Vamos a ver si lo pongo, breve y ordenado, para que todo el mundo se entere de que la visita a las obras de restauración de la Catedral de Vitoria me ha encantado. Supongo que ya todos habréis paseado virtualmente por allí, y lo cierto es que el viaje (para nosotros, cortito) vale la pena.
Desde el origen de la catedral en el siglo XIII, se han ido sucediendo los problemas estructurales de la misma. Como en aquellos tiempos, rey que llegaba, rey que dejaba su huella en los edificios... vamos, que si uno es rey, ¡que se note! pues uno abría unos huecos a través de un pilar; otro cambiaba la cubierta de madera por otra de piedra (que es mucho más elegante, ¡dónde va a parar! y el peso que se aguante como pueda) y así por todo el edificio. Luego se aplicaron por el exterior unos contrafuertes para sujetar los muros que -digamos- se negaban a la verticalidad, pero como no quedaban demasiado bonitos, más tarde quitaron una parte... y el resto que lo aguante el muro (sí, ese muro que se estaba cayendo) y lo mejor de todo es cuando te enseñan unas varillas de hierro, que se pusieron para sujetar los pilares enoooormes, altíiiiiiisimos, y torcidíiiiiiiiiisimos, que no tendrían ni 5 cm. de diámetro. Bueno, p'habernos matao, que diría aquel.
Ahora se ven los cimientos de las susodichas columnas, que han sido reforzados, consolidados, rellenados y no se cuantas cosas más, y además en la excavación ha salido parte de la base de dos iglesias anteriores y varios centenares de enterramientos.
No sigo, que me parece que me estoy liando y esto va a quedar como un ladrillo (y siempre me olvidaré algo, además). Pero no se me desespere nadie si no puede ir a visitarlo este año, o el que viene, o el siguiente, que las obras están previstas hasta el año 2009/2010 y ya se sabe lo que pasa siempre con las obras, que se sabe cuando empiezan, pero nunca cuando se terminan.
Recomendaciones por si alguien va a ir: La mejor hora es de 12,30 a 14,00 que es cuando los trabajadores se van a comer. Así se salva uno de los ruidos ambientales. Dentro hacía un frío bastante considerable. Los mayores de 60 años pagan menos (jejeje). Hay que estar en forma para recorrer todo el itinerario, que hay muchas escaleras y un pasadizo por el que hay que entrar doblando el espinazo. ¡Ah! y te ponen un casco blanco de los de las obras, sobre una redecilla también blanca (cuestión higiénica), con lo que mejor no ir a la peluquería el día anterior y no mirarse en un espejo, porque todos los que estábamos parecíamos pitufos.
Me voy a dormir, que después de tanta aventura... :-)
Me he acordado de las científicas encuestas que presentaba Eva Hache en el programa de Fuentes, y dispuesta a emularla me he ido a la calle. Hoy ha salido un día muy bueno, y ya se sabe que en Donostia cuando aparece soleado por la mañana, todo el mundo deja cuanta ocupación tenga en mente (si es en domingo, más) para abalanzarse a la calle cual posesos, en busca de ese solecito que luego igual tarda semanas en volver a visitarnos.
Consecuencia: mogollón (y algunos más) de personal, nativo y turístico paseando por La Concha. Y me he puesto a observar con mirada muy objetiva a los (mejor dicho, las) paseantes.
¿Os habéis fijado en que casi ninguna mujer lleva falda hoy en día? No puedo saber el número exacto de humanos/as que pululaban por allí, pero aplicando la fórmula de «X» personas por cada «Y» metros lineales de barandilla; descontando los perros que también los había, y con el factor de corrección de los «Z» habitantes que estaban sentados en los bancos... TRES MIL PASEANTES. Si la población femenina supone un 50 por ciento del total... MIL QUINIENTAS mujeres paseantas.
Pues no he contado más de QUINCE faldas. O sea que el uno por ciento. Y las portadoras tenían una media de edad que rondaría los 70 años...
Conclusión: que el uso de la falda está totalmente en decadencia; que se ahorra una pasta en medias; que si llevas falda tienes unos 70 tacos; que en verano ya veremos si hago otra encuesta (igual de tonta que esta); que tanta fiesta seguida no hay quien la aguante y se me deteriora aún más la neurona, con lo que ya véis en qué chorradas paso el tiempo.
Venga, las chicas: ¿lleváis más falda o pantalón?... Los chicos: ¿lleváis..? no, esta no es la pregunta; ¿os gustan más las chicas con falda o con pantalón? (no vale decir sin nada, que os veo venir).
Hoy ha sido un día fructífero en mi buceo por internet.
Me encuentro por las profundidades con El Pez, que siempre tiene cosas que valen la pena. Y además, hoy me ha llevado de la mano a la página El Retorno de los Charlatanes. Muy interesante también. Ciencia pura. Y militancia contra tanta pseudo-ciencia, fenómenos inexplicables, y embaucadores como pululan por ahí; aquí al pan, pan y al vino, vino. Y lo demás tonterías. Total que de ahí he llegado al sitio de la Sociedad Para el Avance del Pensamiento Crítico. OTRO sitio interesante. De esos en los que te puedes pasar horas, y horas. Tendré que ir recogiendo minutillos por aquí... algunas horas por allá... y a ver si llego a leerla entera. Por de pronto me he apuntado a la lista de correo, a ver si me entero de cosas.
Total, que hoy ya me quedo tan contenta de los enlaces conseguidos (¡uf! esto parece un concurso... jejeje).
Porque hay que poner, a mal tiempo, buena cara. Y ya que tengo problemas de funcionamiento, no está de más leer alguno de los MONÓLOGOS DE "EL CLUB DE LA COMEDIA" para al menos lanzar una risa -o sonrisa- que relaje el ambiente. Seguiré informando de mis vicisitudes...
BALLET AL AIRE LIBRE
No me he podido resistir a sacar estas fotos (aquí algunas más), porque verdaderamente era todo un espectáculo ver centenares de niñas ensayando sus pasos de baile apoyadas en una barra muy especial:

Tal vez estas niñas lleguen muy arriba en la danza, pero difícilmente volverán a tener un decorado tan fantástico detrás.
Desconozco el número exacto de niñas que participaban, pero calculo que había más de trecientas, por lo que tengo que hacer un homenaje a los DOS ÚNICOS chicos que estaban participando:

¡Esos sí que tienen mérito!