Viernes 31 de Octubre del 2003

WINPOST #1

De vez en cuando, me encuentro con u nescrito que tiene la capacidad de hacerme enmudecer por lo acertado de sus afirmaciones, por su belleza y/o por su capacidad de llegada. Por eso, desde ahora, todos los viernes y/o sábados elegiré el post de la blogósfera que más me haya llamado la atención y lo linkearé (en el caso de que el weblog del que provenga posea permalinks) o citaré (cuando no los tenga).
Los criterios que manejaré para llevar a cabo la elección serán simples: que el post en cuestión sea movilizante, inventivo, sorprendente... que transmita eso que se llama soul, digamos.
El WINPOST de esta semana es para el Sr. 100 Cadáveres. Pueden disfrutar de su pequeña obra de arte literaria a continuación:

La biblioteca es grande, pero no infinita, por lo que no pierda las esperanzas de encontrar esos libros que anda buscando -dice el encargado mientras empuja con esfuerzo las colosales puertas que van cediendo en medio de crujidos de madera-. ¿Cuántos libros dice que son? Tres mil -contesta Kanov que, parado en el umbral y detrás del administrativo, mira con asombro el interior en penumbras de la faraónica construcción. Bueno, han de estar por allí -dice el otro sin entusiasmo, y acompaña las palabras con un gesto ambiguo de la mano que recorre las estanterías pero no orienta demasiado. ¿Por dónde comienzo? Por donde quiera, da lo mismo. Pruebe con ese libro que tiene frente a su mano en el primer pasillo, y después siga por donde le parezca. No hay orden en esta biblioteca, sólo hay libros. Adiós. Sale el hombre y un momento antes de cerrar las puertas asoma la cabeza y dice: "Ah, y no olvide guardar silencio, hay gente leyendo por allí". Y así es como Kanov pasa sus siguientes 43 vidas buscando, encontrando y apilando en pequeños carritos, cada uno de los 3.000 volúmenes que reúnen las reflexiones que el demonio Tarekuarosubarpus escribió mientras contemplaba, sentado en la cima de un cerro, la creación del mundo. Cuando finalmente logra reunir toda la obra, se mete en alguna de las innumerables salas vacías y se sienta con sus libros en un rincón, dispuesto a leer. Dedica las siguientes 73 vidas al estudio de la obra de Tarekuarosubarpus. Estudia con mucha pasión y sin descanso un texto que se revela oscuro, cerrado y confuso la mayor parte del tiempo. Finalmente lo entiende. Demora dos vidas más en encontrar la salida de la biblioteca. Sale a la luz del sol, vuelve al mundo después de siglos. Todavía a las puertas de la biblioteca se agacha cansadamente y recoge de los jardines un puñado de tierra que observa un momento, luego comienza a frotarlo dentro de su mano, cuando al cabo de un instante la abre sale volando de ella un pequeño pájaro de plumaje hermoso. Satisfecho, Kanov finalmente sabe qué siente dios cuando crea vida: nada.

