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Repaso a Oasis (II)

Tras el impresionante debut en 1994 con Definitely maybe, y en un alarde de productividad por parte del grupo, en 1995 ve la luz su segundo largo, (What's the story) morning glory?, uno de los álbumes más vendidos en la historia de la música en Inglaterra.

El listón estaba muy alto tras el éxito de su primer disco, pero es que este disco llega incluso a superar a su antecesor. Parecía que la banda estaba en la cúspide de su creatividad, lo sabían, y no querían dejar pasar más tiempo para la publicación de un nuevo trabajo, de ahí que tan sólo transcurriese un año entre un disco y otro.

Este disco suena más maduro que el anterior. La producción está más cuidada, todo suena mejor, más "en su sitio",y es que no era para menos, ante tamañas canciones. (What's the story) morning glory? es una magnífica confirmación de lo que Oasis apuntaban en Definitely maybe. Ya no son unos aspirantes a un trono musical que llevaba una época vacante en las islas, Oasis están en la cúspide y se reafirman en su poderío con este nuevo disco.

El disco se abre con Hello, un poco de la misma manera que se abría Definitely maybe con Rock 'n' roll star, sin concesiones ni preámbulos, un tema directo a modo de declaración de intenciones. En esta misma canción, el estribillo puede ser considerado un tanto premonitorio, cuando Liam canta eso de "We live in the shadows and we had the chance and threw it away / And it's never gonna be the same .../ 'Til the life I knew comes to my house and says: "Hello" Hombre, no es que hayan vuelto a su vida pre-Definitely maybe, pero sí que es un poco cierto eso de que "tuvieron la oportunidad y la desperdiciaron". Tras Hello, nos encontramos con el que se convertiría en el segundo single del disco: Roll with it. Arrogante y descarada, la canción alcanzaría el número dos en la lista de singles en Inglaterra, ya inmersos en plena batalla de "números uno" con Blur. Uno de los clásicos del grupo, sin duda.

Wonderwall es quizá la canción sobre la que más líneas se han escrito de Oasis. Cuidada producción con secciones de cuerda (violines y cello), en fuerte contraste con la rudeza de los dos temas anterieos. Convertida en un auténtico himno a mediados de los 90, la influencia beatle-iana es aquí muy clara. Tan exitosa fue, que llegó a ser la banda sonora de un anuncio de, ejem, Los 40. A pesar de todo, a mí no es de las canciones que más me gustan del grupo. En la versión single de esta canción, se incluyó como cara B The Masterplan, otra de mis favoritas. Don't look back in anger es, sin duda, el gran tema de este disco. Con la novedad de la voz de Noel (con una manera mucho más "épica" de llevar la canción), en lugar de Liam, el single llegó a convertirse en número 1 en Marzo del 96. Al hilo de los plagios comentados en la primera parte de este repaso, el piano inicial tiene un evidente parecido con el de Imagine de Lennon, pero aquí todo se perdona, que eso es como el equivalente de cogerle el coche a tu padre sin que se entere cuando tienes 15 años. Al igual que ese "So I start a revolution from my bed..." tan Lennon.

Hey now! tal vez sea la oveja negra dentro del conjunto irreprochable que forma todo el disco. Después de la actitud hooliganesca mostrada por los Gallagher en incontables ocasiones, te explicas el por quñe de versos como "I took a walk with my fame down memory lane / I never did find my way back..." . El sexto corte, esa pieza instrumental que sirve para dar paso a Some might say, otra de las grandes de Oasis, con el espíritu Small Faces bien patente. Fue otra de las escogidas como single, arropada por una instrumentación ampulosa y épica. Llegó a ser su primer número uno, en verano de ese mismo 1995.

Cast no shadow, el tema dedicado por Noel a su amigo Richard Ashcroft, frontman de The Verve, vuelve a ralentizar de nuevo el ritmo general del disco. Tras ella, She's electric es otra de las destacadas del disco y según el propio Noel, una canción que a punto estuvo de entrar en el anterior disco. Vuelve a reflejarse aquí a los Small Faces, en tono desenfadado y alegre tan característico del grupo de Steve Marriott.

Morning glory es, bajo mi punto de vista, otro de los puntos flojos del disco. Regusto rancio, a rock un poco desfasado, en general en este disco destacan más los medios tiempos que los temas más acelerados como éste. Por último, y tras otra breve intro instrumental (parte de The Swamp song, otra de sus caras B), la delicada Champagne supernova, la canción con la letra más psicodélica de la discografía de Oasis. Una canción sin duda especial, que supera los 7 minutos, y que es distinta al resto del disco, desde el mismo momento de su inicio, con ese romper de las olas en la orilla. "Someday you will find me /caught beneath the landslide /in a Champagne Supernova in the sky...". Otro medio tiempo brillante, con guitarra de Paul Weller incluida.

La portada del disco, una vez más, preciosa. Una vista de Berwick Street, en pleno Soho londinense (calle que se ha convertido en lugar de peregrinación de fans de Oasis de todo el mundo), con dos personas en movimiento y cruzándose. Son igualmente destacables las portadas de los singles de este LP.

A partir de aquí, empezaría la decadencia, primero más ligera, y después, sin freno.