Punto y seguido

Me alegro muchísimo poder escribir esta frase:Las cooperantes italianas han sido liberadas.

Esto no es el fin, no es mas que un punto y seguido de una historia terrible.

Con esta liberación quiero creer que aún hay esperanza, que con el diálogo se puede llegar a un punto en el que todos podamos convivir de una manera mas o menos armónica. Quizá un mundo mejor no sea posible pero mejorar un poco el que tenemos, quizá, eso si podemos hacerlo.

Ayer, Federico Mayor Oreja (ex-director de la Unesco y presidente de la Fundación para una Cultura de Paz) decía: "los fundamentalistas florecen en paises que son pobres pero nosotros nos llevamos su gas, su petróleo y el pescado de sus caladeros [....] hay que ver las cosas en sus origenes para comprender estas actitudes".

Y estas palabras me llevan a pensar, que si nos tenemos que poner una etiqueta, la que probablemente nos corresponda es la de egoístas. Dejémonos de esconder detrás de la palabra occidente.

¿Será esto progresar?

El secuestro en Irak de las dos cooperantes italianas me ha afectado mas especialmente que los otros secuestros. Si me lo paro a pensar, es durísimo que tenga una especie de ranking-afectivo de secuestrados.

Siempre he admirado la entrega hacia los demás que algunas personas tienen. Renuncian a sus propias vidas ayudando a otros, ya sea en su propio país o en otro. Para mí son personas especiales, extraordinarias. De otra pasta.

Las últimas noticias dan un soplo de esperanza de que están vivas.

Desconozco si el mundo siempre ha estado así y es ahora que los avances tecnológicos nos permiten estar más informados de todo lo que ocurre; o por el contrario esto es consecuencia del progreso.

Confieso que no lo he leido

Cedrik [Un segurata en apuros] cuenta que el libro El Codigo da Vinci no cumplió sus expectativas; yo tengo que reconocerlo que no he sido capaz de pasar del capítulo 58. Y es raro, porque generalmente los libros que empiezo los quiero acabar, no me gusta dejar nada a medias. En esta ocasión la lectura de este libro me producía un aburrimiento y no me aportaba nada. Sumado a que tengo otras lecturas que me interesan mucho más, considero una tontería tener que terminarlo porque sí.

A lo mejor, en otro momento de mi vida me lo hubiese leído de un tirón pero reconozco que en esta ocasión no ha habido feeling. Cuando leo un libro de ficción - y cada vez leo menos de ficción - hay dos aspectos que creo que son los que hacen que me enganche: una es el argumento, la construcción del mismo y otra la redacción, la expresión. Y para mí el Codigo da Vinci no cumple, según mi criterio, estos dos aspectos. Por supuesto que estas consideraciones son muy subjetivas, ya que carezco de los conocimientos en estas materias para dar una valoración mas allá que personal. También creo que influye las circunstancias hay veces – desconozco los motivos – que estamos mas predispuestos para un tipo de lectura que para otra.

Quizá dentro de unos meses, me da el arrebato y me leo los otros cincuenta y tantos capítulos. En el fondo, me da mucha rabia no haberlo finalizado, principalmente cuando una gran mayoría (exceptuando a los historiadores) hablan maravillas.

Una año

Ayer hizo un año que empecé esta aventura del blog, no tenía muy claro a donde me iba a llevar y conociéndome como me conozco - me gusta leer pero escribir me da pereza - nunca pensé que este blog cumpliese un año.

No tengo claro porque me gusta tener este espacio, ni el sentido del mismo porque la naturaleza de mis post es variada, diversa. Soy incapaz de explicar las razones que me llevan a escribir los post; los motivos o impulsos que me llevan a publicar sobre unos asuntos y no sobre otros. Siempre he tenido muy claro que esto no es una obligación. Una característica mía, es la facilidad que tengo para crearme obligaciones; pero esta vez he superado mi propia naturaleza y publicar en este blog no es una obligación sino algo que soy incapaz de definir.

He estado leyendo algunos post; al volver a leerlos pienso que algunos son tontos, otros dramáticos; pero bueno si en ese momento quise escribirlos, pues ahí quedan.

Reconozco que mi año bloguero se corresponde con un tiempo que ha sido de desarrollo personal. Principalmente porque he aprendido a conocerme, a saber más de mí. No es fácil, diría incluso que es duro, molesto pero no queda más remedio. Ahora me encuentro más tranquila, mas en equilibrio. He definido mis prioridades y me he liberado de lastres que me tenían atada. Soy más paciente y comprensiva conmigo misma. He llegado al punto en el que veo todo más simple; que la vida tiene múltiples interpretaciones, que no hay certezas ni verdades absolutas; ni que todo es negro o blanco sino que hay matices, tonalidades. Que intentando comprender a los demás llego más lejos que intentando que los demás vean mi mundo o mis realidades. El haberme conocido, el aprender a vivir de un modo más consciente, más presente ha sido muy importante.

Me gustaría dar las GRACIAS a las personas que se pasan por aquí leen mis divagaciones y hacen algún comentario. Agradezco mucho su tiempo, su dedicación el hecho de querer compartir sus opiniones. Siempre me ayudan a reflexionar, a pensar.

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Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma,
y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad
y uno empieza a aprender
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos
y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes,
y los futuros tienen una forma
de caerse en la mitad,
y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que, uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende..
y con cada día uno aprende.

Jorge Luis Borges

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Normas laborales extremas

La noticia que a continuación reproduzco, aparece hoy en la contraportada del Diario Expansión sección Ecos Económicos

Y es Alemania, no estamos hablando de un país del "tercer mundo".

Del dicho al hecho ...

Esta es la historia de cinco ranas una de las cuales decidió saltar ¿Cuántas ranas quedan?

Cinco. La rana sólo decidió pero no salto.