PEDAZO DE LEVIATÁN

(...) Siempre me asombraba la rapidez con que trabajaba, su habilidad para pergeñar artículos bajo la presión de las fechas fijas, de producir tanto sin agotarse. Para Sachs no era nada escribir diez o doce páginas de una sentada, empezar y terminar todo un artículo sin levantarse ni una sola vez de la máquina. El trabajo era para él como una competición atlética, una carrera de resistencia entre su cuerpo y su mente, pero puesto que podía abatirse sobre sus pensamientos con tal concentración, pensar con tal unanimidad de propósito, las palabras siempre parecían estar a su disposición, como si hubiese encontrado un pasadizo secreto que fuera directamente de su cabeza a la yema de sus dedos. "Escribir a máquina por dinero", lo llamaba a veces, pero eso era solamente porque no podía resistir la tentación de burlarse de sí mismo. Su trabajo nunca era menos que bueno, en mi opinión, y con mucha frecuencia era brillante. Cuanto más le conocía, más me impresionaba su productividad. Yo siempre he sido lento, una persona que se angustia y lucha con cada frase, e incluso en mis mejores días no hago más que avanzar centímetro a centímetro, arrastrándome sobre el vientre como un hombre perdido en el desierto. La palabra más corta está rodeada de kilómetros de silencio para mí, y hasta cuando consigo poner esa palabra en la página, me parece que está allí como un espejismo, una partícula de duda que brilla en la arena. El idioma nunca ha sido accesible para mí de la misma forma que lo era para Sachs. Estoy separado de mis propios pensamientos por un muro, atrapado en una tierra de nadie entre el sentimiento y su articulación, y por mucho que trate de expresarme, raras veces logro algo más que un confuso tartamudeo. Sachs nunca tuvo ninguna de estas dificultades. Las palabras y las cosas se emparejaban para él, mientras que para mí se separaban continuamente, volaban en cinco direcciones diferentes. Yo paso la mayor parte de mi tiempo recogiendo los pedazos y pegándolos, pero Sachs nunca tenía que ir dando traspiés, buscando en los vertederos y los cubos de basura, preguntándose si no habrá colocado juntos los pedazos equivocados. Sus incertidumbres eran de un orden diferente, pero por muy dura que la vida se volviese para él en otro sentido, las palabras nunca fueron su problema. El acto de escribir estaba notablemente libre de dolor para él, y cuando trabajaba bien, podía escribir las palabras en la página a la misma velocidad que podía decirlas. Era un curioso talento, y como el propio Sachs apenas era consciente de él, parecía vivir en un estado de perpetua inocencia. Casi como un niño, pensaba yo a veces, como un niño prodigio jugando con sus juguetes.

Miércoles 29 de Octubre del 2003

ASOCIACIONES

Hace unos días, posteé fragmentos de un artículo escrito por Marcelo Cohen en 1998, donde habla del tiempo de la escritura, y de la escritura misma, e intercala notas de color de índole jazzística. El amigo Horacio, músico y ex profesor de música, realizó un comentario disintiendo con algunas ideas allí planteadas. Pero no se quedó en eso, sino que el post le inspiró unas reflexivas líneas sobre las diferencias entre la Música y la Literatura, como así también sus puntos de contacto. Los invito gentilmente a leer el post.

Martes 28 de Octubre del 2003

...SÓLO UNA PALABRA...

"Brillante"

Viernes 24 de Octubre del 2003

Fragmentos de "EL TIEMPO SIN LÍMITES"

Por Marcelo Cohen
(...) ¿Se puede narrar el tiempo, el tiempo como tal? Esto se pregunta Thomas Mann en La montaña mágica, antes de concluir que no, que es al revés: la narración realiza el tiempo,; lo llena, lo divide, lo hace pasar con la sucesión de las cosas, y en esto se parece a la música. La diferencia es que, si una pieza musical tiene un solo tiempo -el que "dura" su ejecución-, en el relato el tiempo del desarrollo coexiste con el de los hechos narrados. (...) Claro que el tiempo de la enunciación verbal es además un compuesto inconmensurable. Aparte de que un cuento dura una cantidad de páginas, cada lector tiene su ritmo de lectura y sus quehaceres. El escarabajo de oro se puede leer de una sentada, o a lo largo de tres noches; y de todos modos las frases están curtidas por un tiempo más, el que el escritor tardó en escribirlas. Como todos estos tiempos producen los hechos que se cuentan, y a la vez son desbordados por esos hechos, la narración entra en la vida como un compuesto nebuloso que desplaza la sólida pauta de antes y después. (...) Improvisar es componer espontáneamente; la improvisación incluye el tiempo de la memoria y se hace cargo del inconsciente, que es intemporal. (...) El relato es una sucesión de hechos realizada en el espacio de la escritura -o en la voz-. Los enemigos de las inversiones, de las tramas abiertas de la novela experimental, sostienen que el lector necesita comienzos y finales claros para que no lo mate la angustia del infinito. Pero el narrador sabe que al limitar la extensión de la historia y fabricarle un desenlace está adulterando -más si cabe- la verdad. El narrador querría una especie de tiempo que lo redimiera del espacio y la fatalidad del final. (...) El narrador traduce acontecimientos, pero no creo que uno sólo escriba lo que ha pensado; desde otro punto de vista, uno piensa lo que va escribiendo. No hablo de escritura automática, sino de una lucidez que sintetiza realidades cuando el cuerpo y el pensamiento acuerdan con las energías del lenguaje. A mí me gustaría escribir sucesos sin clímax, como las escalas acuáticas e incesantes del pianista ciego Lennie Tristano. O historias donde nunca pase lo que debía pasar, como en los solos de Lester Young. Son aspiraciones frustradas de antemano, entre otras razones porque en la literatura no hay base armónica; digamos, no hay tonalidades acabadas (como el Mi menor), y por lo tanto no hay atonalidad en sentido estricto. Cualquier intento de composición espontánea deja al narrador en ridículo. (...) El 16 de enero de 1936 por primera vez una orquesta de jazz tocó en el Carnegie Hall, uno de los santuarios neoyorkinos de la música clásica. Los muchachos de Benny Goodman hicieron una música exuberante y el público se regocijó, pero el trompetista Harry James dijo: "Nos sentíamos como putas en una iglesia". A veces pienso que el arte debería ser así, no sé si me explico.
Autor: J.E.L.
Comentarios [ 4 ] | Referencias [ 0 ] | Sección: Citas, Sección: Escritura, Sección: Música
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Miércoles 22 de Octubre del 2003

