Ayer me levanté justo para almorzar y mirando mi cuarto parecía estar en una especie de máquina del tiempo. En las estanterías estaban los libros que me interesaron y leí hace tiempo, que no necesariamente conciden con mis gustos actuales. Pero aquí el tiempo transcurre a un ritmo totalmente diferente. Como si los días rindieran mucho más.
Por la tarde fui con mi padre al quiropráctico que me arregla siempre el cuerpo, y al acabar mi padre me planeteó volver haciéndolo por el camino más largo que nos llevaría por las montañas en vez de por la autopista. Así que pensé "¿por qué no?". Atravesamos lugares en los que no había estado en años. Un atardecer que bien hubiera merecido varias fotos.
Por la noche salí con Bx. y fuimos al bar donde teníamos por costumbre mandarnos una cerveza y un bocadillo de jamón serrano con queso manchego. Y al entrar... J. con P. y V... Mi peña de frikis de toda la vida. Solo faltaba D. para estar todos, como en los viejos tiempos.
Prueba de lo pequeño que es esto, resulta que Bx. y V. habían sido compañeros en 1º de B.U.P. Y ella además había coincidido en uno de sus cutre trabajos con N., la ex-novia de J. Nos echamos unas buenas risas durante el par de horas. Ya quedé con J. para ir al cine el miércoles y salir el próximo fin de semana. Ya me imagino, las cinco de la mañan y la sensación de que no hemos terminado de hablar. Una de las ideas que traje de Madrid es trabajar las viejas amistades.
Y después de las risas nos quedamos Bx. y yo a solas. Nos fuimos caminando hasta la misma plaza en que la noche Eurovisiva de Rosa de España Bz. y yo acabamos con lo nuestro. No es que fuera masoquista y qusiera vivir la escena que se avecinaba en el mismo lugar. Es que tampoco hay muchas plazas a las que ir en esta ciudad. Hablamos de mi carta de 14 páginas y del tema, su nueva historia. Desde que me lo insinuó yo asumí que era algo seguro y que saldrá adelante. Aunque por lo que me contó esta noche no está muy segura de la relación.
Pero ahora debería hablar de mi carta y de nuestra relación. Mientras de Bz. conté por entregas nuestro culebrón, jamás he hablado de lo que pasó con Bx. que es la "buena" en esta película...
La cuestión es que fue mi decisión dejarlo al irme a Madrid. No quería convertirme en la clase de estudiante que está en un lugar y tiene la mente en otra parte, con factura de teléfono kilométricas y aprovechando cada puente para volver a casa. Pero todo esto no hubieran sido obstáculos si yo en verdad hubiera creído en nuestra relación. Tenía mis dudas sobre nosotros dos. Y por eso decidí irme a Madrid ligero de equipaje. Pero pasó el tiempo y los dos estábamos sin pareja. Ella se convirtió en mi "teléfono de la esperanza". Éramos los ex- más raros del mundo. Nunca cruzamos la línea más allá de la amistad, pero ninguno parecía poner mucho entusiasmo en buscar a alguien más.
La última noche de su visita a Madrid rodeó mi cuello y estuvimos mucho tiempo allí abrazados hasta que me vi obligado a mandarla a la cama. Una noche de las vacaciones de Navidad, en una situación igual, le dije "o nos vamos en tu coche a un picadero o me dejas en mi casa". Como ya conté aquí, venció la sensatez.
Pero como la mente juega malas pasadas, y después de su visita se me estaban pasando ideas muy raras por la cabeza, en mi carta le hablé, creo que por primera vez, con franqueza de mis motivos para dejarlo al ir a Madrid. Y así hacerme imposible a mí mismo jugar con ella y sus sentimientos. Aquellas catorce páginas se pueden resumir en "párame los pies si algún día se me cruzan los cables, porque no será el preludio de una segunda parte de lo nuestro".
Y la paradoja de este verano, como le contaba en la carta, es que yo este verano estuve dispuesto a mezclar amistad con otras hierbas con Bz., mientras que con ella mantuve los límites. La moraleja, ya vieja, es que no puedes jugar a inventarte nuevas reglas. Son las mismas para todos.
Así que decidí no jugármela poniendo en peligro mi único respaldo en la soledad de Madrid por un rato de "diversión". No hubiera jugado limpio con ella. Y ahora que su vida sigue, ha conocido a otro, no tengo nada que decir. El orgullo te pinza el estómago. Es natural. Y quizás ese sea el problema ahora. ¿Me sentiré con ganas de contarle mis batallitas sabiendo que él está a su lado con cara de aburrido esperando a que termine de hablar por teléfono conmigo? Ella no quiere que nada cambie. Pero conozco las sensaciones de mi estómago. Lleva ahí conmigo toda la vida.
Escrito por Lobo a las Agosto 29, 2004 07:34 AMTienes razon Lobo, sobretodo en el ultimo parrafo. Es triste saber eso, pero el dia que encuentres a otra persona a quien contar esas cosas... podrás sonreir.
En fin, que como estoy positivo, pues nada, seguro que la persona adecuada para escucharte está cerquita.
Nos vemos
Escrito por Träne a las Agosto 29, 2004 03:53 PMcon cosas que dices en el penúltimo post me siento muy identificada ( es mi estilo de pensar).
lo de bx...es de esperar, algún día tiene que tener otra relación.
Lobo, te ha sentado de maravilla estar en casa... un beso
Golpeate en la boca del estomago de mi parte. Por orgullo no pierdas algo tan raro y especial como tener una buena amistad con una ex, alguien que probablemente sea de las pocas personas que pueda entender cosas de ti que nadie más puede.
Escrito por Michael a las Agosto 29, 2004 06:46 PMNo sigas perdiendo cosas por el camino... o piérdelas del todo y quítate peso de los bolsillos. Para el camino, siempre lo imprescindible.....
Escrito por odyseo a las Agosto 30, 2004 01:23 PMLa serenidad se va abriendo pso en este blog. Es el resultado de haber tomado decisiones que hace tiempo que deberían haberse tomado, en mi modesta opinión.
Las mujeres son complicadas, las ex aún más.
yo no creo que seamos complicadas, es cuestión de entendernos o no. Es como las matemáticas, si no las entiendes, dices que son complicadas y hasta se les puede coger manía.
Escrito por yolanda a las Agosto 30, 2004 06:07 PMCorrijo, la relación con las mujeres es siempre complicada. No conozco a nadie que pueda decir lo contrario siendo sincero.
Escrito por Jack a las Agosto 31, 2004 05:29 PMLas mujeres son sencillísimas de entender. Lo que no me da la gana es comprenderlas.
Escrito por Lobo a las Agosto 31, 2004 08:34 PM