Miércoles 30 de Junio del 2004

FUGA

La Dama del rock¿Quién sabe? A lo mejor, la Epumer se sonreía en alguna parte, mientras deambulaba, invisible pero presente, entre el humo artificial, la bola de espejos, los proyectores, los reflectores y la multitud de estrellitas de ahí adentro.
A lo mejor, se sonreía mientras Richard le ponía voz, sentimiento y sutileza a ese pequeño homenaje que los chicos le rindieron el 27 de Septiembre, cuando todavía el dolor de saberla en el otro lado no se acallaba en esos corazones que, de algún modo, habían compartido muchos escenarios con la Dama.
Esta mañana nublada viajaba en el tren, y casi sin querer, queriendo, me puse a recordar esa noche, y ese tema que tocaron, sí. La letra era simple, y decía así:

Cruzo mis dedos, ya verás:
Alguna estrella hoy caera.
...Sostener infidencias.

Cierro mis ojos, no estoy aquí:
Sueño traiciones, despierto al fin.
...Suspirar turbulencias.

Abro mis manos, y verás:
Sigo embrujada de soledad.
...Contemplar apariencias.

Y hoy hace un año que caíste, cerraste tus ojos y abriste las manos, María Gabriela, poetisa. Valga esta pequeña mención como homenaje.

Domingo 29 de Febrero del 2004

MUSGO SOBRE ORO

Musgo Sobre OroEl sonido que harían tus pies al chapotear en las aguas pantanosas. Las burbujas que afloran a la superficie de esa región, de ese sitio que parece respirar. Un vaho nauseabundo, como de carne putrefacta. Lo viscoso y fútil, rodeándote...
Y ahí, parado adelante tuyo, sonriéndose casi con lascivia... o con pena: Lovecraft. También un cuervo, su animal de compañía. Un cuervo negro posado sobre su hombro. Y entonces, el que canta, incluso antes de cantar nos da a entender que no canta. Recita. Cuenta su historia con esa característica voz grave y sedosa. Y las palabras te llegan, en andanadas de riffs pantanosos.

Sonriéndote -como a un niño- El color que cayó del cielo. Trompetas -de juguete para mí- Tomamos vino -nos miramos fijo- Como camaleones -amamos estar-

Jungla verde y calurosa,
-llena de caimanes y de raros pajaros-
Negros ríos, insectos gigantes...
Mi amor, te extraño,
mientras el terror... ¡me invade!

Ballenas y el mar
-tan frío mar-
Tu risa por la radio
-en el cassete-
La imagen pública
-sonando extraña-
Mis noches sin vos... ¡antártica!
Brindemos
-por nosotros-
Musgo...
sobre...
Oro.

Viernes 24 de Octubre del 2003

Fragmentos de "EL TIEMPO SIN LÍMITES"

Por Marcelo Cohen
(...) ¿Se puede narrar el tiempo, el tiempo como tal? Esto se pregunta Thomas Mann en La montaña mágica, antes de concluir que no, que es al revés: la narración realiza el tiempo,; lo llena, lo divide, lo hace pasar con la sucesión de las cosas, y en esto se parece a la música. La diferencia es que, si una pieza musical tiene un solo tiempo -el que "dura" su ejecución-, en el relato el tiempo del desarrollo coexiste con el de los hechos narrados. (...) Claro que el tiempo de la enunciación verbal es además un compuesto inconmensurable. Aparte de que un cuento dura una cantidad de páginas, cada lector tiene su ritmo de lectura y sus quehaceres. El escarabajo de oro se puede leer de una sentada, o a lo largo de tres noches; y de todos modos las frases están curtidas por un tiempo más, el que el escritor tardó en escribirlas. Como todos estos tiempos producen los hechos que se cuentan, y a la vez son desbordados por esos hechos, la narración entra en la vida como un compuesto nebuloso que desplaza la sólida pauta de antes y después. (...) Improvisar es componer espontáneamente; la improvisación incluye el tiempo de la memoria y se hace cargo del inconsciente, que es intemporal. (...) El relato es una sucesión de hechos realizada en el espacio de la escritura -o en la voz-. Los enemigos de las inversiones, de las tramas abiertas de la novela experimental, sostienen que el lector necesita comienzos y finales claros para que no lo mate la angustia del infinito. Pero el narrador sabe que al limitar la extensión de la historia y fabricarle un desenlace está adulterando -más si cabe- la verdad. El narrador querría una especie de tiempo que lo redimiera del espacio y la fatalidad del final. (...) El narrador traduce acontecimientos, pero no creo que uno sólo escriba lo que ha pensado; desde otro punto de vista, uno piensa lo que va escribiendo. No hablo de escritura automática, sino de una lucidez que sintetiza realidades cuando el cuerpo y el pensamiento acuerdan con las energías del lenguaje. A mí me gustaría escribir sucesos sin clímax, como las escalas acuáticas e incesantes del pianista ciego Lennie Tristano. O historias donde nunca pase lo que debía pasar, como en los solos de Lester Young. Son aspiraciones frustradas de antemano, entre otras razones porque en la literatura no hay base armónica; digamos, no hay tonalidades acabadas (como el Mi menor), y por lo tanto no hay atonalidad en sentido estricto. Cualquier intento de composición espontánea deja al narrador en ridículo. (...) El 16 de enero de 1936 por primera vez una orquesta de jazz tocó en el Carnegie Hall, uno de los santuarios neoyorkinos de la música clásica. Los muchachos de Benny Goodman hicieron una música exuberante y el público se regocijó, pero el trompetista Harry James dijo: "Nos sentíamos como putas en una iglesia". A veces pienso que el arte debería ser así, no sé si me explico.
Autor: J.E.L.
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Lunes 22 de Septiembre del 2003

