Estación: claridad

Marzo 25, 2004

La mendiga

La mendiga bajaba siempre a la misma hora y se situaba en el mismo tramo de la escalinata, con la misma enigmática expresión de filósofo del siglo diecinueve. Como era habitual, colocaba frente a ella su platillo de porcelana de Sèvres pero no pedía nada a los viandantes. Tampoco tocaba quena ni violín, o sea que desafinaba brutalmente como los otros mendigos de la zona.
A veces abría su bolsón de lona remendada y extraía algún libro de Hölderlin o de Kierkegaard o de Hegel y se concentraba en su lectura sin gafas.
Curiosamente, los que pasaban le iban dejando monedas o billetes y hasta algún cheque al portador, no se sabe si en reconocimiento a su afinado silencio o sencillamente porque comprendían que la pobre se había equivocado de época.

Un microcuento de Mario Benedetti.

Escrito por Ricardo B. en Marzo 25, 2004 06:57 PM
Comentarios

Está claro que se había equivocado de época. Hoy casi nadie lee y menos a esos autores. Sobre todo porque nadie piensa y así es muy difícil hacer filosofía.... salvo que pongas un blog en la escalinata......

Escrito por: odyseo en Marzo 25, 2004 07:49 PM

Q curioso relato, tal vez se equivoco d época, se adelanto, quien sabe...
Kiss

Escrito por: Electra en Marzo 26, 2004 04:14 PM
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