EXTRAÑO SER

Caminaba de noche por la ciudad, huyendo de la luz del día. Se cruzaba con cientos de extraños. Seres que no registraban su presencia, y que no se dignaban a dirigirle una mirada. Era un anónimo, un nadie, alguien más de la multitud urbana, que no merecía más atención de la que se le prestaría a una mosca.

Esta mañana, los sirvientes lo encontraron (cosa extraña) en su casa, un elegante chalet de Villa Urquiza. estaba durmiendo en el living, desnudo, bañado en sangre. Mató a sus padres. Les despedazó la garganta a mordiscos. Y ahora es visible, aunque la luz del sol que se filtra por la ventana del calabozo pareciera consumirlo.

Martes 21 de Octubre del 2003

UN HONOR INMERECIDO

LA MIRADA AIRADA DE UN EXPERTO
Un honor inmerecido

Por Harold Bloom.

La decisión de otorgar a Stephen King el premio anual de la Fundación Nacional del Libro por su "contribución distinguida a la literatura norteamericana" es otro hito del indignante proceso de entumecimiento de nuestra vida cultural. En el pasado describí a King como un escritor de novelas baratas, pero tal vez eso sea demasiado amable. No tiene nada en común con Edgar Allan Poe. Es un escritor terriblemente malo, cosa que puede comprobarse frase a frase, libro a libro.
La industria editorial cayó muy bajo al conceder a King un premio que anteriormente había otorgado a los novelistas Saul Bellow y Philip Roth y al dramaturgo Arthur Miller. Al hacerlo, lo único que se reconoce es el valor comercial de sus libros, que se venden por millones pero no hacen nada por la humanidad excepto mantener a flote el mundo editorial. Si ese va a ser el criterio en el futuro, entonces tal vez el año próximo el comité dé el premio a Danielle Steel, y seguramente el Nobel de literatura sea para J. K. Rowling.
Esto forma parte de un fenómeno sobre el que escribí hace un par de años, cuando me pidieron mi opinión sobre Rowling. Compré y leí Harry Potter y la piedra filosofal. Fue un proceso muy doloroso. La escritura era espantosa; el libro era horrible. A medida que leía, advertía que cada vez que un personaje salía a caminar, la autora escribía que el personaje "estiraba las piernas". Empecé a hacer una marca cada vez que esa frase se repetía. Sólo me detuve cuando ya había hecho varias decenas de marcas. No lo podía creer. Rowling tiene la mente tan llena de clisés y metáforas muertas, que no sabe escribir de otra forma.
Cuando escribí eso en un diario, me criticaron. Me dijeron que J. K. Rowling es lo único que leen ahora los chicos y me preguntaron si, después de todo, no era mejor eso que no leer nada. Si Rowling es lo que hace falta para que abran un libro, ¿no es algo positivo? No lo es. Poco después leí una elogiosa reseña de Harry Potter del propio Stephen King. Había escrito algo del tenor de: "Si los chicos leen Harry Potter a los once o doce años, cuando crezcan van a leer a Stephen King". Y no estaba ironizando.
Nuestra literatura y nuestra cultura se van entumeciendo, y las causas son muy complejas. Tengo 73 años. En el curso de una vida dedicada a la enseñanza de la literatura en lengua inglesa, vi cómo se iban degradando los estudios literarios. Es muy poco lo que queda de las humanidades. Mi asistente de investigación me dijo hace dos años que en cierto seminario, el docente había dedicado dos horas a decir que Walt Whitman era racista. Eso no es ni siquiera un desatino ingenioso. Es intolerable.
Empecé mi carrera enseñando a los poetas románticos. En la década de 1950 y principios de los años 60 se entendía que los grandes poetas románticos eran P. B. Shelley, William Wordsworth, Lord Byron, John Keats, William Blake, Samuel Taylor Coleridge. Hoy, sin embargo, son Felicia Hemans, Charlotte Smith, Laetitia Landon y otras que no saben escribir. En muchos programas se enseña a Aphra Behn, una dramaturga de cuarta línea, en lugar de a Shakespeare.
Hace poco, en el funeral de mi viejo amigo Thomas M. Green, de Yale, tal vez el profesor de literatura renacentista más destacado de su generación, dije: "Temo que algo muy valioso haya terminado para siempre". En la actualidad hay cuatro novelistas norteamericanos que siguen trabajando y merecen nuestro elogio. Thomas Pynchon sigue escribiendo. También está Cormac McCarthy, cuya novela Blood Meridian es comparable a Moby Dick, de Melville, y Don DeLillo. A pesar de ello, el premio de este año recae en King. Es un terrible error.