POST UPDATEADO: DELAY

De acuerdo a mis magros conocimientos musicales y auditivos, el delay es un efecto merced al cual las notas de una guitarra eléctrica sufren una suerte de retraso, que las hace llegar a los parlantes, justamente, con atraso.
Pues bien, merced a Horacio, quien hizo un comentario de la índole solicitada en el post precedente, llegó a mis neuronas la particularidad de que en el rejunte huevo-lúger del miércoles pasado también hizo acto de presencia la señorita Analía, quien llegó con retraso.
Pero claro, nadie es tan inteligente como yo, que me di cuenta de que tampoco mencioné a Singing Banzo, que se ganó la Copa Delay al más retrasado de la velada.
Seguimos esperando al menos siete comentarios medianamente inteligentes en el post inmediato anterior a este. Gracias por su atención.

No, esperen, atiendan: el delayoso Horacio, gentileza de su host, Zona Libre, posteó una excelente crónica de la reunión con casi una semanita de atraso (batió mi récord, que fui el ultimo en escribir al respecto). Pueden leerla haciendo click acá.

Sábado 30 de Agosto del 2003

LA MÚSICA

LOS 7 DELFINES EN VIVO

Martes 26 de Agosto del 2003

PLACEBO

Ya no duermo, sólo sueño sueño que ya no puedo dormir. El remedio es un placebo puedo olvidar que alguna vez te creí.

Ya no duermo, sólo sueño
sueño que ya no puedo dormir.
El remedio es un placebo
puedo olvidar que alguna vez te creí.

Descanso apenas
cuando asustado despierto
tu mano es tan real
y lejos de tu piel
yo no existo.

Ahora siento y vivo y hago
-puedo olvidar que alguna vez te mentí-
porque ya no existo, nena,
sueño que ya no puedo dormir.
sueño que ya no puedo dormir.

apenas
cuando asustado despierto
tu mano es tan real
tan real
apenas
cuando asustado despierto
tu mano es tan real
lejos de tu piel
yo no existo.
no existo
no existo
no existo.


¿Alguien se siente capaz de interpretar la letra de esta canción de Los 7 Delfines, que forma parte de la génesis de este weblog? ¿Qué imágenes les sugiere? ¿Cuál es el sentido de las palabras? ¿Por qué puede haber dado origen al nombre de este espacio? Arriésguense, vamos. muy pronto, llegará la Revelación.

Lunes 30 de Junio del 2003

SEÑORITA CORAZÓN

Me acuerdo de una noche, el 19 de Diciembre de 1998. Me acuerdo de que Richard Coleman la hizo subir al escenario. Me acuerdo de que estaba vestida, como cada uno de los muchachos, de negro riguroso. Pero con ese toque de femineidad que sólo algunas rockeras tienen. Me acuerdo de que acompañó uno a uno los acordes frenéticos de los coros en esa gema llamada Enloquecida con su voz diferente.
Se llamaba María Gabriela Epumer. Y hoy, lamentablemente, su mano que digitaba sobre las seis cuerdas; su voz que entonaba canciones; hoy, en un día nublado y gris, se apagó. Se apagó su corazón. Y, de alguna manera, en algún oscuro rincón, también murió un pedacito del mío. Que se fue, ahora lo sé, cuando esa noche inmortal ella cantó aquello de "(...) lo que ves / es toda la intención de respirar."

