16 de Febrero del 2005

Batallas silenciosas

1.
Un planeta casi deshabitado, un mar indómito que presenciaba inmutable batalla tras batalla, unas por el poder, otras por la soberbia, otras por el mal hacer de los políticos extranjeros.

Narradores anónimos veían en esta guerra la "Segunda Gran Guerra Planetaria". El futuro del planeta dependería de su resultado, representando el fin de una era y el posible comienzo de otra.

2.
El clima previsto era alentador. El día amanecía claro en el lado Este del planeta. Comenzaba la travesía. El punto de encuentro estaba claro. El rumbo que tomarán despues está por ver. Con miedo pero decidido avanza el pequeño navío hacia su destino. Hacia el destino de todo el planeta.

Al otro lado se hacen los últimos preparativos y se revisan las cartas de navegación. Un aire enrarecido rodea el velero que comienza sigiloso una terrorífica travesía.

3.
"Este es el punto" se dijo. Alzó la vista y no había rastro del enemigo. Extraña sensación aquella que le llevaba a llamar enemigo al que en su día había sido camarada inseparable. "Esperaremos", y se sentó a pensar.

Entre tanto el velero surcaba el mar, cauteloso pero confiado. "Todo va según lo previsto" murmuró mientras buscaba en el horizonte la señal convenida. Tenía miedo, era evidente. Había luchado en muchas batallas pero ésta era diferente, "es muy diferente" se dijo al tiempo que revisaba las cartas y los mapas.

4.
Dificil es la batalla en la que los derrotados serán ambos bandos, donde no habrá posibilidad para la vida y todo el plenta se extinguirá en un único y sordo lamento. Al fin y al cabo la victoria significaría seguir librando batallas, manteniendo así un delicado y necesario equilibrio. Pero dulces son las batallas mientras hay vida y sólo la extinción del planeta será un mal imposible de remediar.

Pasaban las horas y la batalla no había comenzado. El navío se le caía encima. "Maldito! me ha engañado" y buscó una buena excusa para ahogar su ira, ahora ya sabe por qué es su enemigo. Sin ganas desvió su rumbo.

El velero vive el frenesí nervioso del explorador perdido. Ni rastro de vida... "mala señal". "¿Lo ha vuelto a hacer?" farfulló al tiempo que apretaba los dientes y se agarraba la vieja herida de guerra, e intentó dar media vuelta olvidando su destino, pero no fue capaz. Su destino estaba ligado a aquella batalla y "vivir sin luchar no es vivir". Así que dispuesto a conseguir su objetivo envió una flecha ardiendo al cielo. "Lucharé por lo que debo luchar o desapareceré en el intento".

La noche se hizo más y más fría, allá, en el mar de un planeta en el filo de la navaja.

Pensado por algo más que huesos a las 01:34 | Categoría: ser o no ser cebolla
Comentarios
Escribir comentario








¿Recordar mi informacion personal?




Código de seguridad:
Escribe el código de seguridad: