Viernes 04 de Abril del 2003

STRANGE DAYS

Estamos viviendo días extraños, no cabe duda. Y ni siquiera yo escapo a la regla. Esa señora que llamamos Realidad parece empecinada en superarme, y es por eso que últimamente tengo la sensación de estar convirtiéndome poco a poco en una especie de V8 con los cables cruzados.
Ir a mil, sin detenerse a reflexionar. Atrapado en las redes de la vida urbana. Pretender que puedo hacer treinta cosas a la vez, en el mismo momento y en varios lugares simultáneamente.
Y hete acá que de golpe me encuentro maniatado de pies y manos, con una pared de granítica piedra en el medio exacto de mi camino. Por supuesto, me estrello.
Y ese día, el día que la Matriz V8 se estrelló, puede haber sido ayer.
Les ofrendo un itinerario:

8.00 hs.: Entrada al laburo. Y, de entrada, configuración de la impresora que el miércoles, después de casi una semana, trajeron reparada. Ronda de mate. Amargo, por supuesto.
9.00 hs.: Ingreso a internet. Habitual recorrido por los weblogs. Algún que otro comentario.
10.00 hs.: Charla por el MSN con Habbi. Mini-tutorial sobre CSS para hover links y mouse.
11.00 hs.: Naboleti consuetudinario (uno de tantos que llegaron por acá ayer) emperrado en que la palabra "venía" (contexto: carta a un Jefe de Brigada, cuestiones militares creo yo) aparecía "ve(cuadradito)a" en toda impresión que realizaba. Le digo a Habbi que espere un ratito y allá voy. Resulta que el naboleti había borrado el e-mail, así que tuve que hacerle toda la notita de nuevo, desde cero y en Word, para que se imprimiera como es debido.
11.15 hs.: Reanudación del tutorial. A los cinco minutos, necesitan la PC que habitualmente uso. Cancelación del tutorial. De yapa, una tirada de orejas (bastante heavy), regalito de mi jefa, aduciendo "poca predisposición a la ayuda de naboletis".
14.00 hs.: Salida del laburo. Corrida a casa. Ducha de agua helada para despabilar los sentidos. Autosatisfacción. Muda de pilcha. Almuerzo pasado por cronómetro. Nada de café tras el almuerzo, no hay tiempo.
15.30 hs.: Salida de casa. Caminata de 15 cuadras hasta la estación de trenes Boulogne Sur Mer. Viaje en tren. Total: una estación.
16.00 hs.: Ascenso al transporte colectivo de pasajeros Línea 71, estación Villa Adelina. Sigue una hora de bamboleos característicos. Frenadas bruscas, carrerita en la Panamericana, bocinazos en Villa Urquiza, gente molesta que se sube al bondi y te mira como si fueras un ET.
17.10 hs.: Completa desorientación durante la búsqueda de la nueva sede (Tucumán 3199) de la Facultad de Ciencias Sociales de la U.B.A., barrio del Abasto.
17.20 hs.: Llegada a la sede. Enterate, Jonathan: NO HAY CLASE. Bonito cartel pegado en la puerta del aula correspondiente. Puteada cósmica. Abandono de sede. Entrada en un locutorio de Av. Santa Fe. Conexión a internet pedorra, pero funcional. Le escribo un mensaje al Toro, a ver si me pego una vuelta hacia las 19.30 hs. Mando el mensaje y me comunico vía MSN con Gloria: me dice que va a salir de copas con Torito, los dos solitos. ¡A la merde! Confirmación de Toro vía e-mail: Hoy no, papá :-(. Falta de tacto mátrica, claro. El amigo tiene que hablar con la se'ora porque... bueno... tiene un problemilla. Vergüenza mátrica. Entrada de Mario Gabriel (ex compañero de secundaria, amigote mujeriego consuetudinario) al MSN: "Visitá www.contactossex.com y sé feliz". Le hago caso, de puro curioso y aburrido. Ejem...
18.44 hs.: Salida del locutorio. ¿Qué mierda hago ahora? Me voy para Uriburu al 1000, con la idea de pedirle a Martín que me pase la posta bibliográfica de In Cold Blood y Música Para Camaleones, by Truman Capote, a fin de usarlas en el cuento policial que debo entregar antes del 15 de Abril, para ser publicado en Contenido, revista literaria. Llego al edificio y justo justito sale Claudia (la novia). Martín no está en casa, ella va para Palermo Viejo, a Teatro. ¿La acompaño? Bueno.
19.15 hs.: Descenso a la línea D de subterráneos, estación Pueyrredón. Mucha gente, claro. Mucho ruido, pero conmigo eso no es problema.
19.30 hs.: Ascenso a Av. Scalabrini Ortiz, estación ídem. Caminata con Claudia hasta Costa Rica al 4700. Regreso hacia La Rural.
19.55 hs.: Ascenso al transporte colectivo de pasajeros Línea 60, Sociedad Rural Argentina. En la parada siguiente, sube una chica monísima, rubiecita, de veintitantos años, vestida con pantalón de jean azulísimo, remera negra y campera de jean celestita clarísima, acompañado por botitas negras. Un primor. Es la única que viaja parada. Entonces, hice lo que nunca antes (claro que les cedo el asiento a las abuelitas o embarazadas, cuando se presenta la ocasión): tardé cuatro cuadras en levantarme, ofrecerle el asiento (ella me dijo "Gracias" con una sonrisa) y, mientras ella se sentaba, agregar: "No puede ser que viajes de pie, no podés". Resultado: me miró con cara de extrañada. Y... ¿saben qué? A las cinco cuadras se bajó. Por suerte, yo tenía mis anteojos oscuros. Me los puse. ¡PAPELÓN! Resto del viaje ensimismado en pensamientos contradictorios sobre el día pésimo. Idea de redactar posteos al respecto.
20.40 hs.: Combinación 60-71, Panamericana y Paraná.
20.50 hs.: Llegada a estación Villa Adelina. Cruce de las vías y, ahí, la única buena noticia del día. Me encontré de puro pedo con Karen, y volví a casa con un lindo paquetito repleto de facturas (gentileza de la amiga). Claro que di cuenta de todas las facturas a lo largo de las 45 cuadras que caminé hasta llegar a casa. Si se escandalizan de las 45 cuadras, la explicación es que me valía más caminar para despejarme un poco, y ver si podía descruzar los cables V8...
22.30 hs.: Llegada a casa. Cena. A la cama.

Lo notable es la cantidad de sensaciones contradictorias que se entremezclaron a lo largo del día. De la alegría a la tristeza y viceversa. De la expectativa a la frustración. Del sentimiento de caballerosidad al de estupidez...
Definitivamente, son días extrañísimos. Alienados, si se quiere.
Y este posteo, supongo, es patético.
Pero es lo que hay. Hoy, al menos.

Ah. Esta mañana me desayuné con que mi jefe (el esposo de mi jefa) está internado en terapia intensiva; o con una afección coronaria, o con un infarto. ¿Qué tal?

¿Y usted, Don GOLLUM? ¿Cómo son sus días extraños?

Escrito por J.E.L.
Comentarios

que te parió, fiera... que bajón raro el tuyo. me pregunto si hubiera mejorado en algo tu día en el caso de que nos hubiéramos visto.

Comentado por HighToro

estimado, siempre es un gusto leerlo. siempre, salvo cuando ando con poco tiempo y a ud. se le da por llenar páginas. Me quedé en las 19.55 (y es probable que me haya perdido lo mejor)
saludos.

Comentado por Sr. 100 Cadáveres
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