Martes 14 de Enero del 2003

LIBERACIÓN

Gentileza del amigo Richard Coleman, les obsequio con esta frase de antología: Es así, sólo nuestra vida... Comprendí, que no hay salida.
No, no hay salida.

Lunes 13 de Enero del 2003

...CER(O)EBRAL...

Lunes, día cero. Inicio del ciclo de 7 días, que morirá el Domingo. Ahora es el momento para explicar (o al menos intentarlo) una canción fabricada a base de calabazas que estallan. Quien quiera leer, que lea. Quien no lo quiera, que se muera, nomás.
There's no connection to myself / I'm your lover, I´m your zero... Más allá de lo hermosamente poético de esas palabras, en alguna parte aparece la imagen pecisa de Narciso, que adora hasta lo indecible su propio reflejo; su personalidad, su identidad, son tomados como puntos de partida para explicar todo aquello que lo circunda. La apoteosis del egocentrismo, que lo lleva incluso a compararse con Dios, caundo entona And God is empty just like me. Para él, en efecto, Dios no es Nada, pues él mismo se considera el Demiurgo, el Creador, la Causa y el Efecto de todas las cosas, el que mueve y designa los hechos del mundo.
Nosotros, claro, pensamos que este tipo está gagá, pero incluso por ese flanco se defiende (y hasta se justifica): Intoxicated with the madness, I'm in love with my sadness. Y saberlo solo, triste, quizás loco, nos mueve a experimentar sentimmientos contradictorios, como temor y compasión. Temor, ante su potencial locura (pensemos, sin ir más lejos, en un nuevo Adolf Hitler). Compasión, ante su tristeza infinita y su soledad, que lo llevan a ser, en el fondo, nada más y nada menos que una criatura desdichada. Un Zero.
Relacionando... ¿saben qué? Ahora que lo pienso, me temo que fue la compasión lo que me llevó a adoptar a Gollum. No sé, a veces me dan ganas de deshacerme de él, por lo tremendamente HDP que puede ser en ocasiones. Pero, como le pasaba a Frodo en el Libro (El Señor de los Anillos, del amigo John Ronald Reuel Tolkien, para el que lo sabe y para el que no), algo así como la lástima ante el sufrimiento de esa pobre bestia hace que le perdone la vida y no corte relaciones con él.
Supongo (bah, en realidad , porque esta mañana me gané una buena zurra gracias a un par de dichos suyos por ahí) que ya empezó a hacer de las suyas en los blogs... en fin.

La respuesta: un Zero es esto

Domingo 12 de Enero del 2003

...ZERO...

My reflection dirty mirror, / there's no connection to myself. / I'm your lover, I'm your zero, / I'm the face in your dreams of glass. (...) // Emptiness is loneliness, and loneliness is cleanliness, / and cleanliness is godliness, and God is empty just like me, / Intoxicated with the madness, I'm in love with my sadness. / Bullshit fakers, enchanted kingdoms, / the fashion victims chew their charcoal teeth. / I never let on, that I was on a sinking ship, / I never let on, that I was down (...)
Me estaba acordando. últimamente, de esta gran canción del señor Billy Corgan y sus calabazas que estallan (significado literal de smashing pumpkins). Es un tanto antigua, circa 1995, pero hay que admitir que uno se regodea con todo aquello que pueda sonar a tradicional. Particularmente, me gustan los versos que están en negrita. La traducción sería, en ese orden:
There's no connection to myself: No hay conexión conmigo mismo.
I'm your lover, I´m yourzero: Soy tu amante, soy tu cero.
And God is empty just like me: Y Dios está vacío, igual que yo.
Intoxicated with the madness, I'm in love with my sadness: Intoxicado con la locura, estoy enamorado de mi tristeza.
Los invito gentilmente a elucubrar explicaciones posibles de cómo alguien fue capaz de generar algo así. Yo le encuentro un sentido personal, que mañana (mañana) expondré. Hoy, antes de morir, no quiero perder la Belleza de estas palabras, tratando de explicarlas... sólo necesito sentirlas.

POST SCRIPTUM: ¿Qué es un ZERO?