicios o recoger basura, pero las únicas ofertas un poco seguras y con contrato que me llegaron no superaban demasiado a éstas.

De todas formas, y para no ofender a nadie, porque creo que cualquier trabajo es digno de todo respeto, os recomiendo que veáis la entrevista que le hacen al tipo que limpia las letrinas en la megapelícula (más de 4 horas!!) sobre el festival de Woodstock. Os apuesto lo que queráis a que no podeis evitar sonreir con admiración después de verla.

Abrazos per tutti!

Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las 07:48 PM | De la que otros han dicho... (1)

Julio 20, 2005

HACIENDO HISTORIA

Bufff...

Este tipo de cosas creo que no deberían hacerse, pero me juré a mí mismo que siempre haría lo que me pidiera el cuerpo y aquí estamos.

Hace muchísimo desde la última vez (por lo menos lo parece) y han pasado tantas cosas que es tontería mencionarlas. También me parece tonto intentar explicar el por qué de este retorno, así dejaremos las explicaciones e iremos al grano. He de decir, para ser sincero, que casi todo lo que he intentado desde que volví me ha salido mal y que mi vida es un pequeño fracaso con grandes alegrías a modo de tropezones de fruta en un yoghurt light. También he de decir que no soy el mismo desde la última vez que publiqué, así que a lo mejor a partir de ahora este blog os sorprende o decepciona (si es que alguien todavía lee esto...). Sigo tocando, eso siempre. Pero no me ha salido todo como esperaba y me tengo que estar ganando la vida, como todo hijo de vecino, haciendo lo que sale. estoy más gordo y mucho más relajado que entonces. La mayoría de las cosas que me sacaban de quicio antes ahora me resbalan y hasta he aprendido a ignorar (que, he descubierto, es una forma de respetar) a aquellos a los que les gusta Manowar o Bisbal. Me la pelan en el sentido más positivo de la expresión.

En lo personal mejor que nunca. Sigo enamoradísimo de Saartje y cada día damos más asco de cuanto nos queremos. He superado totalmente mi huida de Berlín y, aunque voy mucho por allí, ya no me veo ni siquiera intentando volver. Para siempre, quiero decir. Una de las grandes cosas de mi regreso es que ya no vivo rodeado de tontines rubitos de más de 1'80. Esa es otra, a pesar de los esfuerzos de algún que otro pseudo monarca sexualmente indefinido, esta city es la hostia, no la infravaloreis. Y hablando de CITY, otro de los puntos claves en mi recuperación emocional ha sido ese grandísimo escritor que se llama Alessandro Baricco. Ha sido el discovery del año sin duda. Leedlo, es como Ben Okri pero a lo bestia, después de leerlo no es que la vida parezca más bonita, es que, de hecho, lo es.

Y nada más, que seguimos por aquí y que ya iremos publicando de vez en cuando. Así que ya saben (y que ganas tenía de decirlo otra vez...)

Abrazos per tutti!

Una idea (poco) original que BoZ tuvo a eso de las 07:00 PM | De la que otros han dicho... (2)