© Los Angeles Times y Clarín. Traducción de Cecilia Beltramo

Sábado 04 de Octubre del 2003

E-VOLUTION

EVOLUCIÓN

Viernes 03 de Octubre del 2003

Miércoles 01 de Octubre del 2003

EL MISTERIO SE ACABA

Título de post revelador, pese a que los comentarios obtenidos son tan obvios, finalmente el cuestionario fruto de la inspiración colectiva es traído a la luz de la visibilidad. Por una mera cuestión de innecesariedad, he omitido mis propios apuntes y una pregunta personalísima escrita por el señor GuilleBe para mí. El resto, es una fiel transcripción de la cara 1 y de la cara 2 de la hojita de cuaderno rayado de escuela primaria que fue utilizada en la ocasión.
Obviamente, debajo de cada ítem está mi respuesta particular al tópico referido. Invito gentilmente a los demás huevolúgers a postear el referido cuestionario y a contestarlo en sus weblogs.

A. Si te dieran a ver algo prohibido por diez minutos, ¿qué sería?
Supongo que por "prohibido" debo entender algo tabú, oculto, moralmente rechazable... Bien, me gustaría asistir a diez minutos de la faena llevada a cabo por Jack El Destripador, en la Londres de finales del siglo XIX. Claro, si me salen con una versión moderna de Jack, con motosierra incluída, acepto también. ¿Para qué? No sé, supongo que serviría de inspiración para un buen texto, o para la redacción de una nota y/o noticia detallada, en tanto que sería información proporcionada por una fuente de primera mano, el propio asesino.
B. Si el mandato fuera que seas feliz el resto de tu vida, ¿podrías?
A riesgo de quedar como un baboso y/o pollerudo, te digo que sí, si el mandato dice que ese resto de mi vida incluye a Patricia. En cambio, si el mandato no incluye esa cláusula, la respuesta es: Obviamente no, no se puede ser feliz todo el tiempo.
C. Si tuvieras que deshacerte de uno de tus sentidos (los cinco sentidos conocidos, no entremos en excentricidades), ¿de cuál te desharías?
Es facilísima: el oído. Te regalo el 20% que me queda, si querés. :p
D. ¿Tuviste ya el "día de tu vida"? ¿En qué circunstancias?
No, el día de mi vida es siempre el que está por venir. Y a su vez, cada día que me despierto vivo es el día de mi vida. Que durante el transcurso de esas 24 horas derive hacia el día más catastrófico de mi vida ya es otra cosa...
E. ¿Cuál es tu hora?
Exactamente las 10.41 A.M., momento en que terminé de redactar este post en el Notepad.
F. A mí me dijeron que esto era una sesión de espiritismo. ¿Será que la que tengo al lado es Suzana Liko (sic)? ¿O mi tía abuela entró en el cuerpo de Irene? ¿Qué será la molleja? ¿La molleja tiene vida después de la muerte?
Primero: no sé quién cuernos es Suzana Liko o como se escriba. Segundo: no estoy interesado en averigüarlo. Tercero: los espiritistas, curranderos y manochantas me tienen sin cuidado. Si te dijeron eso, te equivocaste y se equivocaron de lugar y de reunión, querid@.
