Martes 21 de Octubre del 2003

UN HONOR INMERECIDO

LA MIRADA AIRADA DE UN EXPERTO
Un honor inmerecido

Por Harold Bloom.

La decisión de otorgar a Stephen King el premio anual de la Fundación Nacional del Libro por su "contribución distinguida a la literatura norteamericana" es otro hito del indignante proceso de entumecimiento de nuestra vida cultural. En el pasado describí a King como un escritor de novelas baratas, pero tal vez eso sea demasiado amable. No tiene nada en común con Edgar Allan Poe. Es un escritor terriblemente malo, cosa que puede comprobarse frase a frase, libro a libro.
La industria editorial cayó muy bajo al conceder a King un premio que anteriormente había otorgado a los novelistas Saul Bellow y Philip Roth y al dramaturgo Arthur Miller. Al hacerlo, lo único que se reconoce es el valor comercial de sus libros, que se venden por millones pero no hacen nada por la humanidad excepto mantener a flote el mundo editorial. Si ese va a ser el criterio en el futuro, entonces tal vez el año próximo el comité dé el premio a Danielle Steel, y seguramente el Nobel de literatura sea para J. K. Rowling.
Esto forma parte de un fenómeno sobre el que escribí hace un par de años, cuando me pidieron mi opinión sobre Rowling. Compré y leí Harry Potter y la piedra filosofal. Fue un proceso muy doloroso. La escritura era espantosa; el libro era horrible. A medida que leía, advertía que cada vez que un personaje salía a caminar, la autora escribía que el personaje "estiraba las piernas". Empecé a hacer una marca cada vez que esa frase se repetía. Sólo me detuve cuando ya había hecho varias decenas de marcas. No lo podía creer. Rowling tiene la mente tan llena de clisés y metáforas muertas, que no sabe escribir de otra forma.
Cuando escribí eso en un diario, me criticaron. Me dijeron que J. K. Rowling es lo único que leen ahora los chicos y me preguntaron si, después de todo, no era mejor eso que no leer nada. Si Rowling es lo que hace falta para que abran un libro, ¿no es algo positivo? No lo es. Poco después leí una elogiosa reseña de Harry Potter del propio Stephen King. Había escrito algo del tenor de: "Si los chicos leen Harry Potter a los once o doce años, cuando crezcan van a leer a Stephen King". Y no estaba ironizando.
Nuestra literatura y nuestra cultura se van entumeciendo, y las causas son muy complejas. Tengo 73 años. En el curso de una vida dedicada a la enseñanza de la literatura en lengua inglesa, vi cómo se iban degradando los estudios literarios. Es muy poco lo que queda de las humanidades. Mi asistente de investigación me dijo hace dos años que en cierto seminario, el docente había dedicado dos horas a decir que Walt Whitman era racista. Eso no es ni siquiera un desatino ingenioso. Es intolerable.
Empecé mi carrera enseñando a los poetas románticos. En la década de 1950 y principios de los años 60 se entendía que los grandes poetas románticos eran P. B. Shelley, William Wordsworth, Lord Byron, John Keats, William Blake, Samuel Taylor Coleridge. Hoy, sin embargo, son Felicia Hemans, Charlotte Smith, Laetitia Landon y otras que no saben escribir. En muchos programas se enseña a Aphra Behn, una dramaturga de cuarta línea, en lugar de a Shakespeare.
Hace poco, en el funeral de mi viejo amigo Thomas M. Green, de Yale, tal vez el profesor de literatura renacentista más destacado de su generación, dije: "Temo que algo muy valioso haya terminado para siempre". En la actualidad hay cuatro novelistas norteamericanos que siguen trabajando y merecen nuestro elogio. Thomas Pynchon sigue escribiendo. También está Cormac McCarthy, cuya novela Blood Meridian es comparable a Moby Dick, de Melville, y Don DeLillo. A pesar de ello, el premio de este año recae en King. Es un terrible error.

© Los Angeles Times y Clarín. Traducción de Cecilia Beltramo

Escrito por J.E.L.
Comentarios

(...) Nuestra literatura y nuestra cultura se van entumeciendo (...)
Ese dicho, aplicado a la cultura y a la literatura argentina, ¿tiene validez? ¿La industria editorial de nuestro país es mercantilista?
¿Qué opinan?

Comentado por MATRIX

Me pá que Harold está un poco resentido...

El día que ese tipo de premios aclaren en qué consiste la "contribución distinguida a la literatura" sabremos si están o no bien otorgados. Quizás, la contribución de King es, efectivamente y como dice Haroldo, "mantener a flote el mundo editorial" y, agrego yo, posibilitar que se editen libros que dan pérdidas pero son más acordes a los gustos de don Bloom.

Sobre la frase del entumecimiento... ¿a qué llamamos "cultura", don Matrix? ¿De verdad querés discutir de antropología? :D

Comentado por GOLLUM

Che, eso fue un golpe bajo, bestia.
Me refiero a la literatura y la cultura literaria argentina. quiero decir, ¿existe un solo Juan Blocq, ente que deleita con su obra, o hay alternativas que no sean publicadas por cuestiones meramente comerciales?

Comentado por MATRIX

Matrix: me parece que el tema va más allá de los criterios mercantilistas. Tiene que ver con hábitos de lectura, gustos, etc. La gente, en general, ya no busca viajar a mundos fantásticos leyendo libros. Busca en ellos la salvación, la autoayuda, las "experiencias de vida", las investigaciones periodísticas, las biografías de los famosos. Los mundos fantásticos los encuentra en el cine y la tv o, en el mejor de los casos, en los clásicos de la literatura.

Ergo, no sé si hablar de "entumecimiento" por causas mercantiles, sino en todo caso de cambios en las pautas culutrales (antropológicamente hablando) de la gente.

(Ni yo me lo creo)

Comentado por GOLLUM

GOLLUM, el punto es: ¿Qué provoca el cambio de pautas culturales? ¿Por qué la gente se aleja de los clásicos y consume la listita de libros que sale en cualquier suplemento cultural, los llamados "best-sellers"? Generalmente, la calidad de esas obras no va de la mano con la cantidad de ejemplares vendidos de la misma. Entonces, ¿qué hay detrás? Márketing. Fijate que, en nuestro país, uno de los gurúes de la "autoayuda", Jorge Bucay, vende más libros que, por ejemplo, Julio Cortázar o Bustos Domecq... ¡y hasta tuvo su propio programa de televisión!

Y, respecto de los gustos de lectura, ¿acaso yo soy la excepción a la regla? Usted conoce cuáles son mis gustos literarios, Don...

Comentado por MATRIX

Harold Bloom es un cabezotas, tío. No sirve.


Y ese es el comentario genial de un etudiante de letras, carajo.

Comentado por Amanda

Lo que cambia las pautas sociales es el imaginario radical, como diría Castoriadis. Pero no, no es eso. Ocurre que hay factores "externos" que influyen seriamente en la lectura, a saber: falta de tiempo para leer y digerir lo que se lee; falta de motivación a la lectura; etc. La mayoría de las personas quiere leer algo digerible (Stephen King o la psicología barata de Bucay, o las fábulas faboludas de Coelho). No está la cosa para retorcidos experimentos literarios.

Amanda: especificá algo más de Haroldo, plis.

Comentado por GOLLUM
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