Ahora bien, respecto de tu tía abuela, no tengo el placer de conocerla, pero sí te puedo decir con seguridad que no hay forma de entrar en el cuerpo de Irene sin que Andresito te eche a patadas... Complejo pre-natal de Edipo que le dicen, ¿viste? ;)
Por último, de acuerdo con el diccionario de la R.A.E.:
MOLLEJA (Del dim. de molla; etim. disc.). 1. f. Apéndice carnoso, formado la mayoría de las veces por infarto de las glándulas. 2. f. Estómago muscular que tienen las aves, muy robusto especialmente en las granívoras, y que les sirve para triturar y ablandar por medio de una presión mecánica los alimentos, que llegan a este órgano mezclados con los jugos digestivos.
Respecto de si tiene o no vida después de la muerte, la respuesta es NO. Seamos realistas.
G. ¿Cómo sabríamos si un perro supiera que es un perro?
Te la hago fácil: ¿Cómo sabríamos si un obvio supiera que es un obvio? Ouroboros, ouroboros, ilumina el espítiru devorador que anida en la bestia que todos llevamos dentro.
H. No sé, no sé nada... ¡pero nada! Así que escribir esto es todo un desafío, pero vienen a mi mente preguntas de hace años y aprovecho la oportunidad:
1. ¿Existe Dios?
2. ¿Existimos nosotros?
3. ¿De dónde surge la pelusa del ombligo?
Y no se olviden que muchos, pero MUCHOS, necesitarían resetearse... Ctrl + Alt + Del.

1. Ya lo dijo Ray Bradbury: "Shaw también escribió hasta muy grande, tenía 97 cuando Dios le dio por la cabeza con un bate de béisbol". O sea, si lo dijo él, entonces Dios existe y juega al béisbol usándonos a nosotros como pelotitas.
2. Sí, somos las pelotas de Dios.
3. La pelusa del ombligo, la pelusa del ombligo... supongo que viene del weblog de guada, ¿no?
Sí, hay unos cuantos que necesitarían resetearse, empezando por vos mism@, que hacés preguntas tan desquiciadas.
I. Asado con briquetas, mollejas de corazón o de corpiño (da =). Desconsolados abstenerse. Traer escuchado lo último de Nirvana. Lestat. http://www.elcipresenelpatio.com.ar/metele
Personalmente, prefiero el vacío tiernito, y la colita de cuadril (guiño interno). A los desconsolados los admitimos, pero no nos ponemos en el papel de consoladores (no me gusta sentirme un aparato). Lo último de Nirvana fue el unplugged que grabaron para la MTV en Nueva York, ¿verdad? Ese disco es sencillamente sublime, y demostró que detrás de la furia de las canciones de Kurt Cobain había soul (alma). Lindo chivo te mandaste, Lestat.
J. Quisiera agregar en este costadito que no estoy de acuerdo con las jirafas que atienden maxikioscos y después, no sé.
No sabés, nunca vi una jirafa atendiendo un maxikiosco. La única que recuerdo estaba en el zoológico de Buenos Aires allá por 1986, y me babeó toda la mano cuando quise darle una galletita, la muy asquerosa.
K. Si me duermo (o lo que sea) 4361-0868.
De acuerdo a Teleinfo, los datos correspondientes a ese número telefónico son: BERNARDELLO, Nélida B. de / Azara 355 07 A, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Barracas), C.P.C1267ABG.
L. Say no more.
Nada más.